Abby
Había dictado mi sentencia al decirle que sí a Matthew.
Maldición. ¿Será que me había pillado demasiado desprevenida?
¿Y por qué se le había ocurrido seleccionarme a mí entre tantos? Mis notas no eran de las mejores como para ir a representar a mi escuela en el concurso de Matemáticas anual.
¡Qué mal! Y todo porque Fei se había retirado anticipadamente...
Esto era triste y preocupante.
Ahora pasaría toda la semana restante antes del concurso estudiando como si no hubiera mañana.
¿Por qué? ¡¿Por qué?! ¿Por qué diablos le había dicho que sí?!
ᅳAbigail, ven acaᅳPerfecto, pensé. Era la hora de salida y Matthew me había encontrado y llamado, seguramente para decirme que había cometido un grandísimo error y que en realidad yo no debía participar en ese concurso para genios de las matemáticas.
ᅳ¿Sí?ᅳTenía toda la fe puesta en que se hiciera realidad lo que añoraba, porque de seguro haría el ridículo en ese concurso.
ᅳQuiero hablar algunas cosas con respecto al concurso. Por cierto, revisé tu examen de la mañana y tuviste 20 puntos de 22.
ᅳ¡¿En serio?!ᅳBueno... quizá hubiera tenido 19 si Matt no me hubiera dicho que la primera era la C.
ᅳTe equivocaste en la primera, tenía dos puntos esa.
ᅳ¡Pero puse la C!ᅳAquello me sorprendió todavía más. ¿Matthew me había jugado una broma? ¡Oh, maldito! Y yo que confiaba tanto en él.
ᅳExacto...ᅳEstaba serio, pero una sonrisa burlona se dibujó en su rostro. ¡Oh! Puto.
ᅳExijo que me subas la nota.
ᅳHey, estamos en la escuela. No le hables así a tu profesorᅳMe observó como si acaso estuviera reprendiéndome, pero yo sabía que lo hacía únicamente para aparentar frente a quién fuera que pudiera vernos.
ᅳLo siento, profeᅳGuiñé un ojo a Matthew y él rodó los ojos ante mi gesto.
ᅳAhora, con respecto al concurso... Tú y yo sabemos que sin Fei estamos en desventaja. En el grupo de competencia hay cuatro estudiantes además de ti, de tu nivel eres la única, los demás son de un curso más avanzado. Necesito que te esfuerces, ¿vale? Yo voy a ayudarte. Te enseñaré horas extras. Toda la semana estaremos estudiando, ¿de acuerdo?ᅳA Matti parecía importarle muchísimo aquel concurso. En verdad quería decirle que me sacara, ¿En dónde tenía puesto el cerebro cuando le dije que sí?
ᅳMatti... yo... No creo que...ᅳY como si acaso supiera lo que estaba a punto de decir, Matthew apoyó una mano en mi hombro y me dio unas leves palmaditas, animándome.
ᅳNo te eches abajo antes de empezar. Sé que puedes hacerlo, pequeᅳMe sonrió tiernamente y acabó dándome otra palmadita, pero esta vez en la cabeza.ᅳAtenta a tu móvil, por favor. Más tarde te llamaré para que veamos los horarios de estudio.
Asentí mientras hacía un lastimero puchero que representaba el desesperado sentimiento que ocupaba mi asqueroso ser.
ᅳMátenme...ᅳmurmuré, aunque sí lo había dicho lo suficientemente fuerte como para que Matthew lo oyera y se burlara mucho más de mí.
ᅳNo seas tan dramáticaᅳ¡Claro! Para él era muy fácil decirlo, ¡pués era un maldito genio!ᅳ, luego hablamos.
Matthew me abandonó antes de que si quiera pudiera empezar con la primera letra de la palabra "adiós". Quizá temía a que fuera a rogarle para que me sacara del concurso.
ᅳ¡Oye, tú!ᅳ.Me giré para ver a quién me había gritado. Era Georgina. No la había visto durante todo el transcurso del día.
Cuando estuvo frente a mí tuve la ligera impresión de que aquella chica de angelical rostro quería golpearme.
¿Por qué? Ni idea. Sin embargo con esa chica pocas veces se sabía.
ᅳ¡¿Cómo es eso de que Fei se ha ido?! ᅳParecía alterada, ¿y cómo no estarlo? A Georgina le gustaba Fei... aunque jamás se lo había dicho directamente.
ᅳSí, se ha ido, pero no tengo idea de por qué. Los horarios son muy diferentes como para llamarla, pero la he dejado un mensaje. Puedo avisarte apenas sepa cualquier cosa, ¿de acuerdo?
Gina asintió. Seguía pareciendo poco relajada.
ᅳVale, gracias, y... No sé, supongo que debí haber esperado que algo así pasara.
ᅳSí, pero se suponía que no sería tan de repente. Debimos haber tenido más tiempo para despedirnos y para hacer una fiesta también... Fue todo muy rápido.
ᅳ¡Chicas! ¿Ya supieron lo de Fei?ᅳAdam a había acercado a nosotras, cosa un poco rara, pues sabía que él estaba procurando evitarme. Leo estaba junto a él y había hecho un perezoso, pero simpático gesto a modo de saludo.
ᅳSí, ¿Y tú cómo te enteraste?ᅳpreguntó Georgina.
ᅳA mí me contó Leoᅳrespondió Adam. Entonces, como si acaso nos hubiéramos puesto de acuerdo, los tres observamos a Leonardo al mismo tiempo.