Sara
Después de que salimos del bar Leonardo y yo no cruzamos palabra estaba tan molesta por lo que hizo como se atreve a llegar de esa manera a mi despedida de soltera no sé que le pasa por su cabeza tal vez este loco.
Leonardo también tenía cara de pocos amigos no lo conozco mucho, pero con lo poco que sé sobre él puedo percibir que también se encuentraba enojado.
Cosa que me importa poco pues ahora resulta que él hace las cosas mal y se ofende.
El ambiente era realmente tenso entre nosotros y ninguno de los dos nos volteamos a ver siquiera.
Continuamos así hasta que llegamos a mi casa y justo cuando estaba por bajar del auto él volvió a poner el seguro para que no pudiera salir.
Así que aunque no quería tuve que hablarle para pedirle que quitara el seguro.
—Leonardo podrías por favor quitar el seguro.
—no lo quitaré.
—por qué no ¿qué buscas?, tú con todo esto que hiciste.
—como que busco pues lo mismo te pregunto Sara tú que pensabas cuando aceptaste la invitación a bailar de Ricardo si sabes perfectamente que no me cae para nada bien.
—pues nada señor exagerado solo era un simple baile tampoco es como si me fuera a ir a otro lado a tener relaciones con él así como lo haces con tu novia.
—no te atrevas a comparar las situaciones Sara porque no son para nada iguales.
—no las estoy comparando Leonardo yo sé bien cuál es mi lugar solo era un ejemplo sé perfectamente que te vas a casar conmigo para poder estar con ella.
—exactamente Sara, pero como ya sabes en el contrato que firmaste viene una cláusula donde dice.
—sé exactamente que dice Leo no hay necesidad de que me lo recuerdes de acuerdo como ya te dije sé perfectamente cuál es mi lugar en todo esto y que no significó nada en tu vida no lo digas ok.
—pues entonces actúa como debes Sara no quiero volver a verte cerca ni de Ricardo ni de ningún otro hombre que no sean Marcus y Jason al menos hasta que firmemos nuestro divorcio quedó claro.
Por un momento estuve apuntó de mandarlo todo al carajo pues quien se cree que era este tipo para controlar mi vida de esa manera, pero luego recordé que yo estaba metida en todo esto por la salud de mi abuelita y ella valía cualquier sacrifico.
Así que tome fuerzas de donde pude y respondí.
—si Leonardo quedó claro ahora si me disculpas me quiero ir a descansar estoy algo cansada.
—está bien ya puedes irte te recuerdo que mañana será la cena con mi familia paso por ti a las 8.
—a esa hora estaré lista no te preocupes.
—perfecto entonces ya te puedes ir.
En cuanto Leonardo quito el seguro del auto me baje inmediatamente sin despedirme pues estaba muy furiosa por todo lo que paso esta noche.
Inmediatamente en cuanto entre a mi casa me fui corriendo a mi cuarto y me acosté en mi cama.
De repente sentí como los rayos de sol se posaba en mi cara fue entonces cuando abrí mis ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida.
Tomé mi celular, revise la hora era la 1 de la tarde no sé por qué últimamente me he estado despertando muy tarde.
En fin no tenía nada más que hacer prácticamente así que pues realmente ya no importaba a que hora me despertará.
Pues es increíble como mi vida pasó de ser muy ajetreada y ocupada porque prácticamente mi tiempo estaba distribuido entre mis múltiples trabajos a estar así sin hacer nada pues mi nuevo empleo prácticamente solo era sonreír fingir ser la novia perfecta aunque ahora también al parecer aguantar los enojos y desplantes de mi futuro esposo falso.
Pero en fin todo sea por mi abuelita hermosa ella vale cada sacrificio.
Hablando de ella quería verla pues mañana solo le darían poquito permiso para salir a la boda y no duraría mucho según lo que me dijo el doctor pues con tanta emoción podría tener una recaída.
Así que no lo pensé más me vestí con unos jeans, una camiseta color morada, unos tenis ate mi cabello en una coleta alta y me fui caminando a la casa de retiro.
Cuando llegue inmediatamente la señorita que me atendió comentó que, era como si me hubieran llamado con el pensamiento pues de hecho me iban a llamar porque el médico de mi abuelita tenía algo que decirme así que por lo pronto me pasaría a ver a mi abuelita y en minutos el doctor me alcanzaría para hablar conmigo me puse nerviosa pues me intrigada saber por qué quería habla conmigo.
Cuando entramos a la habitación de mi abuelita inmediatamente ella al verme se levantó de la silla donde se encontraba me abrazo y me di un beso en la mejilla y dijo.
—mi pastelito hermoso me alegro tanto que hayas venido a verme.
—abuelita hermosa yo también estoy superfeliz de verte y sobre todo porque te encuentro muy bien.
—así es pastelito me siento muy bien tiene días que no se me olvida nada el médico dice que el nuevo tratamiento me, está funcionando de maravilla.
—abuelita esas son excelentes noticias.
Sentí una felicidad inmensa de ver a mi abuelita así tan lúcida como antes.
Nuevamente la, abrace y le repartí muchos besos por toda su cara cuando de repente tocaron la puerta y se escuchó que decían.
—buenas tardes, señorita González soy el doctor José Mora puedo pasar.
—si claro doctor adelante.
El doctor entró a la habitación nos saludó a mi abuelita y a mí para después comenzar a hablar.
—señorita González me da mucho gusto que viniera hoy precisamente pues como mi asistente le informo pensaba llamarla.
—si doctor su asistente si me comentó que usted quería hablar conmigo.
—así es señorita.
—pues entonces llegue en el momento preciso doctor dígame que es lo que tiene que decirme por qué me está poniendo nerviosa.
—no se preocupe señorita no es nada malo y para que se le quiten esos nervios que tiene le diré que la señora Mariana ha respondido muy bien al nuevo tratamiento tanto que incluso ha superado hasta nuestras expectativas.