DEAN
Cuando vi como Shamara me miraba mientras se mordía el labio inferior no me pude resistir. Le devolví la mirada con ojos llenos de deseo, un deseo que había tenido guardado desde hacía años y que tenía toda la intención de expresar. La tomé por sorpresa, tomando su barbilla y dándole un ligero beso que la dejo sin respiración y aturdida.
Esa hermosa mujer de ojos verdes había captado completamente mi atención desde que se había quitado el vestido hacia unas pocas horas. La contemplaba como esa niña que yo conocía desde pequeña, pero el tiempo ha pasado y ahora es toda una mujer, la mujer que me está robando el sueño.
Cerré los ojos para sentir el rico aroma de su piel, sentí como mi cuerpo reaccionaba a su beso, a su presencia. La tomé por la nuca para profundizar ese beso que me estaba robando el aliento, ella reacción de la única forma que podía hacer, puso sus manos en mi cabello atrayéndome a ella. Ahí estábamos frente a frente sin máscaras y con un deseo guardado queriendo explotar.
Después de disfrutarnos uno al otro, nos dirigimos a la playa.
─Gracias por traerme a este hermoso lugar ─dijo siendo consciente que fue para cortar el letargo silencio que había entre ambos después del delicioso y sorprendente beso que nos dimos.
─Te mereces eso y más ─respondí─. Esta hermosa playa me recuerda cuando fui el año pasado a las Bahamas, ese lugar tiene unas playas increíbles.
─Espero algún día poder conocerlas ─manifestó.
Me coloque las gafas porque aun con la sombrilla el sol estaba muy picante y el resplandor estaba acabando con mi vista.
─Hasta que por fin los encontramos ─Nos dijo Lorana mientras ella y Owen se acercaban a nosotros.
─Como ustedes están en luna de miel pensamos en dejarlos tranquilos ─expresé.
─Tú siempre tan gracioso hermanito ─comentó Lorana.
─Cuñado te la botaste con este hotel. Vale la pena el viaje y a eso agregarle este rico sol ─agregó Owen mientras tomaba asiento en una de las tumbonas.
Mi hermana y Owen se ven tan felices, parecen la pareja perfecta de un cuento de hadas. Owen se nota que la quiere mucho, espero que lo no arruine porque si la lastima se las verá conmigo.
Ellos se sentaron en una tumbona. Ella le colocaba bloqueador solar para luego él hacer lo mismo.
─Shamara ¿puedes por favor colocarme bloqueador en la espalda? ─Me quede observándola para ver como reaccionaba a mi petición. Yo sé que ella siente algo por mí, lo confirme cuando nos besamos en la piscina.
─¿Shamara? Te pregunte si puedes colocarme bloqueador…
─¿Eh? Claro ─respondió un poco confundida. Caminó hacia mí con pasos pausados, le entregué el estuche con una sonrisa mientras ella se veía como si fuera a saltar por un precipicio.
Estaba sentado de espalda a ella, se echó el liquido en las manos y comenzó a frotarlo por cada lugar de mi espalda. Se sentía mágicamente bien porque lo estaba haciendo ella.
─iListo! ─mencionó
─¿Me puedes colocar en el pecho? ─Tenía toda la intensión de provocarla, hacerla sentir deseos de besarme y tocarme. Cuando le hice esa petición abrió los ojos como platos al igual que su boca, me quedé observándola y me dieron ganas de reírme por su tonta reacción. ─Termina el trabajo princesa ─susurré haciendo que ella levantara la vista hacia mí y pusiera los ojos en blanco.
Volvió a echarse liquido en sus manos para continuar ─Lo estás haciendo a propósito ¿verdad? ─Me pregunto un poco enfadada ─Me salió una sonrisa traviesa. Mientras me colocaba el líquido por el pecho sentía su respiración agitada, hice el intento de volver a besarla, pero escuchamos la voz de mi bella hermana y la conexión se terminó.
─Vamos a caminar un poco por la playa ¿nos acompañan?
─iClaro! ─respondió rápidamente Shamara alejándose de mí. Me quité las gafas de sol y le di a mi hermanita una mirada no muy amistosa la cual se llevó rápidamente. Mi intención era que se fueran y nos dejaran solos para poder volver a besar a mi princesa.
Tomamos nuestras cosas y nos pusimos en marcha a caminar por la toda la orilla de la playa. Íbamos haciendo cuentos de cuando Owen, Lorana y Dean estaban en la escuela y las veces que se escapaban para irse de rumba con sus amigos.
Después de caminar por un largo rato, Owen le pidió a Lorana que volvieran a su habitación a descansar un poco porque le dolía la cabeza.
─Shamara si quieres volvemos a tomar el sol ─Le pedí que volviéramos con la intensión de estar solos sin interrupciones.
Ella me miró con dudas, pero al final aceptó.
─Si, no me queda de otra─. respondió
Caminamos en dirección a las tumbonas.
─Voy a escuchar un poco de música ─murmuré poniéndome los auriculares y mis lentes de sol ray ban con la intensión de que ella se relajara un poco para luego abordarla hablándole de nosotros, pero me quedé dormido.
Para mi sorpresa cuando desperté Shamara estaba de espalda recostada en la tumbona mirando a donde yo estaba sin la parte superior del bañador y un idiota sentado a su lado dándole un beso en el cuello.