Capítulo 8 Encontrar respuestas
Thomas está sentado en la mesa junto a Max, Arthur y Ángel están sentados frente a ellos, este último con una sonrisa de burla hacia su hermano quien se está retorciendo bajo la mirada del mayor, quien no ha dejado de ver a los recién llegados con intriga y preocupación.
—¿Qué sucedió? —Arthur pregunta, a lo que Max y Thomas se miran y el hombre lobo decide tomar la palabra y explicar.
—Thomas estaba sentado bajo un árbol con Laila, mi compañera de manada, en horario del almuerzo platicando, Lucio y yo nos acercamos para presentarnos y socializar un poco, pero cuando le di la mano a Thomas sucedió algo extraño. —Max aún recuerda cómo el comportamiento de su alma gemela cambió de un momento a otro y fue rodeado por una energía poderosa y mágica que les entregó un mensaje.
—Fue como si entrara en trance y me habló a mí directamente. Me advirtió sobre qué tendría que pelear, que la “Sombra” está moviéndose y que la estrella es la llave, dijo algo sobre que el guardián es la clave y no se de su corazón la pieza faltante, o algo así. Luego de eso Thomas perdió completamente la conciencia, motivo por el que me asusté y decidí traerlo directamente aquí con usted.
Arthur solo mira preocupado a su segundo hijo, a su muchacho que junto a Ruth crió y ama como si fuera suyo, y para él lo es. Sabe porque Ruth se acercó a él para esta misión, sabe lo que debe hacer, pero el amor de padre que hay en él le frena y lo lastima.
—¿Ha pasado esto antes? —le pregunta Ángel, quienes comienzan a negar, pero es interrumpido por Thomas.
—Si, creo que es la segunda vez. —Ante la admisión de Thomas Arthur lo miró asustado.
—Segunda, ¿Cuándo fue la primera? —Ángel mira preocupado a su hermano, preocupado por no haber estado atento a estos eventos. Desde que llegó solo se ha centrado en poder instalarse en la ciudad y poder abrir el local lo más pronto posible, tranquilo de saber que nada podría entrar en un territorio de hombres lobos sin antes pasar por ellos, pero al parecer se equivocó.
—No te asustes Ángel, fue el lunes a la hora del almuerzo. Al parecer Lucio me encontró en trance y me hizo reaccionar. —Arthur asiente con pesar y no cometa que ya están por entrar al fin de semana.
Que Thomas le esté diciendo esto solo puede significar una cosa, el plan de Clarissa ha comenzado y que la guerra está a punto de estallar.
—Pensé que el collar evitaba que cosas así te sucedieran. —Ángel mira a Thomas, pero la pregunta va dirigida a su padre específicamente.
Ruth le había confiado el secreto del sacrificio de Clarissa a Arthur cuando apenas se habían conocido, y Arthur decidió compartir esa verdad más tarde en ambos niños. Su vida dependía de la confianza que se tenían como familia y de no guardarse secretos que rompieran esos lazos. Es así como ambos sabían del hechizo protector que posee el collar que hacía casi imposible de rastrear de forma mágica a Thomas en cualquier forma.
—El collar evita que lo rastreen, pero sea lo que sea que toma posesión de su cuerpo ya lo conoce. Ruth al parecer no me contó todo lo que debía. —Arthur camina furioso, porque esa es una muy buena razón para que la vieja bruja haya solicitado que se muden a este lugar específicamente.
—¿Qué quieres decir? ¿Que no rastreen a Thomas? ¿Qué está pasando? —Max suena asustado con cada palabra que sale de la boca de ambos cazadores, poniendo a su lobo cada vez más ansioso por la seguridad y bienestar de su pareja que se está acercando cada vez más a él en busca de consuelo.
—No creo que sea conveniente contarlo, pero viendo que tu padre es el alfa debo decirlo. Nosotros somos fugitivos del que apodan “Druida Oscuro”. —Max deja de respirar por un momento, sus ojos brillan de miedo por lo que acaba de oír.
—Venir a la boca del lobo es más seguro que caer en manos de ese sujeto. —Angel trata de chistar, acercándose a Thomas para apoyar su mano sobre su brazo y acariciarlo lentamente.
—Gracias por confiar en mí con esto, muchachos. Tengo que reunirme con tu padre y con Mike para ver qué podemos hacer por ti hijo, pero hasta que tenga contacto con unos conocidos no tendré forma de saber de quién es la causa. Mientras lo averiguo tienes completamente prohibido estar o ir a algún lado solo, alguien debe estar en todo momento contigo de ahora en adelante, ¿Queda claro? —Arthur ve a Thomas sorprendido por la orden que le acaba de dar, pero asiente después de unos momentos.
—Yo y mis amigos nos encargaremos de vigilarlo en la universidad señor. —Le asegura Max al cazador, quien lo mira agradecido por la oferta.
—Muchas gracias, Max. ¿Puedes también llamar a tu padre e informarle que iré para allá?. —Max asiente un poco reacio,
Ángel se ha mantenido callado en todo momento, aunque suele ser muy charlatán hay momentos donde su cerebro decide darle un respiro a sus pensamientos que corren a miles de kilómetros por hora y detenerse a observar. Ángel es el mejor observador de los tres cazadores de la familia, es por ello por lo que es el primero en notar la extraña e íntima dinámica que hay entre Max y Thomas, principalmente de este primero a su hermano. Max está cerca de Thomas, su brazo extendido para darle consuelo a Thomas como si se conocieran de toda la vida y lo que para Ángel resulta más sorprendente es como Thomas permite que Max esté en su espacio personal sin activar ninguna de sus guardias sutiles o defensas que tan arduamente han entrenado al ser ambos cazadores.
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Editado: 05.08.2024