Narra Morgan Olson
¡¿Quién demonios se cree?! "Sufrir las consecuencias" ¡¿cuales consecuencias?! Está loco... <<espera, vas a encontrarte con Lucas... y sabes que a Isaac no le cae bien Lucas. Entonces, ¿te dijo eso por lo que pasó la última vez en tu habitación? >> ¿Será? Sé que no le cae bien, pero sin embargo Lucas es mi amigo, y sólo quería hablar de algo, no creo que sea algo fuera de lo común.
Pensaba mientras caminaba hacia el lugar en el que habíamos quedado encontrarnos. Cuando me paré frente a lugar, vi a Lucas sentado en una mesa cerca de la ventana así que cuando entré ahí fui directamente ahí. Notó mi presencia y me senté frente a él sin decir una palabra. Dejé mis cosas debajo de la mesa y me encurve hacia arriba.
— Lo siento... ¿esperaste mucho? — le pregunto tratando de romper el incómodo silencio que había.
— No, en realidad no... llegué hace como cinco minutos. ¿Quieres algo de beber?
— Oh... sí, eh... una malteada de fresa estaría bien — y asintió con la cabeza. Se paró y fue a pedir la bebida. Después de unos minutos regresó con 2 bebidas en la mano. Colocó la malteada frente a mi y un frappe en su lugar después de sentarse nuevamente. Comencé a beber de la malteada volteando para todos hacia el suelo.
— ¿Cómo estuvo hoy tu día? — me pregunta mientras me miraba. Levanté la cabeza e hice lo mismo.
— Estuvo bien, gracias. ¿Y el tuyo?
— Yo, bien, todos estuvo bien, gracias igualmente. — todo volvió a quedar en silencio nuevamente. Ninguno de los dos tenía algún tema de conversación, hasta que él volvió a hablar — Morgan... estarás preguntándote por qué te cité aquí... y la verdad es que, iré directo al grano.
— Está bien... — le respondo un poco confundida.
— Yo... tú sabes que, me gustas. Fue, muy inoportuno de mi parte decírtelo justo cuando nos acabábamos de conocer. Lamento haberte hecho sentir incómoda en ese momento. A pasado algún tiempo ya que llevábamos conociéndonos y, se podría decir que no somos completos extraños ahora. Y... me gustaría que fuéramos más que migos, ¿entiendes? No me atrevía a preguntarte eso debido a Isaac, ya que era tu "novio" pero... ahora que la verdad salió a la luz, creo que es tiempo de hacerlo — sus palabras me dejaron pálida y sin palabras. No sabía que responder, me quedé ahí sin poder decir nada. Después de unos segundos reaccioné y hablé.
— Lucas yo...
— No tienes que responderme ahora no te preocupes, tómate tu tiempo para pensarlo. No quiero parecer desesperado así que... esperaré a tu respuesta. Solo recuerda que, quiero hacerte feliz Morgan, tal vez no sea la mejor persona del mundo, pero... quiero verte feliz, y tengo la certeza de que lo serías junto a mí.
— No sé que decir... yo...
— No es necesario que digas algo, sólo piénsalo — y sonrío. — ¿Quieres que te lleve a casa?
— No es necesario, tomaré el autobús, muchas gracias...
— Eres terca niña... bueno, ve con cuidado, cuídate. Nos vemos después — tomó su bebida y se paró para salir del lugar.
Me quedé ahí algunos segundos analizando lo que me había dicho... es muy extraño.
Tomé mi malteada y mis cosas y salí de ahí para dirigirme a la parada del autobús. Me senté a esperarlo y después de unos segundos llegó y me subí a él. No duró mucho tiempo en llegar a la siguiente parada cerca de casa, cuando no hizo me bajé y caminé hacia casa.
Cuando llegué dejé mis cosas en la mesita como de costumbre y me dirigí hacia la cocina. Tamara se encontraba preparando la comida y mi madre sentada en el comedor mientras leía unos papeles que tenía en sus manos. Me acerqué a ellas y las saludé.
— Hola... ya llegué — y sonreí
— Que bueno hija... ¿a dónde fuiste? Isaac llegó antes que tú.
— Oh... fuí a una cafetería — y levanté un poco la bebida que tenía en las manos para que la viera.
— Mhm... ya veo, ¿fuiste sola?
— No... no, un amigo me acompañó.
— ¿Un amigo...? — y levantó una mirada interrogatoria hacia mí.
— ¡Vamos mamá! Es un amigo solamente, no pienses demasiado — digo mientras me dirigía hacia la estufa para ver lo que estaba haciendo Tamara.
— No yo solo digo... nunca sales con "amigos" así que es un poco raro.
— ¿Está mal que lo haga? — le pregunto devolviéndome hacia el comedor.
— No no, por supuesto que no... sólo digo – y rió discretamente. — ¿Y quién es ese chico con el que saliste hija?
— Lucas — dijo una voz detrás de mí antes de que pudiera responder. Me dí la vuelta y me encontré a Isaac mirando hacia la pared mientras estaba recargado a otra. Su voz profunda y gruesa me causó escalofríos por todo el cuerpo. Volteó hacia nosotras y nos miró — ¿O me equivoco, hermanita? — tan solo mi cuerpo comenzó a sudar innecesariamente y mi mirada se dirigió hacia mi madre.
— Lucas... — repite mamá tratando de recordar — ¿el chico que vino hace algún tiempo con tu amiga Alice?
— Eh...
— Sí, ese — afirmó Isaac antes que yo.
— Oh... bueno, al menos ya conocemos al chico — y sonrió nuevamente —. Prepárense, pronto estará la comida.
— Bien... iré a mi habitación, ahora vuelvo — tomé mi bebida y subí a mi habitación ignorando a Isaac.
Arreglé un poco mi cama y me senté en ella, respiré profundo y tomé mi celular. Tenía algunos mensajes de Lucas
Mensaje de: Lucas:
¿Llegaste bien a casa? :)
Mensaje a: Lucas:
Sí, llegué bien gracias 🙂
Mensaje de: Lucas: