Bianca
Después de que mi amiga dijera estas palabras yo la abracé y le di un beso en la mejilla para luego proseguir y decirle.
—yo también te amo amiga de verdad eres un ángel.
Iba a contestarle, sin embargo, fui interrumpida porque tocaron la puerta del cuarto, de repente se escuchó la voz de la señora Montero, quien dijo.
—hijas mías, vamos, ya todas las estamos esperando, bueno tu tío Ricardo está preguntando por ustedes.
—pasa mamá.
—que pasó mis niñas como que aún no están listas me pueden explicar eso.
—es mi culpa, señora Montero, yo soy la que retrasó todo, es solo que yo no estaba tan segura de si yo debería aparecer en sus fotos familiares, pues, solo soy una muchacha a la que de verdad han ayudado mucho, en especial mi ángel Lauren.
—así es mama como vez que Sofi piensa eso yo ya la saque del error, pues, le exprese mi amor por ella.
—a ver Sofi no pienses eso mi hija tiene razón nosotros te amamos y para nosotros no solo eres una simple muchacha a la que ayudamos tan solo date cuenta crees que si no fuera así te hubiéramos invitado a este fin de semana en familia si no te consideráramos parte de ella.
—si señora Montero tiene razón por eso me disculpo por mi tardanza, ni sé a veces me pongo muy sentimental cuando me acuerdo de que ya no tengo a nadie en este mundo.
—claro que tienes alguien amiga estoy yo que te amo con todo mi corazón.
—y yo no se olviden de mí que aunque te conozco poco hija sé que eres una gran persona, ayudas mucho a mis dos hijos y por eso te quiero como dice mi Mariana, te amo con todo mi corazón.
—muchas gracias de verdad por tanto cariño por todo no sé cómo pagarles de verdad.
—amiga ya te dije muchas veces que no nos debes nada todo lo hacemos por ese cariño que te tenemos amiga.
—así es Sofía más bien la que está en deuda contigo, aquí soy yo porque tú has cuidado de mi hijo todo este tiempo as estado ay para él lo as ayudado a pasar este trago amargo.
—no señora Montero no es así yo solo he hecho mi trabajo como su asistente que soy su apoyo.
—claro que no mi amor Sofi, yo sé qué as ha sido más que eso para mi hijo, sabes me vas a perdonar lo que te voy a decir, pero como quisiera que tú y mi Máximo tuvieran algo más que una amistad, la verdad siento que hacen muy bonita pareja.
—mi mamá tiene razón Sofi, tú deberías de ser mi cuñada, yo también como quisiera y ustedes dos fueran algo más que amigos.
—no nada de eso amiga señora Sara, claro que eso no pasará, pues, para empezar ni siquiera somos amigos solo es mi jefe y yo su empleada.
—pues yo de verdad espero que eso cambie hija porque en serio quiero que tú estés con mi hijo, además sé que no solo son jefe y empleada, pues, considero que él te tiene cariño, lo sé porque conozco a mi bebe, sé perfectamente cómo actúa cuando algo le importa.
Cuando escuché las palabras que dijo la señora Montero sonreí, pues, una sensación de tranquilidad y cierta alegría me invadió, pues, si la mamá de mi jefe estaba diciendo eso, tal vez sea porque es cierto.
Y de verdad Máximo, si me quiera esa idea, la verdad me agrada mucho, así que para ser sincera me emociona muchísimo, me encanta, me pone feliz.
En serio nada me haría más feliz más, sin embargo, tuve que salir de mi trance de fantasía rápido y no pude pensar más pues tenía que arreglarme rápido para la sesión de fotos.
La señora Montero nos ayudó a arreglarnos a su hija hermosa y a mí.
Nos ayudó a abrocharnos los vestidos, los cuales por cierto eran muy bonitos, el de mi amiga era corto color verde esmeralda, corte sirena con un escote hermoso.
El vestido resaltaba su bonita figura y su cabello estaba impecable, hermoso como siempre el maquillaje era discreto, pero resaltaba su belleza, en especial sus ojos azules.
Por mi parte mi vestido era azul turquesa pequeño corte estilo princesa con un escote discreto adelante y la espalda descubierta con lazos entrelazados.
Mi maquillaje también era discreto, claro, en mí no caso no lucía tanto en los ojos, pues, mis ojitos no son azules, además de que uso gafas, pero igual no estaba tan mal.
Así que luego de darnos los últimos retoques decidimos salir de la habitación junto con la señora Montero, usen, por cierto no mencioné, pero se veía realmente espectacular con el vestido color azul que traía la así verse simplemente perfecta.
Además, que de por sí es una señora muy bien conservada, pareciera que los años no pasan por ella.
En fin cuando llegamos al estudio donde el señor Ricardo estaba tomando las fotos.
Él estaba ocupado tomándole fotos a Ximena y a Cristian quienes irradiaban felicidad, por cierto verlos era tan lindo se antojaba tanto estar en su lugar.
En serio, como desearía que Máximo se dejara de rodeos y ya quisiera mostrar nuestro amor ante el mundo, pero parece que eso no pasará pronto.
Y no es que no lo entienda, solo que no sé de verdad quisiera que el tiempo pasara rápido y pudiera estar listo para anunciar nuestra relación, pero, pues, me tocará esperar.
A que ese día llegue y pues mientras tanto, aunque sea solo en secreto, pero planeo disfrutar cada segundo que viva con él.
Pensaba estas cosas cuando de repente fui sacada de mis pensamientos cuando escuché la voz del señor Ricardo que me dijo.
—pero si es a quienes estaba esperando mi hermosa princesa mi sobrina hermosa y la bellísima señorita Bianca Durarte.
—es en serio tío, pues, aquí nos tienes dinos qué hacer y seremos tus musas, no se diga más.
—muy bien entonces preciosas necesito que vengan conmigo y vamos a hacer magia.
—claro que sí tío yo contigo hasta la luna.
Después de que mi amiga dijo esto el señor Ricardo tomó nuestra mano y nos encaminó a un lugar donde había dos pequeños cojines y flores al rededor era simplemente hermoso ese escenario.
Nos dijo que nos sentáramos una en cada cojín y que juntáramos nuestras espaldas, nos pidió que sonriéramos a la cámara y comenzó nuestra sección de fotos.