Bianca
cuando tocaron la puerta del departamento de Máximo dude en si debía de abrir o no, pues, sabía quién era y la verdad no me podía arriesgar.
A abrirle a cualquiera, pues, no sabía si quien estuviera llamando a la puerta era algún periodista o alguien ajeno a nuestro círculo de gente que sabe de mi relación con Max
sin embargo, fue tanta la insistencia que decidí levantarme del sillón donde estaba y decidí arriesgarme y abrir la puerta.
Cuando vi quién estaba detrás de ella, comencé a sentir mucho coraje, pues, era nada más y nada menos que la exnovia de Max, quien al verme inmediatamente dijo.
—pero que estás haciendo aquí maldita gata barata donde está Máximo, mi amor.
—mire señora Briseida, son dos puntos lo que le voy a escribir punto número 1. Yo no tengo que darle ninguna explicación del porqué estoy yo aquí punto número 2.no sé cómo es que se le tiene que explicar mi jefe no quiere verla mucho menos hablar con usted grábese eso él la cabeza.
—mira gata igualada tú a mí ni siquiera deberías dirigirme la palabra porque no somos iguales tú eres una muerta de hambre mírate pobre gata voy a hacer de cuenta que no estás aquí de acuerdo así que si te quitas de mi camino necesito hablar con Máximo.
—no, señora, usted no va a pasar de acuerdo mientras yo esté aquí, no va a pasar como la ve.
—así y como me lo vas a impedir quítate maldita gata o te quito yo.
Después de decir esto último, Briseida estiro su mano en señal de quererme dar una bofetada, cosa que no le iba a permitir así.
Que cuando vi esta acción me dio muchísimo coraje, pues, también a mí, mente llegó la imagen de aquella vez que Máximo y Briseida se besaron, fue así que una rabia se apoderó de mí.
Y me abalancé sobre ella, comencé a jalarle el cabello y la muy cobarde comenzó a gritar que alguien la ayudara a quitarle a esta garrapata de encima ósea a mí.
Cuando escuche esto me dio todavía más rabia, así que le jalé todavía más el cabello grito todavía más.
De repente sentí como me tomaron de la cintura, cosa que me descolocó, sin embargo, rápidamente me recompuse, pues, vi que quién me había tomado.
De la cintura era Máximo quien logró separarme de Briseida.
Lo que pasó después de que lograra separarnos me sorprendió bastante, pues, comenzó una conversación que culminó en la revelación de nuestra relación.
Pues Máximo le contó de esta a Briseida, cosa que para ser sincera me sorprendió no sabía ni qué decir.
No sabía por qué lo había dicho, sin embargo, supongo que fue para que así ella se sacara de onda y se fuera.
Cosa que al parecer funcionó, pues, después de la revelación, la exnovia de Max se fue totalmente en estado de confusión.
Cuando la odiosa de Briseida se fue inmediatamente le dije sonriendo a Máximo que porque le había dicho sobre nuestra relación a su ex, él me contestó que no sabía, pero que era lo mejor, después de escuchar su respuesta inmediatamente yo le dije.
—como que es lo mejor mi amor, no me puedes decir que es lo mejor cuando no sabes ni por qué lo hiciste ahora que vamos a hacer.
—hacer de qué bonita no pasa nada.
— claro que si pasa no crees que tu ex valla y le cuente todo a la prensa, todo el mundo se va a enterar.
—eso no le conviene a ella y sabes que ya sé por qué lo hice mi amor para que le quede claro que ya no quiero nada con ella.
—aunque aún la sigas amando verdad.
—pues si exactamente aunque siga sintiendo cosas por ella no quiero hablar de eso, ya después pensamos que es lo que aremos de acuerdo, por ahora ya logré mi objetivo el correrla.
—no, pues, eso sí, mi amor.
—exacto entonces si ahora no te molesta, si hay que pedir algo para cenar mi amor y duchémonos para después ir a descansar porque mañana tendremos un día de mucho trabajo de acuerdo.
—está bien mi amor, manos a la obra, le llamaré al restaurante para que traiga la comida.
Luego de decir eso llame al restaurante y cenamos sin volver a tocar el tema, cosa que de cierta manera agradecí, pues, la verdad no quiero escuchar que Leo me diga que aún siente algo por ella.
El resto de la semana pasó normal, pues, para mí, sorpresa y tranquilidad, la arpía de Briseida no había ido a buscar a mi novio y tampoco le había dicho nada a los medios.
Entre preparativos para la subasta de mi amiga Lauren y el trabajo, la verdad la semana se me pasó volando, pero aunque muy ajetreada fue tranquila, pues, por lo que ya mencioné.
Hoy ya es viernes, son las 5 de la tarde y ya voy con rumbo a mi casa para arreglarme para la gala de esta noche.
Mi amiga Lauren pasó por mí al trabajo para ir por los vestidos que utilizaremos esta noche, aunque para ser sincera fue difícil que Máximo quisiera dejarme ir de la oficina sola con su hermana, pues, él quería acompañarnos, pues, decía que quería estar conmigo.
Sin embargo, Lauren le dijo que lo mejor sería que él debía de ir a arreglarse también para ahorrar tiempo.
Ya que teníamos el tiempo encima, mi amiga le dijo que no se preocupara, pues, no sería mucho lo que estaríamos lejos.
Máximo a regañadientes aceptó que su hermana y yo nos fuéramos solas con el guardaespaldas de mi amiga, cuando llegamos al departamento rapidísimo nos fuimos a bañar.
Después de salir de la ducha, mi amiga me comenzó a secar el cabello mientras yo me maquillaba.
Después cambiamos de lugar e hicimos lo opuesto, ella se maquillaba y yo le secaba el cabello.
Luego ella me realizó mi peinado para esta ocasión mi cabello lo ató en un elegante chongo que dejaba caer preciosos chinos que mi ángel de ojos azules me hizo.
Cuando termino de peinar ahora llego mi turno de yo peinarla a ella le hice un chongo parecido al mío, pero el de ella estaba desviado a la izquierda, al igual que yo le dejé unos cabellos sueltos para hacerle unos risos.
Después de eso ya estábamos listas para colocarnos nuestros vestidos, así que pasamos a nuestras habitaciones a ponérnoslos.