Capítulo 10 Una Herida y una Disculpa.

Bianca 

No sé por qué me está pasando todo esto a mí definitivamente es como si fuera una racha de mala suerte.

Primero la muerte de mi padre y ahora esta humillación, después de esto compruebo totalmente que no debí de haber venido a esta fiesta.

Pues definitivamente Lauren tenía razón y la novia de mi jefe no es buena persona, es alguien majadera, grosera, que tiene aires de grandeza.

Y no sabe tratar a la gente, se cree superior a los demás, pocas veces en la vida me he sentido tan miserable como en estos días perdí a mi padre y ni siquiera he podido llorar en paz su pérdida con todo esto que está pasando.

Vamos camino a casa Lauren y yo en un completo silencio, mi amiga se ha portado muy bien conmigo, pues, no ha soltado mi mano en todo el camino.

No me deja de decir que todo estará bien y esa Briseida pagara por todo, pues, la vida se lo cobrara.

Yo solo me quedo callada pensando tantas cosas con unas ganas inmensas de llorar, quiero solo quedarme a dormir en mi cuarto y no salir nunca más.

Quiero llorarle a en paz a mi papi, aunque debo reconocer que Lauren trato en todo momento de hacerme sentir bien, sin embargo, nada funcionó, pues, creo que nada podía aliviar mi dolor.

Así que permanecí en silencio todo el trayecto a casa de mi amiga, solo me observaba preocupada.

Cuando llegamos al estacionamiento, Lauren comentó que de repente le dolía mucho la cabeza.

Comentó que sentía como si alguien le hubiese dado un golpe en la cabeza, me dijo que se tomaría un analgésico.

Para ver si así se le pasaba yo le dije que estaba bien en cuanto entramos a la casa, me despedí de Lauren y le dije que iría a mi cuarto para dormir.

Obviamente, también iba a llorar, sin embargo, preferí omitir esa parte, pues, sabía que si le decía no me dejaría ir, pues, insistiría en quedarse conmigo.

Entonces sin más fui a mi cuarto me, quite los zapatos, el vestido me puse unas cómodas mallas y una blusa floja.

Me, quite el maquillaje y me recosté en la cama, después poco a poco sentí como las lágrimas comenzaron a brotar por mis mejillas. 
Llore amargamente durante un buen rato, no sé que tanto, pues, de repente me quede dormida.

Sin embargo, mis ojos se abrieron repentinamente cuando escuché la voz de Lauren, quien me hablaba en un tono desesperado.

No entendí muy bien lo que me dijo, pues, aún estaba dormida, sin embargo, desperté bien.

Y la vi parada enfrente de mi vestida con unas mallas y una blusa floja, al igual que la mía, su cabello estaba.

Atado en un chongo, sus ojos estaban llorosa cosa que me alarmo, así que inmediatamente me levanté de la cama y tomé su mano y le dije.

—amiga, ¿qué pasó? Porque estás así, ¿qué tienes?.

—Sofí a mi hermano lo lastimaron esta herido, debo de ir al hospital donde trabajo está internado ay.

Luego de que Lauren dijo estas palabras me quedé pasmada y no supe qué decir.

Pues una grande preocupación se apoderó de mí, por lo que acababa de escuchar de que mi jefe estaba herido.

Sin embargo, tenía que apoyar a mi bonito ángel de ojos azules, así, pues, sin pensarlo más le dije.

—amiga no sé qué pasó y tampoco te voy a atormentar con preguntas como que fue lo que pasó, por lo pronto no hay que perder más tiempo, vamos al hospital, yo voy contigo.

Después de que le dije esto, mi amiga me sonrió aún con su cara de preocupación.

Durante el camino al hospital, Lauren me contó que después de que llegamos de la fiesta ella siguió teniendo el fuerte dolor de cabeza.

Así que decidió tomarse un analgésico y se alistó para dormir para ver si se le pasaba, sin embargo, me dijo que cuando estaba por acostarse.

Recibió una llamada de uno de un enfermero que trabajaba con ella.

En la llamada le dijo que su hermano había sido ingresado al hospital inconsciente, pues, había recibido un golpe en la cabeza, el cual le había causado una herida en la cabeza y la pérdida del conocimiento.

Me dijo que no le dijeron nada más, solo que decía de ir al hospital lo más pronto posible.

Así que por eso ella estaba tan angustiada, pues, no le dieron mucha información.

En cuanto llegamos al hospital bajamos corriendo al lugar, no nos detuvimos para nada hasta que llagamos a la sala de espera en donde se encontraban ya los padres y los abuelos de Lauren, quienes al vernos nos abrazaron fuertemente.

Después del abrazo, Lauren entro al cuarto donde se encontraba mi jefe para averiguar como estaba.

Yo por mi parte me quedé acompañando a los señores Montero mientras esperáramos noticias del estado de Máximo.

La señora Sara estaba muy angustiada, lo podía ver en su cara de preocupación el señor Leonardo también.

Y no era para menos, pues, su hijo había sido herido y no sabían cuál era su estado, sin embargo, tuvo la fuerza para decirme unas palabras mientras estábamos esperando por información, ella me dijo. 
—sabía que esa mujer no era buena para mi hijo.

—a qué mujer se refiere, señora Montero.

—pues si a Briseida la prometida de mi hijo.

—ya lo sé, señora, ella no es una muy buena persona.

—es más que eso, hija, aparte de no ser buena persona, está loca.

—porque lo dice, señora Sara.

—porque gracias a ella a mi hijo le pasó esto.

—por ella, ¿qué le hizo, señora Sara?,

—pues verás, hija Max, estaba discutiendo con esa mala mujer en el estacionamiento del edificio donde vive mi hijo, ella mientras el primo de Briseida llego y golpeó con una pala la cabeza de mi niño.

—con una pala no puede ser, espero que el joven Montero se encuentre bien, pero porque ese tipo lo golpeo no tenía por qué hacerle eso. 

—pues según él lo hizo por defender a su prima Briseida.

¿—defenderla, pues, que le estaba haciendo Max?

-nada mi preciosa solo estaban discutiendo sobre lo que te hizo esa mujer en la fiesta.