Por siempre nuestro secreto

Capítulo 27 encuentros y conversaciones de una boda.

Leonardo 

—te volveré a preguntar por última vez Megan ¿qué estás haciendo aquí?, en la boda de mi hijo no o mejor dicho que estás haciendo aquí alejada de todos con él. 

—no es lo que tú te estás imaginando mamá. 

—pues de verdad espero que no sea lo que me imagino Leonardo. 

—estoy aquí señora porque quería felicitar a su hijo por su boda con esa muchachita para desearle que ojalá le vaya bien y sea muy feliz. 

—creo que eso es cierto mamá pues yo ni siquiera había notado que Megan seguía aquí en la fiesta para mí también fue una, sorpresa. 

—no sé si creer lo que me estás diciendo Megan. 

—pues tiene que creerlo señora porque es la verdad como ya le dije solo vine a felicitar a Leonardo por su boda. 

Mi madre estaba por responderle a Megan al comentario que hizo cuando de repente tuve una idea magnífica y antes de que pudiera hablar yo la interrumpí diciendo. 

—muchas gracias Megan por tu felicitación, pero realmente no era necesario que vinieras a buscarme pues esto se podría malinterpretar recuerda que desde hoy soy un hombre casado y no quiero tener problemas con ella. 

La cara de Megan era de sorpresa total pues no esperaba esa reacción de mi parte sé que después de esto ella estará muy molesta conmigo, pero después le explicaré que esta era la única manera que había para que mi madre no sospechara nada. 

—es cierto tienes una esposa pues es por eso que estoy aquí para felicitarte porque eso es lo que hace la gente educada. 

—discúlpame querida  tú de educación dudo mucho que sepas algo de lo que es la educación. 

—señora Amelia no le respondo a su comentario por respeto y antes de que diga algo más incómodo me retiraré. 

—eso me parece perfecto querida. 

—Leonardo nuevamente te felicito por tu matrimonio que sean muy felices. 

—gracias Megan. 

Habiéndome dicho estas palabras Megan se dio la vuelta no sin antes lanzarme una mirada como sentenciados de que más tarde ella y yo tendríamos que hablar eso es algo que sin duda voy a hacer. 

Cuando se alejó ya pude finalmente respirar porque cuando llego juro que sentí como si no pudiera respirar. 

—es la última vez Leonardo que quiero ver a esa mujer cerca de ti me entiendes ella no tiene nada bueno que ofrecerte sé que no eres un niño pequeño como para que yo o tu padre te digamos lo que está bien. 

—si mamá lo sé como tu misma escuchaste yo le pregunté que estaba haciendo aquí. 

—si lo escuché hijo y me alegro de que le dijeras eso porque sé que te casaste con Sara que la amas y para ser sinceros tu padre y yo también amamos a esa jovencita estamos muy tranquilos de que estés con ella sabemos que es una buena mujer no quiero que nada ni nadie dañe tu matrimonio y mucho menos esa mujer. 

—ten por seguro mamá que eso no pasará yo estoy enamorado de Sara y nada ni nadie cambiará eso. 

—eso espero hijo ahora de lo que paso aquí no le diré nada a Sara para no arruinarle su gran día a tu padre tampoco le diré nada pues no quiero que se altere ni hacer esto más grande solo quiero que sepas confío plenamente en ti hijo y de verdad espero que nunca en la vida vuelvas a ver a esa mujer. 

—gracias por confiar en mi madre

—de nada hijo no olvides nunca que te amo muchísimo mi niño eres mi luz.

—yo también te amo madre aunque no lo demuestre te amo. 

Después de decirnos esas palabras nos dimos un largo abrazo y después decidimos regresar a la fiesta nuevamente. 

Cuando volvimos a la fiesta inmediatamente comencé a buscar a mi esposa, pero no la veía por ningún lado así que le pregunté a Karina y me dijo que Sara había ido a la entrada del jardín a despedir a su abuela. 

Así que rápidamente me fui a donde Karina me indicó que estaba Sara. 

Cuando llegue al lugar vi una escena que no me gustó para nada. 

Pues me encontré al odioso de Ricardo hablando con Sara inmediatamente me acerque a ellos abrace por detrás a mi esposa y sin pensarlo empecé a hablar. 

—Ricardo todavía sigues aquí pensé que ya te habías marchado, pero veo que no. 

—pues como vez que no Leonardo no me iré hasta que ustedes dos los novios no se vayan pues quiero tener fotos de cada cosa que hagan. 

—no crees que ya tienes suficientes fotos para qué quieres tantas. 

—pues por qué es su trabajo mi amor por eso. 

Cuando escuche que Sara estaba defendiendo a Ricardo me comencé a enojar muchísimo como era posible que mi esposa defendiera a este hombre. 

—bueno, Sara me despido tengo que Fotografiar al resto de los invitados en un rato los veo. 

—claro que sí Ricardo está bien. 

Cuando Ricardo se fue Sara me volteo a ver con cara desaprobación y me dijo. 

—se puede saber por qué eres tan descortés con Ricardo Leo. 

—ya te lo he dicho muchas veces Sara porque no me cae bien simplemente es por eso. 

—esa no es razón suficiente para que seas tan descortés y grosero a la vez. 

—no soy ninguna de las cosas que acabas de decir de acuerdo es nuestra boda y preferiría que no peleáramos y menos por personas que no tienen importancia. 

—de nuevo con tus comentarios Leo no te digo que eso es grosero, pero bueno tienes razón es nuestra boda al menos hoy debemos seguir como hasta hace rato pasándola bien te parece. 

—me parece perfecto es lo que te trato de decir sigamos pasándola bien pequeña. 

—perfecto entonces ven mi guapo ay que seguir bailando. 

—de nuevo a bailar pues si no me queda de otra, pero antes dime la señora Mariana tu abuela¿ya se fue?. 

—si Leo me dijo que se sentía algo cansada que fueron demasiadas emociones para ella el día de hoy te estuvimos buscando y no te encontramos. 

—si es que fui a los baños que están hasta el fondo a las afueras del jardín. 

—con razón te, busque por todas partes y no te encontré por cierto tengo algo que contarte. 

—si dime ¿qué paso?. 

—pues verás mientras te estábamos buscando mi abuelita y yo se acercó a nosotras el gobernador el esposo de Megan. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.