Hunter
¿En serio me quedaba esperando por horas en su habitación sólo para verla, y cuando finalmente ella llegaba lo único que obtenía como recompensa era ser usado como almohada? Abby podía ser realmente cruel a veces.
Sabía que había estado con Adam aunque ella no me lo había dicho, y sí, me enojaba saber que estaba con él, pero no porque no confiara en ella, sino porque sabía muy bien que a ese perro mugroso le continuaba gustando mi novia, y claro que en él no podía confiar.
En momentos en que veía como ella dormía, sentía enormes deseos de también poder hacerlo y aunque lo intentaba resultaba siendo una tarea imposible. Tenía parpados, pero no era suficiente con eso para lograr caer en un sueño. En mi caso, querer no era poder.
ᅳTengo hambreᅳescuché decir Abby, a pesar de que estaba seguro de que dormía. La miré confundido y la escuché gruñir y avisar de nuevo que tenía hambre. Sonreí. Ella hablaba dormida.
ᅳ¿Tienes hambre, bebé?ᅳreí por la bajo y añoré que me respondiera. Finalmente iba a divertirme un poco, aunque estuviera dormida.
ᅳSíᅳrespondió enojada. Diablos. Era increíble lo adorable que lucía, quería devorarla a besos.
ᅳPuedes comerme si quieresᅳsugerí en lo que cruzaba los dedos para que ella siguiera el hilo de mi platica.
ᅳ¿Estás hecho de dulce?ᅳ Bingo. Estaba resultando.
ᅳClaro que sí. Pruébame.
Acerqué mi boca a la suya e intenté besarla, pero no resultó del todo como yo quería, pues ella no esperaba un beso, sino que algo para comer. La escuché gruñir mientras concluía mi intento de beso que acabó siendo más frustrado, así que me separé para no incomodarla.
ᅳ¡Tengo hambre!ᅳexclamó con voz enojada.
ᅳPrincesa, no tengo nada...ᅳDecidí que lo mejor era hacerla reaccionar. Por lo que pasé mi mano con cuidado sobre su cara, intentando así que mi tacto la sobresaltara de alguna manera. No tomé en cuenta que ella pudiera intentar comerse mi mano... o que me acabaría mordiendo el dedo pulgar.
No dolía, pero tampoco era agradable sentir como sus dientes intentaban perforar mi piel. En un principio planeé quitar mi dedo de su boca, pero después de morderlo, empezó a chuparlo y... debo admitir que aquello no se sentía nada mal. Sin embargo, mi mente perversa empezó a maquinar una situación diferente, una situación en donde ella también chupaba, pero no exactamente mi dedo.
ᅳ¿Umtel?ᅳMi nombre había sido dicho de manera casi ininteligible por una Abby confundida, de ojos bien abiertos y con mi dedo todavía en su boca.
Sonreí y le di un beso en la frente.ᅳ¿Está rico?
Ella quitó mi pulgar de su boca. A pesar de que había poca luz noté un leve rosado en sus mejillas.ᅳ¿Por qué estaba tu dedo en mi boca?
Reí ante su incredulidad y la acerqué más a mi cuerpo, mucho más de lo que ya estaba.
ᅳTú lo pusiste ahí, princesa.
ᅳ¿En qué momento?
ᅳPues me dijiste que tenías hambre y yo... no sabía que tenías esa clase de apetito.
ᅳLo siento, no me di cuentaᅳse excusó enseñándose todavía avergonzada. Era divertido verla así.
ᅳNo hay problemaᅳdije con calma, pero luego otra idea cruzó mi cabeza y me mostré totalmente serio, observándola con fijaciónᅳ, o bueno, quizá sí haya uno.
ᅳ¿Qué ocurre, Hunter?
Sus enormes y bellos ojos me miraban con atención. A pesar de que lucía adorable, yo conseguía de todos modos pensar cosas obscenas.
ᅳOcurre que con todo esto ahora me ha dado hambre a mí...ᅳdije susurrando para causar un efecto más profundo en ella. Me acerqué a besarla y fui pasando de su boca a su cuello. Poco a poco conseguí ganar confianza y terminé posicionándome sobre Abby con cuidado mientras ella mantenía los ojos cerrados y se dejaba llevar.ᅳEntonces, princesa, ¿me dejarás probarte?
ᅳApenas esta mañana terminó mi periodo, no creo que...
Siseé procurando ocultar la risa que sentí en ese momento. Me había olvidado de ese detalle.ᅳNo pasa nada, puedo probar otra parte de ti, ¿no?
Ella no dijo nada y para mí aquello significó una afirmación a todas mis peticiones.
Puse mis manos en la parte inferior de su remera y comencé a subirla lentamente hasta conseguir quitarla del todo. No llevaba ropa interior así que fue más fácil tener acceso a su cuerpo.
Antes de comenzar a besar sus senos, los quedé observando por un momento. Tenía una piel lisa que me provocaban unas enormes ganas de devorar. Era exquisita.
Quedé fascinado cuando empecé a lamer su piel. Tenía un olor encantador, que no estaba seguro de si era a vainilla o chocolate, tal vez se tratara de una mezcla de ambos.
ᅳMe has mordido...ᅳMe detuve apenas la escuché decir esas palabras.
ᅳLo siento. No sé por qué aparecieron así de repenteᅳSospecho que entonces me asusté más que ella ante mi reacción. Yo no quería morderla, pero los colmillos estaban ahí.