Recordaba las horas con los psicólogos, las sesiones de ejercicio forzado para obligar a su cuerpo a seguir respirando cuando su alma ya no quería.
Recordaba lo difícil que fue aprender a vivir sin él.
Y ahora... él regresaba. Así, sin más.
Con una carta vieja como única explicación.
Yunari cerró los ojos mientras la nieve caía sobre su cabello.
Un sollozo se le escapó de los labios, ahogado, inútil.
Pensó:
"Tal vez... alejarme de Raewon sea lo mejor para mí."
"Esta carta no borra los años de dolor. No borra las cicatrices."
"Ni siquiera tuvo el valor de pedirme perdón de frente."
"¿Entonces... por qué debería perdonarlo yo?"
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Editado: 04.09.2025