Por Siempre Y Para Siempre Tu

CAPITULO 22

22

DEAN

Luego que saliera de la habitación de Shamara, destrozado, fui al bar, era temprano pero no me importó, quería asimilar las cosas que me estaban sucediendo. Pasé de tener una relación estable con la mujer de mi vida con quien quería una vida juntos, una casa, hijos, a no tener nada.

Después de pensar y analizar por un largo rato llegue a la conclusión que Mónica era la única culpable de todo lo que en ese momento pasaba y solo ella tenía las respuestas; así que fui en su búsqueda para que me confesara si fue ella quien planeo llevarme a la cama engañado.

Toque la puerta de la habitación de Mónica y luego de insistir varias veces ella abrió.

─Hola, necesito que hablemos ─le dije en un tono tranquilo, aunque por dentro sentía desprecio por la mujer que por largos meses le brinde mi amistad y ahora era la causante de mi ruptura, sabía que debía irme con cuidado con ella porque en estos momentos tenía todas las de perder.

Mónica se movió para que entrara, respiro hondo, se sentía nerviosa y no dejaba de arreglarse el cabello.

─Explícame ¿qué rayos paso anoche entre nosotros? ¿Por qué estabas esta mañana en mi habitación llevando mi camisa puesta?  ─pregunté desesperado, mirándola de una forma fría y distante.

─Ano..che… Anoche cuando estuvimos en el bar me pediste que subiéramos a tu habitación, yooo me negué, pero tú me insististe, estábamos muy borrachos y al parecer el alcohol nos hizo una mala jugada ─dijo de una forma muy convincente mirándome fijamente a los ojos, una mirada fría y calculadora que me hacían dudar.

─Sabes que eso es mentira ─le grité saliendo de mi control ─Tu sabes perfectamente que yo sería incapaz de faltarle a Shamara.

Me acerqué tomándola de los hombros y hamaqueándola para que fuera sincera con sus palabras porque yo sabía perfectamente que no le fui infiel a mi amor.

─Dean es la verdad, no te estoy mintiendo. ¡Suéltame! me haces daño ─dijo tratándose de zafar de mi agarre. Yo la miraba con incredulidad, pero no tenía la seguridad de que no me acosté con ella o que ella me hablara mentira, ya que no me acordaba de nada de la noche anterior.

Me armé de valor soltándola furioso, no sabía que iba hacer porque por más que le daba vueltas a su cabeza no encontraba las respuestas. Di pasos firmes para marcharme, pero Mónica me tomo de la mano.

─Sabes que soy incapaz de hacerte daño y te juro que nunca estuvo en mis planes acostarme contigo ─dijo en modo conciliador para que sus palabras fueran convincentes y yo le creyera. 

No sé cómo voy a demostrar mi inocencia, si pudiera recordar eso me ayudaría mucho.

Me sentía muy agobiado y exhausto, subí a mi habitación a cambiarme de ropa para ir un momento a la piscina y así poder despejar mi mente, no tenia deseos de ver a nadie.

Luego de beber unos cuantos tragos y relajarme un poco subí a cambiarme para y descansar un poco para bajar a cenar porque no había comido nada en todo el día y así no iba a llegar lejos a ningún lado y no quiero que Shamara me vea así.

Después de cenar volví al bar y para mi sorpresa ahí estaba Owen, Andrew y ella.

─Buenas noches ─dije sorprendiendo a Shamara porque estaba detrás de ella.

Nuestras miradas chocaron haciéndome sentir peor de lo que me sentía, ella no se veía bien y todo por mi culpa.

No dejaba de mirarla, quería descifrar sus pensamientos, si podía acercarme, hablarle o mejor tocarla; se veía tan bella con ese vestido azul cielo que mostraban sus bellas piernas y esos zapatos blancos altos que la hacían ver más atractiva.

Andrew me llamó para que me alejaran de los demás para poder hablar de lo que pasaba entre Shamara y yo porque quería que su princesa fuera feliz.

─No te voy a preguntar qué pasa entre ustedes dos, pero mi niña no está bien y quiero que arreglen las cosas ─le pidió poniéndole la mano en el hombro ─Sé que ustedes se quieren así que arreglen las cosas, te quiero como a un hijo y sé que ustedes pueden ser muy felices juntos ─Le volvió a decir.

Me limité a escuchar a Andrew y asentía a lo que él me decía, volvimos a donde estaban los demás sentados y vi como Shamara se llevaba su trago de margarita a la boca, se lo quité y cuando ella intento decirme algo la tome entre mis brazos colocándosela en un hombro.

─Nos vemos luego ─dije mientras caminaba hacia los ascensores y Shamara me gritaba que la bajara.

Subimos a mi habitación, luego que entramos la deposité sobre la cama con cuidado; Shamara estaba molesta y al mismo tiempo nerviosa, me miró fijamente por un breve momento que fue eterno para ambos, no hizo ninguna reacción que me hiciera pensar que ella me iba a perdonar, pero yo no tenía la intención de dejarla ir.

Shamara se levantó de la cama y camino en mi dirección, tenía los ojos aguados, amenazando con llorar, se pasó las manos por la cara y soltó todo el aire contenido.

─Siempre pensé que tú eras el amor de mi vida y que pasaríamos nuestras vidas juntos… un hasta que la muerte nos separe; pero nunca pensé que fueras capaz de faltarme… nada de lo que tu hagas o digas hará que yo cambie mi decisión de alejarme de ti.




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