Abby
ᅳHermanita... Hermanita, despierta.
Estaba dormida, tan profundamente que ni siquiera desperté con el ruido de las sirenas provenientes del carro-policía fuera de casa. Llevaba pijama puesto, debía de ser demasiado tarde para cuando mi hermano entró en mi habitación y me sacó de ella, cargándome en brazos.
No entendía lo que pasaba, entonces pensé que estaba dormida y que aquel era otro de mis muchos sueños extraños sin ningún tipo de sentido. Antes de que Christian me subiera en el asiento trasero de su coche, conseguí ver de reojo a papá y a Katherine. Lucían preocupados, pero ellos no me alteraron ni en lo más mínimo, a diferencia, lo único que consiguió despabilarme un poco fue el contacto visual con Bárbara. Ella lucía aterrada. Ella estaba aquí, con ellos, pero... ¿qué hacía ella aquí?
No entendía absolutamente nada de lo que estaba ocurriendo.
ᅳChris... ¿Qué está pasando?
Él me observó de reojo desde el asiento del conductor. No tardó mucho en echar a andar el auto. Me sonrió, como queriendo alivianar un poco el ambiente y me aconsejó que descansara.
ᅳNo me trates como a una niña pequeña, Christian. Tengo derecho a saber qué pasa.
Mi voz era adormilada, pero ya estaba actuando a conciencia. Algo extraño ocurría y tenía relación con mi familia, así que necesitaba saberlo.
ᅳMira, Abby, son cerca de las tres de la madrugada. Mañana tengo trabajo y tú tienes clases así que...
ᅳEs sábado.
Chris soltó una maldición y luego rió de su propio error. ᅳLo siento, perdona. Es que me han pillado desprevenido con todo esto... Vengo un poco bebido, pero funciono más o menos bien.
ᅳ¿Pero qué está ocurriendo?¿Por qué todo así de repente?
Christian se tomó su tiempo antes de responder. Había encendido la radio, estaban pasando un programa de ASMR, y la voz del locutor era en extremo sexy. Podría quedarme dormida fácilmente con aquel timbre de voz, quizá Chris lo había hecho adrede.
ᅳ¿Nuestra hermanita? ¿La recuerdas, no? ᅳcomenzó a decir con una voz que rozaba entre lo serio y lo graciosoᅳ. Resulta que nuestra Barbie no estaba en un bonito viaje como nos habían hecho creer papá y Kathy, la chiquilla estaba metida en unos aprietos y al parecer eran bastante graves. Ahora, ¿qué? Ni idea, a mí sólo me dijeron que te sacara de casa y eso es lo que estoy haciendo.
ᅳ¡Cielos...!ᅳExclamé en un susurroᅳ.No me esperaba esto, digo, sí, me esperaba algo así de ella, pero nunca pensé que ocurriría en verdad.
ᅳIgual yo.
ᅳEntonces, ¿ahora vamos a tu casa?
ᅳSí. Papá no me dio muchos detalles de lo que pasaba, pero me dijo que te quedarías todo lo que resta del fin de semana conmigo.
ᅳMe pregunto en qué clase de problema se ha envuelto Bárbara...
La pregunta me quedó dando vueltas por mucho rato. No la conocía lo suficiente como para estar segura acerca de qué era. Sabía que explotaba el uso de drogas, sabía que mentía ante su madre sobre su personalidad, sabía que era inestable y que tenía muy buenas calificaciones. ¿Qué cosa tan mala habría hecho? Quizá involucrarse directamente en el mundo del tráfico de drogas o... no lo sé, algo relacionado.
Pensé que al llegar a casa de Chris, la curiosidad no me dejaría pegar pestaña, pero me equivoqué, ya que el viaje en auto hizo que el sueño regresara a mí, y al parecer él también estaba soñoliento, pues ambos terminamos echados en su cama, e incluso le escuché roncar antes de yo perder la consciencia en el mundo de los sueños.
Eran cerca de las dos de la tarde cuando despertamos de manera oficial. Antes una llamada de papá nos había hecho abrir los ojos, pero de un momento a otro acabamos otra vez dormidos. Sin embargo, cuando ya nos encontramos alerta en nuestros cinco sentidos, nos comunicamos de nuevo con papá y le exigimos explicaciones.
Resultó que Bárbara tenía un novio. Un novio que nadie en la casa conocía, y que era un tipo bastante, bastante malo (tampoco digamos que ella era un angelito). El caso es que ellos estaban juntos, viviendo la vida loca, incluso ella estaba embarazada, pero acabó teniendo un aborto con toda la mierda que ingería o se inyectaba. Katherine había dejado constancia de la "desaparición" de su hija, pero al final terminó dándose cuenta de que no estaba desaparecida, ella sólo se había ido de casa, había congelado la carrera y andaba por ahí, feliz como lombriz, viviendo su vida, sin preocuparse por nadie más a excepción de ella y su novio.
ᅳSiento cierta pena por Katherineᅳme comentó Chris en el momento posterior a enterarnos de lo acontecidoᅳ, ella es del tipo de personas que añora y que hace todo lo posible por llevar una vida excesivamente correcta. Ha de estar destrozada con todo esto.
Chris y yo teníamos una especie de desayuno-almuerzo. Disponíamos de papás fritas, jugo, galletas... Toda un menú raro, variando de lo salado a lo dulce. Él y yo éramos muy cercanos y solíamos estar de acuerdo casi en todas en las ocasiones. Casi.