Máximo
Durante todo el vuelo no pude mandarle mensajes a Bianca, pues, ya no tenía cobertura, los celulares entraron en modo avión y además.
Ella, mi hermana y Ximena se quedaron dormidas a mitad de camino sin mencionar que yo me la pasé todo el camino hablando con Cristian y con el odioso de Héctor.
A quien por cierto lejos de platicar quería matarlo porque casi tocaba y estaba cerca de quien es mi mujer.
Aunque nadie lo sepa, es mía y no me gusta que nadie se meta con lo que es mío.
En fin tenía que disimular por el bien de todos, ya que no quiero hacer pública nuestra relación, aún no estoy listo.
Cuando llegamos a nuestro destino, Cristian movió a su prometida para decirle que ya habíamos llegado, pues, estaba durmiendo, acurrucada con mi hermana y mi Bianca.
Cristian movió con mucho cuidado a Ximena, tanto que mi hermana y mi mujer seguían abrazadas, durmiendo, se miraban tan lindas y en paz.
Que siendo sincero no quería despertarlas y en especial a mi hermana porque sé que por su trabajo casi no tiene tiempo para descansar.
En cuanto a Bianca, yo quisiera despertarla, pero a besos, sin embargo, sé que eso no es apropiado.
Mientras pensaba estas cosas, Cristian me dijo que él y Ximena ya se iban a bajar, que nos verían abajo.
Ximena no quería bajarse quería seguir con mi mujer y mi hermana, pero por lo que vi Cristian siempre quiere estar con ella.
Así que ella no tuvo más opción, se bajaron del avión poco a poco todos mis padres, mis abuelos y mis padrinos.
Dijeron que nos esperaban abajo, pues, nadie se atrevía a despertar a mis mujeres, Héctor se quedó conmigo y sé perfectamente que tenía la intención de despertarlas más, sin embargo, no lo dejo, le dije que yo lo haría.
Así fue como a regañadientes dijo que las despertara, pero que no tardará en hacerlo, pues, ya nos estaría esperando con todos abajo.
Totalmente, me aseguré de que ya no hubiera nadie en el avión para hacer lo que tenía muchas ganas de hacer.
Fue así cuando me acerqué dulcemente a mi mujer y le di un beso en los labios dulcemente para despertarla.
Funciono, pues, inmediatamente abrió los ojos, sonrió y me devolvió el beso y me dijo.
—mi amor dime que estoy soñando por estar aquí contigo.
—no estás soñando mi bonita.
—entonces porque me besas ay no por dios donde ¿están todos?
—ya nos están esperando abajo, se quedaron dormidas tu mi amor y mi princesa, la verdad es que nadie quería despertarlas, se miraban tan lindas, además sé perfecto lo cansadas que están, en especial mi hermana casi no duerme.
—si lo sé pobre de mi ángel de ojos azules espero que este viaje le sirva para descansar.
—si yo también lo espero, pero por ahora tenemos que despertarla Mm, no sin antes volver a darte un beso, mi amor, pues, de verdad, no sé cómo le haré para resistir, estar junto a ti y no poder tocarte comerte a besos.
—lo sé mi amor, que soy irresistible, pero tú te lo buscaste por no querer anunciar nuestra relación, pero lo respeto y pues está bien, dame un último beso y vámonos.
Después de decir esto último, sonreí y me acerqué a mi mujer para darle un beso que no hubiera querido que terminara, pero debió terminar, pues, ya teníamos que bajar.
Cuando nuestro beso terminó entre los dos, despertamos a mi hermana, quien estaba sumergida en un sueño profundo y ella en cuanto nos vio nos dijo.
—que hacen par de tórtolos no me digan que se besaron donde están todos.
—si nos besamos mi princesa, pero es porque todos nos están esperando abajo solo que nadie se atrevía a despertarlas.
—es cierto nos quedamos dormidas ja, ja, ja la verdad es que si necesitaba esa siesta he tenido días pesados la verdad con tanto trabajo siendo sincera este viaje si dormiré bastante de acuerdo.
—eso está bien princesa tú casi no duermes y es lo justo.
—así es amiga es lo justo.
—pero no creas que voy a dejar a mi amiga sola y hermanito ella dormirá conmigo cada que se pueda también lo necesita de acuerdo.
—si de acuerdo todo con tal de que no esté ceca de Héctor prefiero que duerma.
—ya vas a comenzar con tus paranoias eres un cabeza hueca hermano de verdad.
—princesa yo no voy a comenzar con nada y no me digas cabeza hueca de acuerdo.
—ja, ja, ja está bien de acuerdo.
Después de que mi hermana dijo eso juntamos todas nuestras cosas nos levantamos de nuestros asientos, pero antes le di un beso de despedida a mi mujer.
Y nos bajamos del avión, ya todos nos estaban esperando.
Nos dividimos en las camionetas, mi Madre, mi abuela, mi madrina, Ximena, mi hermana, Bianca, el tío Marcus y el tío Jason se fueron juntas.
En pocas palabras todos los demás nos fuimos en otra camioneta.
Durante todo el camino estuvimos charlando sobre negocios, como siempre es agradable platicar en familia de eso.
Cuando llegamos a la casa de la sierra, mis padres nos asignaron las habitaciones de siempre para todos, a excepción de que como mi mujer esta vez nos acompañaba, ella se quedaría con mi hermana.
Una vez que fui a mi habitación a instalarme inmediatamente le mandé un mensaje a Bianca el cual decía.
Para:Bianca Durarte.
De:Máximo Montero.
Asunto: nos vemos en el jardín.
Hola bonita, solo paso a decirte que estaré en el jardín para charlar un poco y relajarnos, dile a mi hermana que las veo, haya de acuerdo.
P.D. Me muero de ganas de comerte a besos, pero me tendré que conformarme con solo verte, pero es un consuelo, te espero no tardes.
Casi inmediatamente después de enviar el mensaje, recibí una pronta respuesta que decía.
Para:Leonardo Montero.
De: Bianca Durarte.
Asunto: claro que sí, en cuanto terminemos de instalarnos.
Hola mi amor claro que sí, en cuanto terminemos de arreglar todo estaremos ay de acuerdo.
PD. Yo también me muero de ganas de que nos comamos a besos, de verdad se me hará eterno este fin de semana.