Capítulo 33 Te Quiero.

Sara 

Cuando sentí los rayos de sol tocar mi rostro abrí los ojos y gire al otro lado de la cama como últimamente lo había estado haciendo esta semana de vacaciones solo que esta vez tristemente Leonardo no estaba ay para deslumbrarme con su hermoso rostro pues había regresado a su trabajo. 

Al parecer me había quedado dormida como siempre revise el reloj y eran las 12 del medio día. 

Yo y mi costumbre de quedarme dormida hasta tarde siempre. 

Es increíble como ni siquiera escuché cuando se fue no sé realmente por qué siempre he tenido este sueño tan pesado al principio pensé que era por lo de la cafetería y esas cosas aunque ahora que no tengo un trabajo tan pesado solo sonreír me sigue costando mucho levantarme.

Lamente bastante el hecho de no poder despedirme de Leo todo por levantarme tarde así que tuve una idea y decidí ejecutarla. 

Tome mi celular y le mande un mensaje a Leo diciéndole que yo haría la cena de esta noche para compensar el que no me había levantado para despedirlo. 

Espere su respuesta, pero esta no llego supuse que estaría ocupado y por eso no me había contestado, pero sabía bien que respondería el mensaje más tarde. 

Estaba muy ansiosa por verlo quería que la noche llegara rápido pues no sé por qué, pero de una manera extraña ya me había acostumbrado a que todo el tiempo estaba con él por lo cual sentía raro estar sin el yo Sabía perfectamente que esto no estaba bien pues dentro de unos meses el contrato se terminará. 

Así que no puedo permitirme acostumbrarme a él o peor aún encariñarme con él, pero para ser honesta Leo me está poniendo las cosas difíciles pues me trata bien y todo el tiempo esta al pendiente de mí. 

Leo es una buena persona, pero tiene un pequeño defectivo llamado Megan pues aún que él no me lo dijera ella todo el tiempo estaba mandándole mensajes durante la luna de miel. 

Y cada que Leonardo revisaba su celular sabía perfectamente que era Megan quien le mandaba los mensajes esto sin duda me dolía. 

Eso no me agradaba para nada porque eso significaba que Leo me estaba importando de más cosa que perfectamente sé que no está bien. 

En fin pensar tantas cosas de cierta manera creo que me iba a volver loca. 

Así que aunque después de desayunar me aliste y aún que Leo aún no había contestado mi mensaje decidí que saldría de compras al supermercado a adquirir La cosas que necesitaba para la cena. 

Decidí que caminaría hasta el súper pues no tenía otra manera de transportarme que caminando. 

Cosa que no sabía si le iba a parecer a Leo, pero pues no tenía opción, ya que yo no tengo auto y no me animo a manejar uno de los suyos cuando llegue al área donde se encontraba Miguel el portero del edificio un señor que es muy amable el cual al verme me dijo. 

—señora Montero buenas tardes. 

—buenas tardes, señor Miguel. 

—¿puedo ayudarla?, en algo señora Montero. 

—no señor Miguel estoy bien. 

—señora, pero puedo notar que va a salir. 

—si saldré al supermercado a hacer unas compras. 

—y no me diga señora que irá sola. 

—si don Miguel al fin y al cabo el supermercado está cerca de aquí no se preocupe. 

—claro que me preocupo señora si le llegara pasar algo el señor Montero no me lo perdonaría es más si me permite un poco le podríamos llamar a don Enrique para que mande a alguien a acompañarla. 

—no señor Miguel así estoy bien no se preocupe de verdad quiero caminar un poco. 

—señora tengo que insistir. 

—de verdad no insista don Miguel así estoy bien de verdad quiero caminar un poco sentir el aire fresco además quiero darle una sorpresa, a mi marido. 

—bueno, señora está bien solo permítame decirle a mi hijo que la acompañe aprovechando que está aquí porque me trajo mi comida 

Después de decir esto el señor Miguel le mando llamar a un joven de aproximadamente 21 años cuyo nombre era Gonzalo me presentó con él y le dijo que me acompañará al centro comercial. 

El joven era muy amable y simpático me platico que está estudiando para ser un gran abogado. 

Me encontraba charlando en el supermercado con Gonzalo cuando recibí un mensaje de respuesta de Leonardo donde primero se disculpaba  por haberse tardado en contestar y después me decía que aceptaba la invitación a comer. 

Luego de leer el mensaje me apresure a inmediatamente a mandarle una contestación. 

Después de hacer eso una sonrisa se dibujó en mi rostro era oficial hoy en la noche tenía una cita con mi esposo. 

Así que muy contenta con ayuda de Gonzalo compre todo lo necesario para la cena. 

Cuando salimos del supermercado de repente tuve la ligera sensación de que alguien nos estaba observando, pero decidí pasarlo por alto pues pensé que tal vez era mi imaginación. 

Después caminamos hasta el departamento de Leo, pero seguía teniendo la sensación de ser observada y aparte de eso también sentía como si alguien nos estuviera siguiendo. 

No había querido darme la vuelta para ver si era verdad que alguien nos estaba siguiendo mucho menos le había dicho algo al joven Gonzalo. 

Pero cuando llegamos al edificio donde está el departamento de Leo no pude más con la curiosidad y decidí darme la vuelta para salir de dudas. 

Cuando me voltee mire aún hombre con una sudadera negra la cual tenía capucha también vestía un pantalón negro. 

El hombre se miraba demasiado sospechoso cuando nos detuvimos afuera del edificio la verdad estaba causando un poco de miedo. 

No le quite la vista de encima el hombre cada vez se acercaba más a donde nos encontrábamos Gonzalo y yo. 

Hasta el punto que llegó a donde me encontraba parada yo estaba muy nerviosa, pero me tranquilice cuando el hombre pasó de largo y nos ignoró. 

Fue así como me di cuenta de que tal vez solo estaba un poco nerviosa y que todo había sido mi imaginación. 

Gonzalo me preguntó si todo estaba bien yo le respondí que sí no tenía caso que le dijera para alarmar lo después de todo había sido solo mi imaginación.