Por Siempre

Capítulo 5: Sin comentarios

Capítulo 5: Sin comentarios

Thomas se despierta agitado, su magia recorre su cuerpo listo para atacar y defenderlo de cualquier posible peligro, pero cuando Thomas mira a su alrededor nota que sigue en la universidad, justo donde se recostó a descansar después de almorzar mientras esperaba que tuviera que ingresar a su última clase. Los gritos aún hacen eco en su memoria, un frío recorre su cuerpo de pies a cabeza y un temor se instala en su pecho. Agarra su teléfono y comprueba que Arthur o Ángel no le hayan enviado un mensaje.

No hay nada. Apoya las palmas sobre el pasto y libera pequeñas ondas de magia para ver si reacciona con algo a su alrededor, pero aparte de los hombres lobos en la universidad no siente nada más. Thomas respira tranquilo. El collar que lleva de nuevo sobre su pecho se siente caliente por sobre la tela. Deberá contarle a Arthur sobre el sueño que acaba de tener y cómo reaccionó el collar a este, no puede ser bueno.

Ángel observa atentamente a Mike mientras este se retuerce bajo su atenta mirada. El hombre lobo se había calmado y se apartó de su lado como hace una hora, pero no se ha movido muy lejos de su lado desde entonces. Ángel lo encuentra un poco chistoso, pero sobre todo lo encuentra invasivo. Ser un hombre que es presa de sus instintos por sobre su raciocinio es peligroso, aunque el peligro no sea precisamente para él no significa que sea menos peligroso.

—Lo siento, todo esto es muy desconsiderado de mi parte. —Mike se disculpa por tercera vez, Ángel solo lo mira sonriendo, perplejo por la actitud mansa que tiene pese a su tamaño.

—No hay drama hombre, entiendo que sea algo con lo que no tienes mucho control. —Ángel entiende, y aprecia el esfuerzo de no hacer esto más incómodo de lo que ya es.

—Entonces… ¿Estás soltero? —pregunta él, a lo que Ángel ríe.

—Sí, estoy soltero. Y antes que preguntes: sí, soy bisexual. Pero antes de que te hagas ilusiones déjame decirte que para meterte en mis pantalones necesitarás más que un buen cuerpo y una cara de cachorrito. ¿Quedó claro? —Mike lo mira asombrado.

Su pareja le está admitiendo que tiene una oportunidad, que le dará una oportunidad para conquistarlo. Un calor abrasador recorre su sistema llenándolo de alegría y placer. Desde que el hechizo que encubría el aroma de Ángel se deshizo y lo encontró puede sentirse más contento y animado que en mucho tiempo, saber que su pareja es bisexual y que está abierto a una posibilidad hace vibrar su cuerpo de emoción y anticipación extendiendo por su cuerpo el calor abrazador de la persecución.

—Oh… No tienes idea lo claro que quedó. Te voy a conquistar a como dé lugar. —Dice Mike seguro de sí mismo, prometiéndole de frente a Ángel quien traga fuerte al ver el desafío directo de Mike.

—Me encantará verlo, Mike. —Las miradas de ambos jóvenes no se apartan hasta que un sonido fuerte y fingido de arcadas se escucha de fondo, rompiendo el ambiente y el duelo de miradas.

Max los ve a ambos con cara de burla, principalmente dirigido a Mike quién huele fuertemente a excitación, cosa que Max les hace saber inhalando profundamente y poner su cara de asco. Mike se sonroja, Ángel sonríe descarado ante las payasadas del hijo del alfa.

—No estaría tan burlón, Max. Falta poco para que cumplas veintiuno. —Cuando el druida terminó de hablar el pelinegro dejó de sonreír y lo miró ceñudo.

—Cállate. —Fue su débil defensa.

—Esperen, ¿Qué tiene que ver que cumpla veintiuno con encontrar pareja? —Ángel sabe sobre las parejas destinadas, sabe lo importante que son para los hombres lobos y su manada.

Ambos chicos se miran fijamente, hablando entre ellos en un entendimiento secreto, donde Mike es quién hace la pregunta a Max con la mirada y espera la aprobación, Max tarda unos segundos en aceptar, pero lo hace.

—Los veintiún años es cuando tanto hombres lobos como humanos terminan de desarrollarse en general, no digo que a todos el proceso sea igual, pero si que a la mayoría. Es ahí cuando se establece por completo hasta el punto de sentir la conexión entre el hombre lobo y su pareja, antes de ello el vínculo al igual que el cuerpo se está desarrollando. —Ángel queda asombrado por la información que le acaba de regalar Mike.

—Wow. Eso es bastante fantástico. Han pasado como mil preguntas más sobre ese tema ahora mismo, amigo. —Max sonríe ante el apodo.

Max al ser hijo del alfa es quien lo ha acompañado desde que tuvo edad en las reuniones de manada con el consejo y también con personas y seres ajenos a ellos. Ha visto más cazadores que la mayoría de sus amigos y también los ha visto en acción, lo peligroso y letales que pueden llegar a ser con el tiempo y la preparación correcta. Aprendió a no dejarse engañar por las apariencias.

—Toda criatura sobrenatural tiene su historia, su manera de funcionar, de solo ser. Si aún no sabes eso significa que aún te falta conocer muchas cosas. —Mike le cuenta a Ángel, quien asiente de acuerdo.

—¿Podríamos cambiar números de teléfono? Ya que mi hermano y yo somos nuevos en la ciudad y nuestros padres trabajan juntos sería conveniente estar en contacto. —Ángel mira a ambos hombres lobos y estos se ponen de acuerdo, sacando sus teléfonos celulares.

Thomas está parado frente al cartel que dice “Clase 3-B”. Ha estado frente a la puerta de esa aula por unos minutos, esa aula está en la tercera planta por lo que nadie podía atraparlo antes de que sonara el timbre, no creía poder dormir luego de la pesadilla que tuvo. Apenas llego, noto que hay muchos asientos vacíos. Toma el lugar junto a la ventana para poder mirar el exterior durante la clase, su mente seguía repitiendo la sensación de estar atrapado en el vacío infinito rodeado de muchos aterradores lamentos.




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