Por Siempre

CAPITULO 6

CAPITULO 6

 

Xiomara se estaba cansada, triste, decepcionada y sobre todo celosa, aunque no reconociera los celos que sentía de Shannon que siempre estaba pegada a Alexander, y con todo el derecho del mundo, ella si podía gritar a los cuatro vientos que era la prometida de Alexander, que ambos se casarían, que vivirían el uno para el otro. Algo que Xiomara nunca experimento, ahora entendía porque él nunca la acaricio en público, porque nunca inicio un noviazgo con ella, claro como lo iba a ser si ya estaba comprometido, Xiomara llevo a sus compañeros caninos a su perrera, tomo su bolso y salió en la camioneta con rumbo al pueblo. Necesitaba distraerse, necesitaba olvidarlo, Marina no estaba en el viñedo decidió irse sola. Era el fin de semana libre de Marina, ella había ido a visitar a sus padres.

Al irse alejando de la casa su mente se iba tranquilizando, ya no sentía coraje, solo quería olvidarse de todo lo vivido con exander Webber, por el momento lo estaba logrando. Aunque solo fuese temporal, pues al llegar a la casa sería lo mismo. ¡Pero por el momento lo olvidaría y solo trataría de divertirse! ¿Pero cómo lo lograría en ese lugar? Pasearía por el pueblo, siempre le gusto su arquitectura rustica, la gente ya la aceptaba, incluso algunos la respetaban, otras la admiraban por ser fuerte, entre los recolectores se había corrido la voz: De que en los viñedos “Sol” la nueva patrona además de ser hermosa trataba amablemente a los trabajadores, era justa con los pagos, hasta puso un doctor para los trabajadores por si había accidentes.” En el pueblo los lugareños la saludaban cuando pasaba cerca de ellos.

Se estaciono frente a la iglesia del pueblo: una construcción antigua como casi todas las construcciones del lugar, entrar a la iglesia la conforto, con sus altos techos y sus grandes puertas abiertas para que entraran las personas a rezar o solo admirar su arquitectura. Xiomara hizo una oración, por un momento se calmó, en la oración pidió por su familia, por su negocio y para que le ayudara a superar la experiencia vivida con Alexander. Al salir de la iglesia decidió dar una vuelta por la plaza, instintivamente volteo la cabeza como si alguien la llamara hacia la puerta de una pequeña tienda, donde se encontró con lo que no quería, algo de lo que se apresuró a desviar la mirada de los enigmáticos ojos de Alexander que la miraba hipnotizado como siempre. Ella siguió su camino extrañada por lo que sentía en ese momento: deseos de abrazarlo, de besarlo y hablar con él. ¿Qué acaso Dios no escucho su suplica?

Pero Alexander no estaba solo, claro que no, Shannon estaba con él, ella veía la mirada de Alexander, que no la estaba mirando a ella, él tenía una mirada que nunca vio antes y menos hacia ella, en cambio a Xiomara la miraba: con deseo y anhelo. Ambos vieron partir a Xiomara. Para Shannon la belleza de Xiomara no había pasado desapercibida así como tampoco que Alexander siempre la estaba observando, los celos de Shannon salieron a flote.

-Alex nos podemos ir, ya compre lo que necesitaba… ¿Alex, Alex me escuchas?

Alexander no la escuchaba. Observaba a una bella mujer que salía de una tienda de ropa, esa verde mirada era la misma de Xiomara, pero algo no encajaba en esa visión. En la calle pasaban carruajes, él la miraba desde la plaza, sentado en una banca. Esa imagen era de algún sueño o ¿Tal vez un recuerdo? Pero…

-¡Alex!, me escuchas –Shannon lo trajo a la realidad.

-¡Eh! ¿Qué me decías?

-Que ya nos podemos ir, ¿Por qué veías a Xiomara de esa forma? –le recrimino Shannon que no pudo evitar que su voz reflejara los celos que sentía.

-¿De qué forma veo a Xiomara?, la miro como a la demás gente, solo me preguntaba si venía a comprar algo que faltara para el viñedo, pero si ya terminaste de comprar ya podemos irnos. –Tomo a Shannon de la mano para evitar que siguiera haciendo preguntas y comenzaron a caminar.

Xiomara fue al mercado a comprar algunas flores, frutas, panecillos, refrescos y café. Esa tarde tendría visitas, debía tener algo para ofrecer de comer y beber.

 

Martin llego muy puntual a la cita, Xiomara ya lo esperaba con una cesta de picnic, Ella se había esmerado en su arreglo, no quería que Martin notara que no estaba muy bien de ánimos, el maquillaje la ayudaba a ocultarlo. Martin y Xiomara salieron a pie aunque Martin llevaba su caballo de las riendas jalándolo detrás de él. Alexander los vio marcharse juntos. La ira que sentía no se podía esconder, Shannon como siempre lo regreso a la realidad, a su realidad.

-Alex ¿estás bien?

-Claro que sí, vamos a ver televisión, hoy pasan una película que recomendaron los críticos.

Martin y Xiomara caminaron por el camino que llevaba al rio, en la cara de él se mostraba lo feliz que lo hacia este paseo, aunque la sonrisa de la joven solo estaba en su cara no se encontraba en su alma, Martin al no conocerla no pudo notar la diferencia que existía en ella cuando se reía con el alma y cuando solo lo hacía con sus labios.




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