Por Siempre Y Para Siempre Tu

CAPITULO 21

21

DEAN

─Dean Moore ─escuché un grito desesperado y con voz quebrada, quitándome de un jalón la sábana que me cubría.

Desperté exaltado al escuchar la voz que me llamaba, abrí los ojos, me miré y la miro a ella, luego me volví a mirar percatándome que no llevaba ropa, me pasé la mano por la cabeza pensando ¿Por qué estaba en boxes y no recordaba nada? me lancé de la cama con intensión de ir a donde estaba Shamara con cara de malos amigos. ¿Qué hacia ella en mi habitación? ¿Cuándo llego? Me siento perdido.

─Mi amor, no sabía que venias ─Fue lo primero que me salió mientras caminaba hacia ella, pero no decía nada.

Intente abrazarla, pero me empujó.

─Preciosa ¿Qué pasa? ¿Por qué me miras de esa forma?

─No me vuelvas a llamar así, siempre pensé que eras diferente, que de verdad me querías ─dijo con la voz entre cortada.

Yo no entendía que estaba pasando, hasta que Mónica apareció, pero ¿qué rayos está pasando? Shamara se voltio a verla para luego volver a mirarme y yo sin saber que decir porque tenía a dos mujeres en mi habitación y yo ajeno a lo que pasaba. Shamara se acercó a mi dándome una fuerte cachetada.

─No quiero volver a verte en mi vida ─dijo mientras daba media vuelta retirándome de la habitación corriendo.

─Me puedes por favor decir ¿qué está pasando?

Corriendo busqué unos pantalones chándal, me los puse y salí descalzo corriendo detrás de ella, pero Shamara ya había entrado al ascensor, me quedé mirando como las puertas se cerraban, me percaté a que piso ella iba. Fui corriendo al otro ascensor dándole al botón de subir, necesitaba entender ¿Qué estaba sucediendo? ¿Por qué Shamara me trato de esa forma? ¿Por qué Mónica estaba en mi habitación y vestida con mi camisa?    

Después que llegué al quinto piso no encontré rastros de ella por ningún lugar, me puse la mano en la cabeza halándome el cabello frustrado, miré para todos los lados, entonces pensé en Owen, él tenía que saber el número de habitación.

Busco en los bolcillos del pantalón y recordé que no llevaba mi móvil y que estaba descalzo y desnudo de la cintura hacia arriba.

─¡Carajo! ─grité mientras caminaba de vuelta al ascensor. 

Cuando llegué a mi habitación y traté de abrirla, esta estaba cerrada y no tenía su llave.

─Este no es mi día ─dije apretando los puños, lleno de frustración y con un fuerte dolor de cabeza.

Me volví a ir, pero esta vez en dirección a la recepción para que me abrieran la habitación, tomar una ducha rápida para poder hablar con Shamara.

Luego que me abrieron la puerta por fin pude tomar una ducha rápida, después que estuve listo, busco mi teléfono celular para llamar a Owen y así conseguir el número de habitación de Shamara.

─Hola Owen ─sin esperar a que éste me contestara ─Por favor dime el número de habitación de Shamara ─dije en un tono no muy amigable.

─Hola Dean, ella está en la habitación número 506, ¿qué paso con ustedes? ¿se pelearon? ─preguntó con cierta duda en su voz ─Lo pregunto porque ella me llamó muy temprano para pedirme el número de tu habitación para ir a darte una sorpresa.

─Owen luego hablamos ─respondí con voz cortante mientras colgaba la llamada.

Subí el ascensor en busca de mi amor y de respuestas, luego hablaría con Mónica para aclarar las cosas.

Toqué la puerta varias veces y no obtuve respuesta, con la mano cerrada volví a tocar, pero esta vez la llamé.

─Shamara por favor ábreme la puerta, sé que estás ahí, princesa quiero que hablemos ─Estuve sentado en la puerta por más de media hora rogándole, llamándola por el celular, pero Shamara no quería abrir y menos verme. Escuchaba sonar su teléfono celular cuando le marcaba hasta que ella se cansó de escucharme y por fin abrió la puerta. 

Estaba con los ojos hinchados y la cara roja, se veía agobiada, llevaba puesto un pantalón chándal, una sudadera y un moño alto amarrado de forma desalineada.

─Tienes cinco minutos para que te defiendas ─dijo moviéndose para que yo pudiera pasar. Cerré la puerta con seguro.

─De esta habitación no vamos a salir hasta que arreglemos las cosas porque me siento perdido ─decía mientras me dirigía a sentarme en un sofá que estaba cerca de la cama─. Princesa, no se ¿Qué hacía Mónica en mi habitación? ─comencé a decir mientras me acercaba a ella que estaba mirándome con incredulidad parada de brazos cruzados.

─¿Por culpa de ella te alejaste de mí? ─Me gritó con los ojos llenos de lágrimas ─Yo sabía desde el día que me la presentaste que se iba a convertir en la manzana de la discordia entre nosotros ─dijo limpiando las lágrimas que le bajaban a chorros ─¿Por qué Dean?

─Princesa, yo no recuerdo haber estado con ella, nosotros solo somos compañeros, nunca ha pasado nada entre los dos ─le respondí con cara de frustración, me movía de un lado a otro analizando lo que sucedió la noche anterior─. Recuerdo que fuimos al bar a tomarnos unos tragos, estuvimos hablando; luego me sentí mareado y no recuerdo nada más hasta que tú entraste a la habitación. ─expliqué exasperado.




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