Máximo
Durante todo el camino a casa de mi hermana, la señorita Durarte y yo permanecimos en silencio, solo hablamos cuando me informo que las reservaciones del hotel ya habían quedado listas.
Por cierto, debo decir que justo cuando la señorita me dijo eso fue que recordé que mi familia tiene una casa de descanso en Guanajuato, no sé cómo pude olvidar ese detalle, pero en fin las reservaciones ya estaban hechas.
No había vuelta atrás, tal vez para la próxima vez será en fin pasando a otro tema, pude Observar que en cuanto llegamos al departamento la señorita Durarte comenzó a mostrarse un poco más contenta, se le podía notar en sus rasgos faciales, no sé si tal vez era por el hecho de que ya estaba en la que podría decirse que era su casa.
Y porque vería a mi hermana, aunque también existía la posibilidad de que no le gustara estar mucho tiempo conviviendo conmigo, cosa que de ser el caso me pondría molesto.
Pero en fin, ya no tuve tiempo ni para pensar en eso, pues, en menos tiempo del que pensé ya me encontraba en la puerta de la casa de mi hermana.
A quien, por cierto, en cuanto apareció en mi campo visual corrí a cargarla, también le di un abrazo y un beso en su mejilla.
Ella gustosa me correspondió con otro fuerte abrazo como cuando éramos niños.
Después de esa demostración de cariño, mi hermana corrió a darle un gran abrazo a su amiga, la señorita Durarte, quien gustosa le dijo que la había extrañado mucho.
Cuando vi esta escena sentí cierto gusto de ver qué mi hermana tuviera una amiga, pues, que yo recuerde, nunca le conocí ninguna bueno además de nuestra prima, la hija de los tíos Marcus y Jason, pero desde que está comprometida ya no frecuenta a mi hermana casi.
Solo Héctor eso si siempre estuvo con ella para mi desgracia estoy afirmando que es su mejor amigo.
Nunca tuvo ninguna amiga mujer, casi siempre fueron Héctor y otros amigos hombres.
Así que verla con la señorita Durarte y ver qué el cariño que se tienen es mutuo me causa alegría y tranquilidad.
Luego de saludarnos y ponernos al corriente mi hermana y yo acompañados de la señorita Durarte con algunos temas que teníamos pendientes, comenzamos a cenar.
De repente mi hermana le dijo a la señorita Durarte.
—amiga, ahora que me acuerdo cuéntame si ayer, ¿si fuiste con Héctor a cenar?.
—si fui amiga fue algo rápido, pero sabes que hiciste falta tú la verdad.
—ya lo sé, quería estar con ustedes, pero, pues, uno de mis pacientes se puso mal, tuve una emergencia y por eso, pero que bueno que fueron amiga.
—si estuvo bien, aunque ya era tarde y casi no duramos nada, pues, ambos teníamos que trabajar hoy.
—si amiga lo entiendo tal vez ya para la próxima tengamos más tiempo.
—si en eso tienes razón.
No pude evitar poner cara de seriedad de pocos amigos porque como mencione Héctor no es santo de mi devoción, mi hermana que me conoce perfecto se percató de esto y rápidamente intentó cambiar el tema de conversación, así que dijo.
—así es, pero y cambiando un poquito de tema hermanito mañana ¿irás a la exposición de materiales? Es que recordé que para estas fechas es esa Expo, pues, recuerdo mucho que nuestro padre todos los años iba.
—así es princesa, nuestro padre siempre asistía al igual que el abuelo y pues yo no puedo faltar obviamente. Pues espero que pueda cerrar unos buenos tratos en la Expo, pues sabes, de verdad quiero hacer crecer más el imperio, así como lo hizo papá, inclusive si se puede hasta más.
—sé que lo harás hermanito, así será te irá muy bien, les irá muy bien a los dos tanto a ti como a Sofí, porque supongo que mi amiga irá contigo, verdad hermanito.
—si así es la señorita Durarte también irá conmigo, pues, es importante que mi asistente esté conmigo en todo momento para que arregle todo por si cerramos un trato.
—si lo imagine por eso lo mencione, pues ya verán que les irá muy bien.
—Gracias, amiga.
—si princesa, gracias por tus buenos deseos.
—no hay nada que agradecer, pues, ustedes brillarán ya verán.
Luego de que mi hermana dijo esto, mi celular comenzó a sonar en cuanto me fije en la pantalla, quien era no dude en contestar, pues, era mi prometida.
A sí que me disculpe con las dos señoritas con quien estaba preguntando y fui al balcón del departamento de mi hermana.
—hola mi amor, ¿cómo estás?, dime a qué debo el honor de tu llamada hermosa.
—hola amor, pues, a qué hoy no me has llamado para decirme a qué hora llegaras al departamento.
—hay amor, siento que te enojaras por lo que te diré, te pensaba ya marcar más tarde cuando estuviera en mi departamento, pero te me adelantaste así que de dire.
—decirme que Máximo aún no me dices y siento que me estoy molestando.
—pues que este fin de semana no podré viajar a verte, pues tengo una exposición de materiales aquí en México y pues si o si tengo que asistir, así que me es imposible ir contigo.
—como que te es imposible Máximo es en serio lo que me dices, no puedo creer que te importe más esa mugrosa exposición que yo manda uno de tus representantes.
—sabes que no puedo mandar a nadie, pues, es importante que yo esté presente, necesito que me conozcan los empresarios, abra mucha gente importante, debo asistir con suerte y pueda cerrar un buen trato.
—tú y tus tratos Máximo parece como si solo te importara la empresa debes descansar un poco tu familia ya tiene demasiado dinero, muchísimo más de lo que tú y tu hermanita podrían gastarse, es más, hasta nuestros hijos vivirán muy bien, tienes mucho dinero ya deja de obsesionarte con esa empresa.
—Briseida amor, creo que lo mejor es que te cuelgue y hablemos después, pues, estoy muy enojado por lo que acabas de decir como que ya tengo demasiado dinero, debes saber que eso es lo que menos me importa comprende amor ser arquitecto es mi pasión siempre quise eso ser como mi padre desde pequeño amo esta empresa.