Por qué tú?

Capítulo 16

Narra Morgan Olson 

 

Mi alarma está programada para sonar demasiado muy temprano para mi horario. En cuanto sonó el horroroso sonido que creo que todos odiamos, me ví obligada a despertar de mi cómoda y suave cama 

 

Lo primero que hice fue mirar mi celular, me encontré con 2 llamadas perdidas de Alice, me alegra saber que vamos a ir a la misma universidad, así no me sentiré sola. <<También irás con Isaac>> resonaban las palabras de mi madre como un eco en mi cabeza, sí, lo tengo muy presente

 

Le devolví la llamada a Alice y lo único que me dijo fue que se sentía nerviosa y quería saber si yo estaba igual. Le respondí que no sabiendo que era mentira, en realidad tenía un enorme hueco en el estómago horrible y mi mente de nuevo creando los peores escenarios, como presentarnos a todos frente a la clase, que se me caigan los libros o que alguien derrame comida en mi ropa. ¡Que vergüenza!. Y así otras mucho peores, sí lo se, a veces suelo ser muy negativa por miedo, uno de mis puntos malos

 

Después de colgar la llamada me metí a la ducha con la esperanza de poder bajar el nerviosismo que sentía en ese mometo, al parecer no funcionó y después de salirme me cambié. Elegí unos jeans de mezclilla claros, una camisa blanca y mis tenis. Nada fuera de lo común. Después de eso me maquillé y peiné 

 

Al salir de la habitación me encontré a Isaac recargado en el marco de la puerta con su típica pose, esta vez fría y distante, estaba vestido con unos jeans y una simple playera, su cabello mojado caía hacia su rostro de una manera que hace que me guste verlo así. Al abrir la puerta me volteó aver, lo único que hice fue pasar por un lado de él y bajar las escaleras, sus pasos venían detrás de mi, por eso me apresuré para llegar a la cocina en donde Tamara estaba sirviendo el desayuno 

 

— Buenos días Tamara — estaba frente al refrigerador sacando algunas cosas 

 

— Buenos días Morgan. ¿Cómo estás? ¿Cansada? ¿Nerviosa? ¿Emocionada? — y volteó conmigo

 

— Sí, me siento nerviosa, y mucho, pero emocionada a la vez — al decir eso una sonrisa se dibujó en su rostro 

 

— Que bueno que estés emocionada, el chófer los llevará a ti y a Isaac a la universidad. Pero primero siéntate a desayunar. El señor Andrew y tu madre bajarán pronto— y asentí con la cabeza 

 

— Buenos días — era la voz de Isaac detrás de mi, muy cerca de mí 

 

— Buenos días Isaac, siéntense a desayunar — le responde Tamara señalando la mesa 

 

— Gracias nana — y pasó por un lado de mi para sentarse en la mesa. Suena tierno cuando dice "nana" Lo admito... aunque no me guste 

 

— Morgan, siéntate tú también — me indica Tamara y así lo hice. Me senté frente a Isaac 

 

— Esperen un poco, ahora vuelvo — dice Tamara y fue hasta el fondo de la cocina, no duró mucho cuando volvió con dos platos de comida en sus manos y los colocó delante de nosotros 

 

— Estaré lavando la ropa por si me necesitan. Espero les vaya bien en la universidad, disfrutenlo mucho— dice Tamara antes de retirarse de la cocina. Me quedé mirando una canasta en la que hay fruta para no levantar la mirada 

 

— Diablos, ¡¿Siquiera piensas mirarme?! — reclama en un tono molesto. Estaba pensando seriamente en no hacerlo pero me sentí muy pequeña cuando me dijo eso. No me voy a dejar de Isaac Ford, así que levanté la mirada. Estaba en silencio, mirándome fijamente sin decir una sola palabra 

 

— ¿Para que necesitas que te mire? — le pregunto retandolo

 

— Me gusta ver tus ojos — me responde con una pequeña sonrisa en sus labios. Debo admitir que me quedé hipnotizada en sus intensos ojos azules desde un principio. Tal vez fue un error. En ese instante me di cuenta de que terminaría deseandolo de nuevo si no apartaba la mirada de ahí, de su mirada fría y pícara que la vez. Repiré profundo y bajé la mirada hacia el plato de comida mientras con mis manos hacía movimientos desesperados con el mantel de la mesa. No tengo idea de cómo responder a eso

 

 — ¿Morgan? — me pregunta con un tono de voz suave y delicado. Levanté la mirada un poco para poder verlo y apreciar sus ojos mirándome fijamente y suave a la vez

 

El sonido de unos tacones venían hacia la cocina y seguido de ello la voz de mi madre 

 

— ¡Buenos días! — dijo una vez que entró a la cocina, después se colocó detrás de mi

 

— Buenos días mamá — y le sonreí mientras que Isaac estaba cruzado de brazos y mirando hacia otro lugar 

 

— ¿Todo bien? ¿Están nerviosos?— pregunta mi madre de la manera más amable

 

— Yo sí... — después de eso subió la palma de su mano hacia mi cabeza 

 

— No te preocupes hija, es normal. De todas maneras, Isaac y tu se tendrán uno al otro, no te dejará sola ¿verdad Isaac? — hay dios, esto solo está empeorando... me hace sentir incómoda. Miré al chico que tenía una sonrisa de satisfacción 

 

— Por supuesto, yo la voy a cuidar — estúpida sonrisa 

 

— Muchísimas gracias pero no necesi.... 

 

— Bueno como sea, desayunen ya. Se les hará tarde — dice mi madre mientras bajaba la mano. Empecé a comer lentamente una vez que ella se sentó a un lado de mí

 

Después Andrew bajó y nos dio los buenos días, acabé de comer y me paré, Isaac y mi madre por igual. Subí a mi habitación a lavarme los dientes al igual que Isaac y después de eso bajé 

 

— Bien, creo que ya es tiempo de que se vayan — dice Andrew cuando estábamos los dos abajo 

 

— Sí — tomé algunas cosas de la mesita y antes de salir, mi madre me abrazó 

 

— Que tengas un buen día hija — susurró cerca de mí

 

— Gracias mamá — y después de eso me soltó. Antes de cruzar por la puerta Andrew gritó:

 

— ¡Qué les vaya bien! — y sonreí en su dirección levemente  



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En el texto hay: amorprohibido, novela juvenil, hermanastros

Editado: 10.11.2024

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