Por Siempre

Capítulo 33|"Rotthuahuas"

Hunter 

Empezaba mi segundo día en el trabajo y a pesar de que la hipnosis me había permitido ganar el puesto, manejaba el tema muy bien. Sobretodo en los cursos donde predominaban chicas. Sabía que era debido a que se quedaban en calma murmurando algo sobre mi aspecto. Era gracioso y a la vez molesto recibir tanto acoso. Según los rumores le estaba quitando el puesto de "Profesor guapo" a Leblanc.

La primera vez que Abby me vió en la escuela fue durante uno de los recesos. Ella estaba hablando con un chica cuando de pronto se quedó pasmada observándome, luciendo confundida de sobremanera. Pensé en acercarme para hablarle, pero justo entonces alguien me habló.

—¿Cómo estuvo tu primer día?—En mi primer día había conocido a algunos de los maestros, entre ellos Elizabeth. Ella impartía clases de Historia y al menos hasta entonces me había parecido que era una persona agradable, pero de todos modos yo no tenía ánimos de hacer amigos—. Supe que le agradaste a la mayoría, bien hecho.

—Sí, gracias—.Con disimulo busqué a Abigail, pero ya la había perdido de vista. Sin embargo, pillé a Matthew mirando en mi dirección. Él desvió la vista al notar que lo había descubierto. Era extraño. El día anterior se había acercado a darme la bienvenida sin muchos ánimos. Se suponía que el descortés era yo y no él, ya que como Abby decía Matthew era de lo más lindo, adorable, genial... todas esas mierdas ridículas que ella relacionaba con él.

—¿Y bien? ¿Qué opinas?—Ella se estaba riendo. Me había perdido demasiado en la conversación, ¿Había dicho algún chiste o algo así?—. Ahí está Leblanc, él también irá. Es algo que solemos hacer a fin de mes, juntarnos todos los maestros... sociabilizar un poco.

—Ah, genial—Sólo lo había dicho como opinión, pero ella al parecer lo tomó como que yo aceptaba ir a esa junta a "sociabilizar". Por otro lado quizá ir sería algo bueno, de ese modo podría conocer a Matthew y quizá me diera cuenta de que mis celos idiotas estaban equivocados.

—Será este viernes, después de que las clases terminen. Cualquier duda estaremos en contacto—Hice un gesto de asentimiento y ella siguió su camino. Otra vez busqué a Abigail y de nuevo no la encontré. De igual manera pronto tendría que verla. Era tiempo de darle clases.

*  *   *

—¿Qué ese no es tu novio?—Sabía que no era prudente escuchar conversaciones ajenas, pero en este caso me divertía mucho. La expresión de Abby era graciosísima. Ella no sabía que responderle a los curiosos.

—N-no, no—Dejé de escribir en el pizarrón al escuchar su respuesta. ¿En qué momento habíamos terminado? No, cariño, decir mentiras te traerá problemas.

—¿Cómo que no? Ya medio colegio los ha visto juntos antes—La chica que le hacía esas preguntas era demasiado entrometida.

—Estamos en clases y aquí sólo es mi maestro—, respondió mi novia. Oyéndose más segura que antes.

Yo no entendía mucho el drama. Nic me había advertido que debía ser discreto con respecto a mi relación amorosa en la escuela. Eso lo entendía y estaba siguiendo sus consejos. Entonces ¿Por qué molestaban a Abigail de todos modos?

—En ese caso no tendrás que estudiar, vas a ser la alumna favorita—El comentario había sido grosero, eso se notaba. Tuve el impulso de entrometerme, pero quizá eso sólo lo arruinaría todavía más. Me contuve.

—Que suertuda es Abby—Esta vez un chico había hablado. Me giré discretamente y lo observé mientras hacía como que ojeaba un libro. El chico estaba sentado en el asiento detrás de Abigail, junto a la otra chica molestosa.—Según los últimos rumores también es la alumna favorita de Leblanc.

—Sólo hablan idioteces...— atacó Abby, empleando un tono indiferente. En el fondo sabía que aquello le molestaba.

—No, no. ¿Y qué te enojas? Lo decimos en buena onda— , argumentó la chica.—Poder tener a los dos profesores más guapos de la escuela. Sí que eres un idolo. Te envidio un montón.

Noté que Abigail tenía el rostro escondido en sus libros, quizá intentando ocultar el rojo en sus mejillas producto de la vergüenza. Me sentí mal por ella. Estaba teniendo problemas por mi culpa y no podía hacer nada para ayudar. Aunque bien podría hipnotizar a todos los alumnos para que no relacionaran a Abby conmigo, pero ya había tenido que hacer algo parecido una vez y sí que fue un trabajo complicado. Probablemente todavía quede algún alumno por allí que crea que soy estudiante y acabará muy sorprendido cuando sepa que ahora soy maestro.

Cuando la clase terminó me quedé esperando a que todos salieran. Quería hablarle a Abby y al parecer ella también a mí, pues todo lo hacía con lentitud, demorándose a propósito más de lo necesario.



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En el texto hay: vampiros

Editado: 12.04.2018

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