5 meses después.
—Por favor ya deja eso—me pide Ethan por enésima vez—. No quiero que te esfuerces mucho, le dará daño al bebé.
Ruedo los ojos y lo miro con mala cara.
-—Ethan solo estoy llevando los bocaditos, no seas tan dramático.
—Solo me preocupo por la salud de nuestro hijo.
—Hija—lo corrijo.—De todas formas, sé lo que debo o no hacer, y no haré nada que pueda hacerle daño.
—Hija—imita mi voz.
—Sentirá que no la quieres y cuando nazca no te dirá papá.
Se ríe y niega con la cabeza antes de acercarse a mi.
—Amo a nuestra hija—dice y me besa en la frente.—Aunque confieso que me hacía mucha ilusión tener un niño.
—Es mejor así, heredará mi belleza y no saldrá feo como su papá—bromeo.
—Pues sería mejor que saque la fealdad de su padre y no el carácter de su madre, porque ufff, pobres de sus amigos que tendrán que soportarla.
Le doy un codazo y me hago a un lado para ir al patio donde los demás nos esperan.
—Sabes que te amo—me dice pero lo ignoro.
Solo yo tengo que ganar en las bromas. Ash.
Llego al patio y camino hasta la mesa para dejar la bandeja. Busco a Gabriela con la mirada y la veo venir junto a mi acompañada de su amado novio. Ella tuvo la grandiosa idea de organizar el "baby shower" para Emma (así queremos llamar a nuestra hija) . Desde un principio le dije a Gaby que no era necesario todo esto pero insistió tanto que al final no me quedó de otra que aceptar, porque aquí están todos mis seres queridos, incluyendo a mis padres, a quienes no veía desde hace tanto tiempo pero me alegra saber que están felices con la noticia de que van a ser abuelos. También está Bizcocho, Nico, la madre de Ethan, y hasta Alejandro.
Oh si, ¿pueden creerlo?. Respondió un post sobre mi embarazo en instagram y pidió, casi suplicó, que lo dejara venir para darle al menos un regalo al bebé, y bueno, luego de hablarlo con Ethan, decidimos permitirle venir. Y aquí está, junto con una mujer que tengo entendido es su novia.
—Espero que Emma no herede el carácter de su padre—bromea Nico al acercarse con Gaby.
—Esperemos que no—dice Gaby y ambos se ríen, contagiandome sus risas.
—Mientras no herede su poca belleza, todo bien—alzo las manos y me río.
—¿Quién está hablando de mi belleza innata? —Ethan aparece detrás de nosotros y se coloca a mis espaldas, poniendo sus manos sobre mi vientre.
—¿Belleza innata? Pff, fealdad innata tal vez—me burlo.
—Pues así me amas, así que no me quejo—me da un beso en la cabeza y sonrío.
Ethan se va un momento con Gaby y Nicolás hasta la cocina para traer los demás bocaditos y yo aprovecho para llamar a Rex para que juguemos un momento. Ahora con mi embarazo y mi trabajo paso menos tiempo con el así que cuando tengo oportunidad o día libre trato de pasar con el lo más que puedo.
Ethan insistió en que dejara mi trabajo y que me quedara en casa todo el tiempo para cuidarme, cosa que vi innecesario ya que al menos hasta que esté de 7 meses todavía puedo trabajar.
—Pronto tendrás un hermanito—digo mientras acaricio a Rex.
No sé muy bien si a Rex le gustará la idea de tener un hermanito humano, pero creo que acostumbrara, así como yo me acostumbro a tener que cargar con la barriga tan pesada todo el tiempo. Me arrepiento de haberme quejado de mis kilos en algún momento de mi vida.
Rex va en busca de su pelota y cuando la encuentra me lo trae para que se lo lance. Lo hago y él va corriendo para traerla de la vuelta, dejándola frente a mis pies lleno de baba.
—Muy bien hecho Rex, pero para la próxima no le dejes tanta baba.—hago una mueca y él ladra.
Niego con la cabeza al ver como toma la pelota y se va corriendo a otra parte para jugar con ella, o darle mordiscos. Regreso hasta la mesa y veo a Ethan pararse en medio del patio con un vaso en la mano, cosa que me parece muy extraño y tierno a la vez.
—Su atención por favor—alza la voz para que podamos oírlo y decido acercarme más.—Sé que hoy es un día para agasajar, por así decirlo, a nuestra bebé que viene en camino, pero no puedo evitar querer decir algunas palabras.—me observa y baja el vaso para acercarse un poco más, quedándose a unos pasos de distancia—. Quiero decir que estoy maravillosamente feliz de tener a esta mujer a mi lado. Creo que todos saben lo imbécil que fui con ella y lo mal que me porté en muchas ocasiones, y sé que realmente no la merezco—baja un poco la voz y parece ponerse melancólico—porque ella es verdaderamente una mujer maravillosa. Es preciosa, dulce, buena, honesta, bondadosa y todos los sinónimos bellos que hayan en este mundo, porque las palabras para describirla me faltan.—deja el vaso sobre la mesa más cercana a él y luego camina hasta mi para tomar mis manos—. Estoy tan agradecido porque me hayas elegido, por ser la madre de nuestra futura hija y por ser la mujer que me cambió la vida.
Sonrío y unas lágrimas caen sobre mi mejilla al escuchar todo eso tan bonito que dice.
—Tengo tanto que agradecerte—continúa—, y por todo eso quiero decirte que intentaré ser el mejor hombre para ti, el mejor padre para nuestra hija y para nuestro perro, y el mejor doctor para poder cuidarte siempre, porque sin ti no soy nadie.—suelta una de mis manos y pone la suya en mi mejilla.—Te amo Paula.
Nos quedamos en silencio un momento hasta que todos aplauden. Yo no puedo evitar llorar de tanta emoción.
Me seco las lágrimas y espero a que cesen los aplausos para hablar.
—La verdad es que no sé como responder a todo eso tan bonito que dijiste, pero hay algo que quiero decirte con toda la sinceridad del mundo.
—Dime—sonríe.
—Te amo Ethan, con todo lo que tengo—repito las palabras que me había dicho hace un tiempo.
Lo abrazo lo más que puedo y cierro los ojos. No puedo pedir nada más que esto, tener a mi familia, mis amigos, tenerlo a él. Es todo lo que necesito en esta vida.
Editado: 17.03.2021