Máximo
cuando abrí mis ojos vi que enfrente de mí se encontraba mi hermana junto con otros dos compañeros médicos suyos, los tres me observaban preocupados.
Me dolía muchísimo, la cabeza no recordaba absolutamente nada.
No sabía dónde estaba, pero todo parasita indicar que estaba en el hospital cuando confundido me di cuenta de que una parte de mi cabeza se encontraba vendada.
Cuando mi hermana observo mi estado de confusión, se acercó a mí, me dio un abrazo, tomó mi mano y me dijo.
—mi otra mitad gracias a dios que estás bien.
—bien porque mi princesa que paso porque estoy en el hospital y vendado me quiere explotar la cabeza.
—porque sufriste un golpe en la cabeza que te dejo inconsciente durante un buen rato.
—como que un golpe no puede ser.
—si puede ser, pero supongo hermano que por el golpe que te dio el primo de la lunática de tu novia.
—de la que princesa a quien le dices lunática.
—pues a tu novia hermanito el primo de ella fue el que dio un golpe porque los vio discutiendo y por defenderla decidió agredirte.
—entonces eso fue lo que sucedió.
—no recuerdas nada verdad por la confusión que te causó el golpe.
—pues si recuerdo que estábamos discutiendo Briseida y yo y luego recuerdo que sentí un fuerte golpe en la cabeza, después todo se puso negro y ahora ya me has dicho que fue porque el infeliz de Dimitri me dio un golpe.
—así es hermanito, por suerte solo fue un susto, un golpe superficial y no pasó a mayores, ya te hicimos varias pruebas, afortunadamente todas salieron bien.
—varias pruebas, pues, entonces cuanto tiempo llevo inconsciente princesa.
—aproximadamente como 3 horas no despertabas, es por eso que teníamos lo peor, pero por suerte no pasó a mayores y ya estás bien aquí despierto de nuevo.
—pues si por suerte estoy bien mi princesa ya paso no pasa nada.
—si paso Max, el intento lastimarte todo porque te vio discutiendo con su prima, ella fue una grosera sin educación.
—tienes razón eso que hizo si fue grosero, pero sin educación no tiene mucha cultura.
—solo por qué viene de una familia adinerada, eso no significa nada recuerda, no por eso tienes educación mi hermanito.
—princesa, de verdad no quiero enojarme contigo, así que mejor sugiero que cambiemos de tema te parece.
—no me parece Máximo, no puedes decirme que de verdad piensas seguir con tu compromiso con esa mujer.
—por supuesto que continuaré mis planes, la discusión era entre ella y yo como tú lo dijiste, pero fue su primo quien me golpeó, no ella tú misma lo dijiste.
—de verdad es de no creer que estés tan ciego por esa mujer que no vez la realidad no te entiendo hermano por favor recapacita.
—por supuesto que no tengo nada por pensar recapacitar Marianita princesa, yo amo a mi Briseida y es la mujer de mi vida.
—mujer de tu vida, vamos hermano, es una grosera que no tiene respeto por la gente, no comprende que todos los seres humanos somos iguales.
—si te refieres a lo que pasó con la señorita Durarte, sé que no están bien, por eso entramos en desacuerdo, es por eso que me voy a disculpar yo personalmente con ella.
—y por qué tú no tienes por qué hacer eso, es ella quien le debe una disculpa a mi amiga, afortunadamente tú la calmaste, hiciste lo correcto.
—princesa no voy a dejar que mi mujer haga algo que no le gusta y con eso me refiero a disculparse con la señorita.
—de verdad Máximo creo que de verdad el golpe en la cabeza si te afecto y de una manera muy fea no lo puedo creer.
—pues créelo princesa, ahora mi pregunta es ¿está la señorita Durarte aquí contigo?
—si está aquí afuera con nuestros padres quienes están muy preocupados.
—mis papás es enserió, princesa, les marcaste a nuestros padres porque los preocupaste.
—pues por qué no despertabas Máximo no sabía qué tan grave había sido tu lesión, mis colegas me marcaron y fue mi primer instinto avisarles por si algo pasara.
—pues hiciste mal en preocuparlos.
—pues tal vez sí, pero ya lo hice así que no me digas nada, en serio no puedo creer que tu actitud sea esa de no abrir los ojos.
—ya te dije que no quiero tratar esos temas contigo, ahora dime donde está mi prometida.
—no sé donde está tu prometida en estos momentos, pues, en cuanto llegue al hospital y la vi mi primera reacción fue correrla, quería que estuviera aquí.
—qué hiciste que no puede ser Mariana Montero te amo, pero te pasaste, eso no se hace.
—Tampoco se debe de golpear a la gente y, sin embargo, lo hicieron contigo.
—princesa, sabes que creo lo mejor es que hagas pasar a la señorita Durarte, quiero hablar con ella para disculparme si no te molesta y mientras tanto voy a tratar de remediar tu error con mi prometida si nuestros padres quieren pasar está bien, pero antes quiero hablar con la señorita.
—está bien, are pasar a Sofí, pero te juro que si le haces una grosería te voy a matar Máximo, además de que sé también que quieres verla a ella primero, pues, sabes bien lo que mis padres te van a decir.
—así es exactamente ninguno de ustedes me comprende princesa, pero solo es porque los amo tolero eso, de otra manera sabes bien lo qué pasa.
—si lo sé Máximo lo sé, pero sabes a veces eres tan frío y cruel.
—tú eres tan dulce y tierna, te encanta ayudar a los demás, les salvas la vida de verdad que si somos tan diferentes princesa lo se nacimos juntos, pero no tenemos nada en común.
—aun si te amo hermanito.
—yo también princesa, pero de verdad no sé si te pueda perdonar que corrieras a mi prometida así.
—sabes que se lo merecía Max, pero la verdad es que no voy a discutir contigo por qué de verdad no quiero que salgamos mal, voy a informarles a nuestros padres sobre tu estado, también traeré a Sofí y de sobra esta decir lo que ya sabes le haces algo a mi amiga y te mato Max.