Creo que fue el viaje más corto de toda mi vida.
O al menos así lo sentí.
El cansancio se apoderó de mi cuerpo y para cuando desperté ya habíamos llegado a nuestro destino. Mientras me despertaba por completo Ethan ya estaba cargando las cosas en el uber y colocaba a Rex en su regazo. La verdad es que quedé parada frente a la puerta trasera del auto como 5 minutos, mirando como un zombie sin saber muy bien si subir o acostarme en el suelo a dormir. Al final Ethan tuvo que estirarme a su lado para que me sentara, y así pueda dormir unos minutos más hasta llegar a nuestro dulce hogar.
Que para mí sorpresa, era el mismo apartamento que tenía antes de que pasara todo lo trágico.
En ese momento no dije nada, solo me dispuse a observar todos los muebles y el aspecto tan cálido que tiene ahora, ya no es un lugar neutro y frío, sino acogedor. Me concentré en acomodar nuestra pocas cosas en su lugar y traté de acostumbrarme a la idea de compartir la habitación con Ethan. Es que oficialmente nunca vivimos juntos.
Él se ha ido a ver cuando traeran su auto, Rex está durmiendo cerca del sofá y yo estoy parada en medio de la sala, observando a mi alrededor y viendo como han cambiado las cosas.
Hace unos años estaba aquí, prácticamente como una arrimada o en un caso más extremo, como una sumisa.
Este lugar realmente me trae más recuerdo horribles que buenos. Aunque los recuerdos bonitos no salen de mi mente, como por ejemplo las veces que tuvimos sexo, cuando discutíamos por cosas tontas pero terminábamos riendo, y momentos así. Sin embargo, no puedo evitar recordar como aquella vez llegué aquí con el corazón desbocado y lo único que encontré fue vacío y silencio. Aún puedo sentir como el corazón se me estrujaba en ese momento...
Sacudo la cabeza y ahuyento esos pensamientos. Tengo un grave problema con olvidar el pasado, me parece tan difícil dejar todo atrás y continuar con mi vida fijándome en lo bueno que tengo ahora, al final termino atormentandome por cosas que pasaron hace tiempo y no logro ser feliz del todo.
Tengo que concentrarme en que ahora estoy con Ethan, que por fin, después de tantas cosas, estamos juntos. Vivimos bajo el mismo techo, tenemos un perro y somos felices. No puedo pedir más.
Camino por la sala viendo que hacer mientras espero a que llegue Ethan. Realmente no hay nada. Todo está limpio, recién son las 11 de la mañana y tengo entendido que él traerá el almuerzo así que no tengo nada que hacer.
Aunque...
Me dirijo rápidamente hasta la habitación y busco entre mi ropa algo provocativo que ponerme. Opto por un babydoll negro de encaje que tenía guardado hace tiempo y que no me animaba a usarlo porque bueno, he subido un poco de peso.
Decido darme primero una ducha y luego me pongo el angelical atuendo que escogí. Me encuentro vestida, perfumada y encremeda con humectantes, no me queda más que esperar a que mi Grey aparezca.
Camino hasta la cama y luego hasta el espejo. Bueno, estoy regularmente sexy. Mis caderas aumentaron de volumen así que me veo más voluptuosa. Lo único malo es la lonja que se hace visible en mi antiatletico abdomen.
Pero nah.
Voy de nuevo hasta la cama y me siento. Me pongo de pie. Me acuesto.
No encuentro una buena posición para esperarlo.
—No creo que ponerme de 4 funcione—pienso en vos alta y frunzo el ceño mientras me paro al borde de la cama y observo el colchón—No sé si será mejor sentarme, o quedarme parada esperando—pongo un dedo bajo mi mentón en una posición pensativa—. Bueno, tal vez sea mejor solo sentarme y esperar.
—Me parece o estás hablando sola.
Pego un pequeño brinco cuando escucho su voz detrás mí. Giro rápidamente para mirarlo y él recorre mi cuerpo con su mirada.
—Vaya—dice con aparente sorpresa, sus ojos reflejan un brillo perverso—Nunca te había visto con esa clase de ropa.
—Lo encontré entre mi ropa así que decidí probarmelo.
—¿Solo probartelo?
—Si—miento.
—¿Entonces por qué hablabas de posiciones?—alza una ceja y acerca lentamente.
—Yo...
Me quedo sin aliento cuando rápidamente se acerca y sus manos atrapan mis caderas, hundiendo sus dedos sobre la tela en mi piel, atrayendo mi cuerpo al suyo.
—Estas jodidamente sexy—ronronea en mi oído y mi piel se eriza al instante—. No aguanto las ganas de quitartelo.
—Entonces hazlo.
Sin esperar siquiera un minuto, sus manos se apoderan de mí ropa y de pronto el sensual atuendo cae al suelo, dejándome solo con la epa interior, sin nada más. Observa mí cuerpo con tanto deseo que siento arder cada parte de mi.
—Pero esta vez será difente—detengo el paso de sus manos hacia mis pechos y hago que los baje para poder poner mis manos en su abdomen.—Hoy es mi turno.
Deslizo su remera hacia arriba y se lo quito para dejarlo en el suelo y así poder proseguir con el resto de su ropa.
Una vez que lo dejo a mi merced hago que de la vuelta y lo empujo lentamente hasta que caiga de espaldas sobre el colchón y así pueda quedar a horcajadas sobre su entrepierna..
—Creo que te he descuidado un poco—susurro mientras tomo su miembro entre mis manos y lo acaricio de arriba abajo.
—Oh señor—gruñe y aprieta sus dedos en mi pierna cuando aumento el ritmo de mis caricias.
Sonrío victoriosa al ver como su cuerpo responde efectivamente, como deseo. No puedo evitar sentir como mi cuerpo arde con tan solo sentir su virilidad entre mis manos y verlo tan encendido.
Prosigo con mis "caricias" sin detener y sin disminuir el ritmo, haciendo que cierre los ojos y de vez en cuando tense la mandíbula.
Cuando logro mi cometido, dejo que acabe en mi mano y me quedo observándolo, encantada al ver su rostro, al ver su cuerpo bajo el mío. Al levantar sus párpados veo como sus ojos brillan de lujuria y de un momento a otro se sienta, haciendo que quedemos uno frente al otro.
—Sabes perfectamente como encenderme—su voz se oye tan gruesa, tan sexy.
Editado: 17.03.2021