Bianca
tienes que ir a la fiesta de hoy por la noche considéralo trabajo, repetía esas palabras en mi mente una y otra vez.
Sin poder comprender cómo alguien tan exigente y amargo podía ser hermano e hijo de tan buenas personas.
La impresión que tenía sobre el señor Montero ha cambiado totalmente después de este primer día de trabajo, pues, es una persona muy exigente cosa que no me molesta.
Lo que le molesta es que sea tan desconsiderado conmigo, acabo de perder a mi padre, de verdad no tengo ánimos para ir a ningún lado menos a una fiesta, más bien quisiera estar en mi cuarto llorando.
Pues extraño, muchísimo, a mi papi aún no asimilo todo por lo que estoy pasando más, sin embargo, parece ser que eso al señor Montero no le importa en lo más mínimo.
Pues hoy se ha portado muy cortante, distante y exigente conmigo, tal vez a si sea siempre con todos, pero todo esto empeoro desde que termino de hablar por teléfono.
Parecía estar enojado peor aún sentí como si todo su enojo lo estuviera desquitando conmigo.
Eso me pone mal, pues, de solo imaginarme que así será mi estancia en este trabajo, me deprime, sin embargo, la necesidad me hace tener que quedarme aquí, al menos hasta que pague mis absorbentes deudas.
Pensaba estas cosas cuando de repente fui sacada de mis pensamientos y traída a la realidad por el chofer de la empresa, el señor Manuel, quien me dijo que ya habíamos llegado a la joyería.
Que me había dicho el señor Montero donde recogería el encargo por el cual voy a ser obligada a ir a la fiesta.
Baje del coche, no sin antes escuchar que el señor Manuel me dijo que me estaría esperando.
Así pues, sin más me bajé del auto y camine a la joyería cuando entre realmente quede maravillada, pues todo adentro era realmente hermoso.
Era una joyería donde vendían joyas muy finas, costosas, yo pienso que ni juntando el sueldo que ganaré durante los dos últimos años me alcanzaría para comprar algo de aquí, pues, mientras espero a que me den el encargo del señor Montero veo los precios y son asquerosamente caros.
Cuando me entregan el encargo salgo de la joyería realmente deslumbrada por lo costoso que se ve todo.
Salí tan deslumbrada que no me fije en qué era el paquete que me habían dado para mi jefe.
Solo, observe que era una cajita muy pequeña, color negra, tenía un pequeño moñito color rojo en la parte de arriba, podía imaginarme que lo único que podía caber ay eran unos aretes o un anillo.
Cuando la palabra anillo pasó por mi mente me di cuenta de que lo más probable es que lo que la cajita contenía era eso.
Un anillo de compromiso claro, eso era acaso, el señor Máximo le pedirá a su novia esta noche que se case con él.
Ahora, entiendo por qué tanta urgencia del señor porque se lo llevará, debe querer mucho entonces a su novia y la cosa va en serio, pues, ya sé ánimo a dar ese gran paso en su vida.
Pienso de manera nostálgica, pues, no sé si algo así me pase a mí algún día.
Por suerte no tengo tiempo de pensar mucho en eso, pues, en cuanto llegamos a la oficina ya me estaba esperando mi hermoso ángel de ojos azules ósea la doctora Lauren, quien ya había pasado por mí como lo habíamos acordado, fue entonces que me di cuenta de que ya pasaba de las 6 de la tarde.
Nos saludamos gustosas y nos fuimos juntas a su coche durante el camino, Lauren me pregunto lo siguiente.
—muy bien Sofí cuéntame amiga, ¿cómo te fue en tu primer día de trabajo?.
—pues bien amiga.
—que es eso de, pues, esa respuesta me hace pensar qué tal vez no te fue bien y eso me preocupa ¿qué pasó Sofí?, acaso el tarado de mi hermano te hizo algo, ¿se portó grosero contigo?, si fue así dime y lo ponemos en su lugar.
—no para nada o bueno.
—si sé porto grosero, verdad me las va a pagar.
—no Lauren no te preocupes amiga.
—si me preocupo porque sé que a veces Máximo puede ser muy grosero y exigente, dime qué te hizo.
—si te digo qué pasó quiero que me prometas que no dirás nada ni le reclamaras nada a tu hermano, por favor.
—no me puedes pedir eso amiga porque yo me siento responsable de todo, pues, yo te conseguí ese trabajo Sabiendo como es mi hermano pareciera que es un demonio a veces.
—ja, ja, ja, si es un demonio de ojos azules, ja, ja, ja y tú un ángel como son mellizos, es la combinación perfecta.
—Ja, ja, ja exactamente demonio de ojos azules, pero amiga no es que yo sea un ángel precisamente como sea dime que te hizo.
—si lo eres un ángel, pero no te dire amiga, no hasta que me prometas que no le dirás nada no le vayas a reclamar por favor te lo ruego.
—pero porque no quieres que les diga nada Sofí.
—no quiero problemas con nadie Lauren y mucho menos con tu hermano, pues, él es mi jefe y tengo que llevar la fiesta en paz, por favor amiga.
—está bien, tienes razón, vas a trabajar con él y sé cuanto necesitas el dinero, así que está bien, no me meteré en sus asuntos, te prometo no decirle nada, pero si un día veo o me entero de que te hace llorar lo voy a matar sin importarme nada.
—de acuerdo está bien amiga.
—entonces ahora si dime que paso por qué vi que te tomó del brazo cuando ibas a bajar conmigo y con mi mami, ¿qué te dijo? O porque hizo eso de tomarte del brazo así.
—pues porque me dijo a donde iba le dije que abajo con ustedes y pues ay me dijo que siempre debía de pedirle permiso a donde quiera que vaya siempre debe el de saberlo.
—pero qué extremo me parece como se atreve a decirte, eso eres su asistente, no su propiedad a quien debería de controlar, así es la arpía que tiene por novia, pero no lo hace, es un mandilón.
—pues tal vea sí tengas razón, además siento que se desquita con los demás cuando se enoja con ella.
—me Imagino que si, pues, mi papá me dijo hoy que nunca le duran sus asistentes por qué es muy exigente, de verdad yo no sabía eso amiga, perdoname por el problema en el que te metí de haber sabido mejor, te buscaba otro puesto, amiga.