Sabía que algo pasaba, mis padres estaban últimamente muy ocupados, agobiados y serios.
Les preguntaba una y otra vez "¿todo bien? ", pero siempre tenía la misma respuesta "sí hija, tranquila", ya dejé de preocuparme, hasta que hoy...
-Mamá: María, cariño, ¿podemos hablar un momento?
(Mis padres estaban sentado en el sofá, yo sentí un escalofrío, sentía... ¿Miedo? Ni yo misma sé.
-María: Sí obvio, ¿qué pasa, todo bien?
-Papá: Sí hija, pero, ¿Recuerdas que te dije lo mucho que me gustaba el campo, el pueblo, y que me gustaría mucho vivir allí?
-María: Sí...?
(Creo que ya no hacía falta que hubieran seguido hablando, entendía y sabía de que se trataba este asunto)
-Mamá: Bueno, María, siempre has sido muy inteligente, supongo que ya sabes de que va la cosa, ¿Estas de acuerdo en ir a vivir allí?
-Papá: Entendemos que no quieras, cariño. Madrid y Zamora no tienen nada que ver, pero creo que sería una buena idea cambiar de aires, y llevar una vida más saludable en el campo.
(¡Claro que no quiero dejar Madrid! ¡Mi ciudad!, aquí nací, crecí, aprendí... ¿Y mis amigos?)
-María: Claro, ¿por qué no?
(¿En serio creíais que arruinaria el sueño de mis padres de llevar una vida rural? No soy tan egoísta. Y además, también me vendrá bien un cambio de aires, estoy apunto de entrar a Bachillerato, y será una oportunidad de conocer gente nueva.)
-Papá: bueno hija, trata de aprobar 4 de la Eso, pues este verano, nos iremos allí para no volver.
(Me agobió ese "para no volver", pero bueno, creo que es lo mejor)
Editado: 18.09.2019