Narra Morgan Olson
— ¡¿Dejar de fingir?! ¿A que te refieres...? — y rió irónicamente mientras se recagraba nuevamente al árbol
— Olvídalo, después de todo... esto no debería de importarme — dice perdido en el cielo
— Odio, que digas eso. Primero inicias la conversación de algo y a los pocos segundos me dices que lo olvide si es que no lo comprendo. No te entiendo..., solo me dejas con la duda
— Pues sigue quedando con la duda, tu sigues sin darte cuenta
— ¡Lo vez! Tú supones que lo sé cuando en realidad no lo hago
— Solo... olvídalo — dice cerrando los ojos
— "Olvídalo, olvídalo" ¡¿esa es la única palabra que sabes decir?!
— No entiendo porque te pones histérica, era un simple comentario — y rió levemente — Veo que ya conociste a Esteffany...
— Ah... si — y me recargué en el árbol igualmente
— Hiciste bien en no quedarte callada
— ¿Eso crees?, yo más bien siento que me metí en problemas — le digo un poco preocupada
— Tampoco es para tanto, es una mujer caprichosa y engreída. Aparte de ser una de las compañeras de una noche de Isaac Ford
— ¿Una noche? Oh... entiendo, entonces, esos son sus gustos — y agaché mi cabeza mientras movía los pies
— Solo fue una vez, estaba muy borracho. Desde ese día, no deja de perseguirlo
— Oh...
— ¿Te sientes mal por eso?
— ¿Porqué debería de hacerlo? — y levanté mi mirada. Se escuchó el sonido de una pequeña risita por departe de él
— Tu coche está aquí. Deberías de ir ya a casa — me dice en voz baja, casi susurrando
— Oh... está bien — y me paré bien, a lo lejos vi el coche — Adiós — y empecé a alejarme
— Adiós Morgan
Al subirme estaba yo sola, Isaac no había entrado
— Disculpe, Is...
— El joven entró. Después de eso se quedó aquí esperándola, al poco tiempo vió algo y se salió muy enojado, me dijo que la llevara a casa. Lo siento... — ¿vió algo?
— ¿Es así?... bueno, gracias — el chófer no dijo nada más y partimos. Iba fijandome por la carretera, esperaba ver a Isaac caminando, mientras más avanzaba el carro más me preocupaba, así que tomé mi teléfono y le marqué
Buzón... claramente no me quería contestar, lo llamé más de 5 veces seguidas, en ninguna contestó. Ah... ¿dónde estás Isaac?
Mientras mantenía el teléfono en mis manos, un mensaje de Emma me llegó
Mensaje de: Emma, la fea : ¡Hola Morgan! Hace tanto tiempo que no hablas 🙍♀️ ¿Cómo estás? Hoy fue tu primer día en la universidad ¿no? Al igual que yo, ¿cómo te fue?
Mensaje a: Emma, la fea : Jaja, perdón. Estuve muy ocupada estos últimos días 🤭 lo siento... me fue bastante bien, ¿y tu? ¿Como estuvo?
Mensaje de: Emma, la fea : Igual... bastante bien. En realidad no fue lo mismo sin ti :' ( te hecho de menos...
Mensaje a: Emma, la fea : ¡Hay, yo también te hecho de menos! Planeo ir a visitarte en algún fin de semana... no te preocupes ; )
Mensaje de: Emma, la fea : Oh... ¿es así? 😮 de verdad espero que vengas más pronto de lo que me imagino. Bueno te dejo, tengo cosas que hacer, adiós
No respondí nada y volví mi mirada hacia la ventana
Estaba tan metida en mis pensamientos que al llegar a casa no me di cuenta de ello
— Señorita... ya hemos llegado — me habla el chófer amable
— Ah, lo siento. Muchas gracias — tomé mis cosas y salí del carro
¿Por que será que tengo bastante sueño? Demonios... ¿será que aún no me hago la idea devolver a levantarme temprano?
Al entrar sentía mi cuerpo pesado, solo quería tocar mi cómoda y suave cama. Deje mis cosas en la pequeña mesita y fui a la cocina. Había una persona sentada en la mesa volteada hacia el otro lado, creí que era Andrew
— ¿Andrew? — se dió la vuelta y era Isaac, se recargó en la mesa
— Soy yo... — dijo mientras me miraba
— Oh... lo siento — así que aquí estabas — Creía que eras él — y fui hacia el refrigerador
Empecé a sacar un poco de comida del refrigerador cuando de repente sentí que me abrazaban por detrás. Era Isaac enrollado sus manos a mi cintura mientras se acercaba a mi. No podía decir nada, no me salían las palabras, en ese momento retiró un mechón de cabello que caía de mi oreja derecha y bajó su cara hacia mi cuello, se mantuvo ahí, respirando mientras me abrazaba cálidamente
— Isaac...
— Shh, no digas nada — en ese momento levantó su rostro y comenzó a besar mi cuello, bajó lentamente hacia mi hombro y después regresó. El sonido, el calor que me provoca su cuerpo, su olor, todo me excitaba. Cerré los ojos cuando empezó a succionar el beso sobre mi cuello, sentí mi cuerpo sudar y mis piernas empezar a temblar a medida que su mano subía mi camisa y vagaba sobre mi abdomen — Me encanta como tu cuerpo reacciona ante mi tacto... — dice en mi odio, bajó y siguió respirando sobre mi cuello, sentí como una descarga eléctrica, lo sé, soy consciente de que sabe manejar bien mi cuerpo, y no puedo oponerme a ello — Dime Morgan... ¿quién más te hace sentir como yo? ¿Eh? — dijo mientras subía una de sus manos hacia mis labios para empezar a rosarlos suavemente con el pulgar
Sentía que si hablaba, claramente tartamudearia
— Yo...
— ¿Ehm? — esta vez subió su rostro hasta mi cabello. Respiré profundo, y hablé
— Tu... ¿por qué estás haciendo esto? — dije con el primer aliento que logró salir de mis labios
— Me encanta sentirte — dijo casi en susurro — Al igual que tu a mí, por eso dejé una marca de ello en tu piel, de lo mucho que nos gusta estar así. Aunque, Morgan... eres eso que no es mío, pero tampoco quiero que sea de alguien más ¿Me entiendes? Nadie más puede hacerte sentir como yo lo te hago sentir. Ni besarte ni tocarte como yo, ¿entiendes? — sentía algo en mi garganta, en verdad no podía hacer nada, su cuerpo manejaba el mío. En ese momento su rostro se posó junto al mío para darme un tierno y escaso beso en la mejilla. Sentí mis mejillas arder al momento que se retiró de mi, se dio la vuelta y volvió a sentarse