Hunter
Había vuelto a caer en mi pasada costumbre de espiar a Abby. Bueno, no era espiarla en realidad..., digo, sólo la observaba dormir. ¿Eso no es espiar, o sí? Acepto que es raro, sí, pero no lo hago con mala intención. Además, no deseo despertarla cuando se ve tan relajada mientras duerme. Su cuerpo acurrucado está cubierto hasta la cabeza con las mantas, tan sólo tengo un poco de acceso a su rostro dormido. Es gracioso verla. ¿Cuánto llevaré haciendo esto? El tiempo parece pasar rápido, pero no lo suficiente. Quiero que despierte ya.
Nadie sabe que he vuelto. Básicamente lo primero que hice fue venir donde Abby, pero... la encontré de esa manera. ¿Y qué más podía esperar? No llegué a una hora prudente y además me marché sin decir nada. Quizá ella esté furiosa conmigo por eso. Diablos, no había pensado en ello.
En un momento tuve que esconderme, pues su padre entreabrió la puerta y echó un rápido vistazo a su hija dormida. Noté que estaba vestido para salir y lucía muy cansado. No se quedó todo el rato en el umbral de la puerta, sino que finalmente entró y acercó para quedar junto a Abby.
ᅳHija, despierta. Hoy tienes escuela.
Abby gruñó en respuesta y yo también me sentí molesto al notar que era Lunes. En consecuencia sabía que Abby iría a clases, lo que quería decir que no podría tenerla para mí hasta pasadas unas horas.
ᅳ¿Cuándo llegaste a casa?ᅳla oí decir entre quejidosᅳ.Ayer no te vi en todo el día, papá.
ᅳYa, ya, Abigail. Es un asunto complicado lo que pasa con Bárbara, lo sabes.
ᅳNo, no lo séᅳdijo oyéndose molesta. Su voz se volvió más dura y pareció despertar, pero no de muy buenos ánimos.
ᅳTengo que irme al trabajoᅳdijo su padre acercándose a la puerta del cuartoᅳ.Sé que he estado muy despistado de ti, hijita, perdóname. Tengo asuntos importantes ahora, pero te lo recompensaré, ¿sí? No te enojes con tu padre.
ᅳ¡Sólo quiero que me tomes más en serio! No soy la niña pequeña de antes, papá, puedes contar conmigo para tus problemas. Te ves estresado y casi ya no te veo en casa.
ᅳLo sé, lo sé. Perdón. Nos vemos en la tarde.
El padre de Abby no tardó más de un segundo en salir de la habitación. Ella aparentaba estar furiosa y lo comprobé al ver cómo se quitaba la polera del pijama y la arrojaba enojada contra la puerta que ahora estaba cerrada.
Decidí que ya era hora de salir de mi escondite. Así que cuando ella estuvo mirando en otra dirección, me aproveché para atraerla a mi cuerpo y abrazar la piel suave de su estómago. No era la mejor manera de saludarla después de aquella larga ausencia, pero necesitaba sentir su pequeña anatomía. Sentir su aroma dulce y esconder mi rostro en el hueco entre su barbilla y hombro fue algo exquisito. Bueno..., fue exquisito hasta que ella soltó un chillido horrible e intento golpear mi miembro, cosa que por fortuna no consiguió.
ᅳCalma, soy yoᅳ.Aún estaba sujetándola, ella no se había podido librar de mí agarré. Sin embargo, la volteé para que pudiera observarme y comprobar que sólo se trataba de mí.
ᅳ¡Tú, idiota!ᅳNo me esperaba que dijera eso. Pero contrario a sus palabras y a la expresión molesta en su rostro, ella me abrazó pasando sus brazos de modo desesperado alrededor de mi cuello.ᅳEstaba muy preocupada por ti, no vuelvas a hacer otra estupidez parecida. No vuelvas a hacerlo.
La estrujé contra mi cuerpo y la elevé del suelo para que no quedara una diferencia tan enorme entre nuestras esturas. Ella entendió el mensaje y entrelazó sus piernas alrededor de mi cadera. Para cuando volví a ver su hermoso rostro noté como algunas lágrimas salían de sus ojos.
ᅳOh, Abby... No llores, estoy contigo. No voy a irme de nuevo.
Ella negó con la cabeza y otra vez la expresión enojada predominó en su rostro.ᅳLo sé y pobre de ti si acaso lo hicierasᅳEra gracioso que me amenazara, y me causaba risa porque me parecía lindo que lo hiciera. Estaba loco. Ella podría prometer acabar con mi vida y yo caería como bobo ante ella. La amaba de un modo raro.
ᅳPensé que estarías furiosa conmigoᅳmurmuré poco antes de atrapar sus labios en un beso húmedo y desesperadoᅳ.Prometo contártelo todo, aunque no es algo cómodo de tratar.
Ella asintió y entonces bajé mi vista a su sujetador, el cual era negro y de encaje, y justamente yo tenía una fijación latente con ese tipo de sujetadores.
ᅳYo... tengo que ir a clases luego y en serio no puedo faltar hoyᅳme avisóᅳ.¿Te importaría esperarme a la salida?
ᅳ¿No prefieres que hipnotice a tus profesores?ᅳsugerí. No estaba bromeando, pero ella se lo tomó al parecer de ese modo.
ᅳ¿Pasarás por mí?
ᅳSeguroᅳVolví a insistir para juntar nuestras bocas y al rato ella paró el beso. Al parecer yo estaba siendo demasiado absorbente al momento de tomar su boca. Y es que ni siquiera quería dejar de tenerla en brazos. Si fuera por mí, detendría el tiempo y me quedaría junto a ella hasta que nos hartáramos de tanta tranquilidad.