Por Siempre Y Para Siempre Tu

CAPITULO 7

DEAN

¿Cuando le vas a confesar tus sentimientos a mi hermanita? ─ preguntó Owen mientras me daba golpecitos en el hombro.

Su pregunta me dejo frio ¿Cómo sabe Owen de mis sentimientos hacia su hermana? Yo nunca se lo he comentado a nadie. Lo miré desconcertado.

─¿Pensaste que yo no me iba a dar cuenta? Porque piensas que acepte a que viniéramos, espero que la hagas muy feliz ─prosiguió diciendo. 

─¿No te molesta? ─le pregunté ─Tu y yo somos amigos de toda la vida y pensaba que si te lo contaba me ibas a pegar para que me alejara de ella.

─Porque te conozco es que no me opongo, solo no la hagas sufrir. Tu eres un hermano más para mí y estoy seguro que mis padres no se opondrán porque te quieren como a un hijo.

Luego de nuestra conversación tomamos tres rondas más de tequila.

─Creo que los tequilas más la margarita están haciendo efecto en mi cuerpo. Me siento muy caliente y un poco mareada─. Dijo Shamara con la voz un poco pastosa y riendo como boba.   

Estuvimos riendo mientras contábamos anécdotas de cuando éramos pequeños. De las novias de Owen y mías. Mi hermana alegaba que nosotros éramos los rompe corazones de la escuela.

Shamara levanto su pierna derecha que estaba bajo la mesa y comenzó acariciarme las piernas. Sentí como mi cuerpo reaccionaba a su coqueteo, ella me guiñó un ojo mientras se mordía el labio inferior.

Lorana y Owen estaban muy acaramelado besándose.

─Creo que mejor me voy ─dijo Parándose de su silla─. Sus ojos estaban oscuros y sus mejillas sonrojadas.

─Y yo creo que podemos tomarnos otra ronda ─susurró con incoherencia.

─Vamos. El alcohol te está haciendo efecto.

Todos nos paramos para subir a las habitaciones. Shamara se veía un poco mareada, pero no quería admitirlo.

Owen y yo la tomamos de cada lado de los brazos y la condujimos hasta la puerta de salida para que no se cayera al verla con cara de que estaba mareada, luego de un momento llegamos a la puerta de su habitación. Shamara solo se reía y decía incoherencias. 

─Yo me voy a quedar a cuidarla ─dijo Lorana ─Lo siento amor, pero nuestra noche romántica tendrá que esperar ─le dijo a Owen con cara de apenada─, la hidrataré y mañana estará como nueva ─agregó.

Cuando entré a la habitación a depositar a Shamara en la cama, ella me sujetó de las manos, luego me abrazo con fuerzas dejándome desconcertado, al momento de soltarla me tomó la barbilla dándole un apasionado beso que me hizo estremecer por completo, sintiendo una electricidad que navegaba por mis venas, dejándome sin aliento y haciendo que su corazón latiera a mil.

─Será mejor que me vaya a dormir ─susurré soltándola de golpe y saliendo de la habitación.

Entre a mi habitación con mi cuerpo a mil. Shamara no sabe el efecto que ella tiene en mi cuerpo y mi corazón. Me siento como si tuviera quince años esperando revivir cuando nos besamos por primera vez.    !Dios!

Me tiré a la cama y con ese pensamiento me quedé dormido.

Sobresaltado me desperté escuchando que me tumbaban la puerta. De un salto me levante camino a la puerta para saber que estaba pasando.

─Dean disculpa que te despierte, pero Shamara hace rato que está vomitando.

Salí corriendo dejando a Owen detrás de mí. Entre a la habitación y no la conseguí. Miré a mi hermana que se veía desalineada y con cara de trasnochada.

─Está en el baño ─dijo leyendo mis pensamientos─. Convénsela de ducharse para que se sienta mejor.

Entré al baño y estaba vomitando otra vez con la cara metida en el inodoro, estaba pálida y la cara llena de sudor. La tome entre mis brazos y la metí en la bañera, abrí el grifo con el agua fría para que la temperatura de su cuerpo se normalizara. Le baje el cierre del vestido a regañadientes porque se rehusaba a que se lo quitara. Luego la metí bajo el agua por un largo rato. 

Luego la ayudé a secarse el cabello, ya se veía mejor. Lorana le dio una botella de agua para que se hidratara. Enseguida se puso un pijama y la llevé a la cama.  

Le pedí a Lorana que se fuera a dormir con Owen que yo la cuidaría, eran las tres de la mañana y ambos no habían dormido.  

A la mañana siguiente despertó aturdida. Al sentirla moverse yo también me desperté.

─¿Cómo te sientes? ─pregunte preocupado porque no se veía bien anoche y había vomitado mucho.

─Me duele mucho la cabeza, me molestaba la luz ─poniéndose las manos en la cara ─Y tengo una maldita resaca.

─¿Qué haces tú aquí? ─me preguntó confundida.

─Estabas muy mal anoche por el alcohol que ingeriste, vomitaste toda la noche y yo me ofrecí a cuidarte porque mi hermano no había pegado ojo cuidándote al igual que Owen.

─Estuve haciendo el ridículo ─Se volvió a tapar la cara apenada.

Se levantó de la cama y fue al lavabo mientras yo me quedé en la cama, todavía tenía sueño. Al momento de salir del baño envuelta en una toalla, me quedé de piedra, verla tan sexi envuelta en esa toalla chorreándole gotas de agua de su cabello mojado me hicieron levantar de la cama.




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