Por Siempre Nuestro Amor

Capítulo 25 Te Comienzo A Querer

Máximo

En cuanto pisamos el departamento de mi hermana, inmediatamente me dispuse a llevar a Bianca a su cuarto.

En cuanto la recosté en la cama, mi hermana le retiro los zapatos y la cobijo con una manta.

Después de eso me dijo que me daría un momento a solas para despedirme de ella.

Yo le dije que sí, aunque en mis planes no estaba irme, pensé para mí mismo, pues, planeaba quedarme para poder hablar con Bianca cuando despertara.

Quería aclarar las cosas con ella, pero por ahora debía enfrentarme a mi hermana y a mi amigo en fin para agilizar el proceso.

Acaricie la cara de Bianca y le di un beso en la mejilla y poco a poco fui soltando su mano para no despertarla hasta que por completo lo logré, fue así como silenciosamente salí de la habitación, no sin antes contemplar una vez más.

La silueta de la hermosa de Bianca ya cuando salí de la habitación mi princesa y Levy ya me estaban esperando en la sala del departamento tomando café mi hermana al verme me sonrió para después decir.

—hola Max, ¿no gustas una taza de café?

—si creo que si princesa.

—muy bien entonces aquí está tu taza de café.

—está bien, gracias princesa.

—de nada hermanito.

Luego de que mi hermana dijo esto tomó un sorbo de café, respiré profunde y dije.

—quiero Que me prometan que lo les dire a continuación no se lo dirán a nadie, pues, es un secreto que solo sabemos Bianca y yo deben prometer que no dirán nada.

—está de más que me digas eso, mi otra mitad sabes que a mi amiga y a ti los adoro, así que nunca aria nada para lastimarlos.

—yo digo lo mismo, a diferencia de Neitan yo te considero más que mi amigo, mi hermano, así que de mi boca jamás saldrá nada.

—agradezco su apoyo de verdad, de corazón, mi otra mitad y mi hermano del alma.

—no hay nada que agradecer, no sabes lo feliz que me pone la idea que mi mejor amiga y mi hermano sean novios, no lo había pensado, pero me agrada la idea, sin embargo, ay algo que me inquieta, quiero saber por qué demonios si estás con Sofí besaste a tu exnovia dime Máximo.

Luego de decir eso mi hermana me evento un cojín y me dijo.

—dime no te quedes callado, Máximo te juro que si estás jugando con Sofí, aunque seas la mitad de mi alma te mato, Máximo te lo juro.

—me dejas explicarte princesa, por favor antes de que saques tus conclusiones, me podrías dejar hablar por favor.

—pues tienes razón, no te dejo ni hablar, entonces habla, pues, explícame por qué vimos lo que vimos.

—para empezar princesa te debo explicar también a ti hermano que Bianca no es mi novia, de acuerdo no tengo una relación con ella.

— a no entonces que tienes porque por cómo ella se puso, cuando te vimos y como te encontramos a ti abrazándola y besándola en la mejilla, cariñosamente Máximo estás jugando con mi amiga.

Mi hermana estaba a punto de aventarme otro cojín cuando de repente Levy la detuvo y dijo.

—Mariana, por favor déjalo hablar ni siquiera dejas que termine de decir lo que debe decir.

—así es princesa, por favor.

—está bien, Max habla ya por favor antes de que quiera seguirte golpeando explícanos.

—pues verán Bianca y yo tenemos en un acuerdo.

—como que acuerdo Max.

—pues si princesa, yo le propuse a Bianca un acuerdo para que ella me ayude a olvidar a Briseida.

—Max, no Me digas que te refieres a que te ayude con besos como amigos con derechos.

—exactamente, no tanto como eso, pero, pues, si es algo así.

—Max es en serio hermano, no me puedes decir que estás usando a Sofí para olvidar a esa fulana peor aún te burlaste de ella, pues, te encontramos besando a esa mujer.

—Mariana, mi princesa, las cosas no son como tú te imaginas para empezar, no estoy jugando con Bianca ella es consciente de todo, yo desde un principio fui honesto con ella y le dije cuáles eran mis intenciones.

—si no te conociera de verdad pensaría que estás mintiendo hermano, pero no sé Max, no te puedo creer eso.

—pues créelo princesa por qué así fue, además de eso te tengo que aclarar más bien a los dos que el beso que me dio Briseida fue porque me agarro desprevenido de verdad.

—pues no parecías desprevenido hermanito, se veía toda la intención de que tú estabas cooperando, eso se notaba de forma muy evidente.

—tal vez en un principio sí, pero ya después no y tienes que creerme hermana por mucho que ame a esa mujer no puedo perdonar su traición, ese beso fue una equivocación.

—pues no parecía una equivocación como ya te dije hermano, estás jugando con mi amiga y eso no se vale.

—claro que no estoy jugando con ella, siempre fui honesto con Bianca sabía Perfecto que yo seguía amando y sigo amando a Briseida.

—que solo eran besos y caricias para que me ayudaran a pasar este trago amargo de hecho hasta un contrato firmo.

—te mato Máximo Montero te mato ahora si ¿como que un contrato? En qué demonios estabas pensando.

Luego de decir esto, mi princesa me evento una almohada y se abalanzó sobre mi dispuesta a golpearme, sin embargo, Levy la tomó por la cintura y la detuvo.

—cálmate Mariana, si tu amiga acepto el trato no tienes que ponerte así fue su decisión y tú debes respetarla.

—tú mejor no opines y me haces el favor de soltarme antes de que te suelte otro mal golpe.

—solo quiero ver que lo intentes y verás como te va Mariana, ya te dije que si ella aceptó no es culpa de Máximo, nada más de ella también.

—eso lo sé, señor Carrasco, lo tengo muy en claro.

Después de escuchar esa voz todos nos quedamos en silencio y volteamos a ver en la dirección de donde venía y mis ojos observaron que en la puerta de la habitación se encontraba Bianca.

Sosteniéndose con un poco de dificultad de la puerta con la cara pálida y el cabello revuelto en cuanto mi hermana la vio, se levantó inmediatamente, se soltó del agarre de Levy y fue al encuentro con su amiga.




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