Por ti

Capítulo 3

Después de pensar en las diferentes opciones para cenar y luego de que Josep argumentara que a él le había tocado limpiar la popo de los perros y por ende tenía derecho a escoger el lugar, condujo hasta el restaurant de Chuck, era un pequeño lugar en donde vendían hamburguesas y hot-dogs.

Se estacionó después de meditar un buen rato cual era el mejor lugar donde nadie fuera a hacerle daño a su auto.

-quiero que sea cena no desayuno- le dije desesperada por el tiempo que le tomaba estacionarse, el lugar no estaba demasiado lleno.

-no la escuches bebé, tú mereces un buen lugar- le habló a su auto, era un Mustang 1969 que cuidaba con su vida. Las veces que me había dejado conducirlo prácticamente había tenido que asegurarle en garantía alguno de mis órganos vitales.

-una de las razones por las que no tienes novia- le dije haciéndole notar que hablarle a un auto como bebé no era algo muy normal.

-chistosa- me dijo lanzándome una mirada asesina, decidiéndose al fin por estacionar en un sitio con vista directa hacia el restaurante, había una lampara que iluminaba perfectamente el lugar que había escogido.

- ¿feliz? - le dije siendo sarcástica.

-lo estoy- me respondió orgulloso por su hazaña.

Salimos del auto sintiendo el aire frio de la noche, me coloque mi chamarra negra de imitación de piel y caminamos hacia la entrada del lugar. Abrí la puerta sosteniéndola para que Josep entrara.

-vaya cuanta caballerosidad, me siento alagado- me dijo bromeando.

-así de linda soy yo- le dije soltando una pequeña risa.

Se limpió los zapatos en el tapete de la entrada, demorándose más de la cuenta en esa simple acción, manteniéndome esperando detrás de él con la puerta abierta.

-sólo entra- lo empuje a tropezones con una mano mientras con la otra sostenía la puerta, no era muy alto, pero era pesado.

Lo escuche burlarse de mí.

- ¿Qué? No quiero que hayan quedado restos de popo en mi zapato- me dijo riéndose mientras lo empujaba en busca de alguna mesa. Nos sentamos en una de las mesas a lado de la ventana, la camarera inmediatamente nos colocó los menús, ofreciéndonos una sonrisa mientras nos dejaba solos para escoger nuestro pedido.

-debo ir al baño- le dije a Josep poniéndome de pie. - pídeme un Hot-dog con papas fritas y no te aloques pidiendo la mitad de la carta- le advertí sabiendo que era como un barril sin fondo a la hora de comer y mi billetera no lo resistiría.

-aja- me respondió sin despegar los ojos del menú, haciendo un movimiento con su mano para que me fuera al baño- corre que no pienso limpiar también lo que tú hagas- se río, solo le mostré la lengua y me fui hacia el baño.

Cuando salí del baño me lavé las manos, mirándome en el espejo, corroborando que mi rímel no se hubiera corrido. Me dirigía nuevamente hacia nuestra mesa cuando choque levemente con alguien.

-lo siento- le dije a la persona, aunque cuando lo miré no podía creer mi mala suerte.

-vaya, esto se está convirtiendo en una costumbre para encontrarnos- me dijo Jake mirándome con su arrogante sonrisa ladeada.

-al menos en está ocasión no termine en el piso- le dije recordando nuestro encuentro de esta mañana. Él se rio por lo bajo.

-así que ¿me estás acosando? - me acusó, le lance una mirada incrédula hacia su gran ego al pensar que lo estaba siguiendo.

-me has descubierto, no puedo dejar de pensar en nosotros junto al trapeador sucio mientras me amordazabas- le dije colocando una mano sobre mi pecho, siendo sarcástica ante su tonta acusación.

-es el efecto que causo, lo siento- dijo encogiéndose de hombros

-ya quisieras- le di mi mejor mirada de repulsión.

-así que ¿has venido sola? - me pregunto con interés.

-no es de tu incumbencia- le respondí cruzándome de brazos.

- ¿sabes? he escuchado que el mal carácter puede ser debido a la incontinencia fecal – me dijo señalando hacia el baño, burlándose de mí.

-cierra la boca- le dije dándole un golpe en el brazo, avergonzada de que alguien lo hubiera escuchado, aunque no fuera cierto.

-comienzas a volverte agresiva- me dijo aun riendo, frotándose de manera exagerada el brazo.

-hoy he escuchado demasiado sobre las heces, no quiero volverlo a escuchar o enloqueceré-

-la incontinencia no es algo que te deba avergonzar, hablarlo puede hacerlo más fácil- colocó su mano sobre mi hombro, le di otro golpe en el brazo apartando su mano mientras el continuaba riéndose de mi expresión avergonzada.

-eres un idiota- le dije mientras pasaba a su lado para volver a la mesa con Josep. Antes de poder avanzar me tomo del brazo.

-de acuerdo, de acuerdo, lo siento- me dijo observándome, levantando sus cejas esperando que lo perdonara- y una disculpa mía no se da muy a menudo.

-sí que soy afortunada- le dije con un tono hostil poniendo los ojos en blanco.

Me solté de su agarre, siguiendo mi camino hacia la mesa, me senté en mi lugar frustrada de mi desagradable encuentro con Jake. Mi lugar tenía una vista directa hacia la entrada de baño, pero cuando voltee a ver Jake ya no estaba.



#4577 en Novela romántica
#485 en Thriller
#234 en Misterio

En el texto hay: misterio, romance, amor

Editado: 24.12.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.