13 años después
ᅳHe respetado tu decisión, amor. Lo he hecho en todo este tiempo, pero tu salud me preocupaᅳ dijo él a su amada mientras caminaban por las calles tomados de la mano . A veces a ella le parecía que su esposo era en extremo sobreprotector, pero aunque le molestara, le causaba gracia. Él, a pesar del tiempo, seguía amándola tanto o más que la primera vez.
ᅳEs normal que tenga estos malestares amor, estoy embarazadaᅳdijo ella con total naturalidadᅳademás no soy un Vampiro... y es complicado tener a un casi vampiro dentro a mí.
ᅳCuando estabas embarazada de Emma no resultó tan desastrosoᅳOpinó él.
ᅳEs porque no es hija tuyaᅳbromeó ella, pero su esposo no puso buena cara ante la broma. Él sabía que no era cierto, la pequeña de 4 años era la versión femenina calcada de él.
ᅳHablando de Emma, ¿Crees que fue buena idea dejarla a cargo de Derek?
ᅳHunter, por favorᅳella rió. Parecía divertida con las reacciones de su esposoᅳ, ¿Quién mejor que su padrino para cuidar de ella?
ᅳ¿Esa pregunta va en serio, Abby? Porque de verdad se me ocurren muchísimos otros nombres adecuados para esa tarea.
ᅳAmor, calma... ¿Qué podría salir mal?
ᅳNo invoques a la mala suerte, amor mío.
Él estaba más atento de lo normal hacia ella. Le parecía que el embarazo no iba bien. Emma no había hecho pasar tantos incovenientes a su madre, a diferencia del nuevo bebé, que con sólo 5 meses en gestación ya había hecho aparecer una panza enorme y un sin fin de malestares a su amada. Por otro lado, ella entendía perfectamente el por qué era; ese bebe tenía más de él que de ella y su pequeño cuerpo de humana no era tan fuerte.
ᅳQuiero llegar a casa y echarme a dormir por horas y horas...ᅳcomentó ella. Él la miró de reojo, iban camino al auto. Ese había sido un día complicado para ambos, Abby con malestares por el embarazo se había visto obligada a optar por tomar un descanso inesperado de su trabajo por ese día y, Hunter había tenido que correr a socorrerla, viéndose limitado a pedirle a su mejor amigo Derek que cuidara de su pequeña hija.
Su vida no era fácil, pero tampoco demasiado complicada. Llevaban años juntos y se amaban. De lejos nadie sabría que esa pequeña familia estaba conformada por un Vampiro, una humana y una preciosa y encantadora combinación de la dos.
ᅳSerá terrible quedarme en casa por tanto tiempo...ᅳsoltó Abby, ligeramente frustrada una vez entraron al auto.
ᅳHey, no es terribleᅳla animó su esposoᅳEmma y yo nos divertimos bastante en casa, ya verás. La pasaremos genial los tres... digo, los cuatro.
ᅳHasta que tengamos que mudarnos...ᅳ Abby era consciente de que su tono de voz había sido nostálgico. Ella no quería dejar el lugar en el cual habían vivido tanto tiempo, pero era necesario. Emma se estaba desarrollando de una manera extraña y Hunter seguía luciendo igual que hacía años atrás. Todavía podrían sobrevivir un par de años más allí, pero era evidente que tarde o temprano tendrían que irse.
ᅳLo lamento, amorᅳ se excusó Hunter. Él en verdad lo sentía. Hacia algunos años, Zac había tenido que partir en busca de otro lugar para vivir, fecha que había concedido con la muerte Nícolas. Hunter pensaba que ir a vivir cerca de Zac sería un buen lugar, Derek también se uniría a ellos. Roma parecía un lugar maravilloso y si todo resultaba bien Abby conseguiría un buen trabajo.
ᅳ¿Lo sientes? ¿Por qué?ᅳElla cambió su expresión por otra más animada y le sonrióᅳ, será divertido. Complicado, pero asombroso.
ᅳEres increíble, amor...
ᅳLo sé. Considérate afortunado.
ᅳAceptaste mi eternidad, por supuesto que me siento afortunado. Me estás dando el por siempre imposible de los inmortales y accesible sólo para los mortales.
ᅳEres un dramático...ᅳ ella sonrió. Seguía bromeado, pero él no.
ᅳSin duda, y sufriré enormemente cuando te vayas... pero me dejarás preciosos recuerdos.
Las palabras de él resonaron en un silencio. Ella acarició el mentón de él y le observó con amor. Era cierto, tendrían su por siempre, porque ella el día que ya no existiera seguiría viviendo en su memoria. Él jamás estaría sin ella. Y ella, sin planearlo realmente, se había encargado de crear dos motivos, uno llamado Emma y otro a por descubrir, para que lo impulsaran. Pero bueno, todavía quedaba muchísimo para eso, al menos eso ambos querían pensar. Lo importante por el momento sería sólo disfrutar de la ilusa eternidad de la que sólo ellos podían alardear.
Fin