Por ti

Capítulo 4

Llegué a mi casa faltando un cuarto para las once, la casa estaba tranquila, subí las escaleras directo a mi habitación, escuchando la leve risa de mi hermana a lo lejos, agradecía el hecho de que las recamaras estuvieran en lados opuestos del pasillo, ya que no sería nada agradable escuchar sus ruidos de besos salivosos y otras cosas, arrugue la nariz dándome golpes en la frente tratando de sacar esas imágenes de mi cabeza

- ¿eres tú Alex? - me grito mi hermana justo cuando estaba a punto de abrir la puerta de mi habitación.

-¡¡¡nooo soy un ladrón que tiene una copia de la llave!!!- le grité en respuesta entrando a mi habitación, cerrando la puerta detrás de mí y tumbándome sobre la cama, aunque sabía que en cualquier momento vendría hasta aquí para preguntarme como había estado mi día.

Dos minutos después escuché dos golpes en mi puerta.

- ¡entra! - le grite con mi cabeza entre las almohadas.

-y bien ¿Cómo te fue en tu primer día como universitaria? - me preguntó con demasiado entusiasmo.

Me voltee para mirarla recargada sobre el marco de la puerta, usando un pijama de franela, con una inmensa sonrisa en su rostro.

-bastante bien, la escuela es muy, muuuy grande, realmente es impresionante, incluso me di una vuelta por la biblioteca y creo que definitivamente es como un laberinto- le dije tranquilamente, aunque era cierto creo que hay una cantidad interminable de libros en esa biblioteca.

-y ¿ya tienes nuevos amigos? ¿los maestros qué tal? ¿te trataron bien todos? - preguntaba Care un poco acelerada.

-wow tranquila, no a lo primero, muy bien a lo segundo y pues digamos que si a lo último- no tenía humor de contarle a Care mi fatídico encuentro con Jake, quería mantener lo más lejos posible a ese chico, algo en él me decía que era demasiado problemático y eso era lo último que necesitaba en mi vida justo ahora.

-me da mucho gusto cariño, sé cuánto te has esforzado por esto- me dijo Care ofreciéndome una mirada dulce.

-ambas lo hemos hecho, enserio gracias Care- le dije a mi hermana siendo sincera.

Pude notar como sus ojos se llenaron de lágrimas poniéndose algo sentimental.

-basta Care, nada de lágrimas- se dijo a si misma mientras se abanicaba con su mano tratando de no llorar.

Me levanté de la cama para envolverla en un abrazo, aunque era testaruda a más no poder, también era una persona demasiado sensible.

A la mañana siguiente mi alarma había decidido que era buen momento para no sonar, así que me levanté demasiado tarde, ni siquiera me había dado tiempo de desayunar, cuando llegamos a la universidad me despedí rápidamente de Aaron y corrí hacia el salón de clases, tenía matemáticas avanzadas y la señorita Benson ya había mostrado su no tolerancia como una de sus principales reglas, no podía darme el lujo de llegar tarde en mi segundo día.

Llegué corriendo y sin aliento al salón con dos minutos de ventaja antes de que iniciara la clase, la señorita Benson aún no había llegado, medité en sentarme en el mismo lugar de ayer, dudándolo, ya que no quería que cierto chico arrogante fuera a sentarse nuevamente junto a mí, pero al final decidí sentarme sintiéndome segura de que quizá su interés por molestarme ya había pasado.

La señorita Benson llegó un minuto después, algunos chicos entraron detrás de ella rápidamente y casi de inmediato y sin más preámbulos comenzó a dar la clase.

La clase termino y Jake nunca apareció, eso me hizo pensar que tal vez el segundo día me iría mucho mejor.

Cuando entré a la clase de filosofía el salón estaba casi lleno, me senté al fondo a lado de una chica con el cabello castaño que llevaba un gorro y lentes, estaba inmersa en su computadora, cuando me senté a su lado volteando a verme algo sorprendida.

-disculpa ¿está apartado? - le pregunte dudosa ante su reacción.

-no, claro que no- me dijo ella con una voz suave y apenas audible.

-me llamo Alex- me presenté dándole una sonrisa, parecía algo tímida.

-soy Hellen- me dijo ella dándome una sonrisa también.

Justo en ese momento una chica rubia con una mini falda muy mini entro al salón, llevaba botas negras largas y un top rojo realmente pequeño, era la misma chica de la noche anterior que le mordisqueaba la oreja a Jake, era como una de esas chicas super delgadas de las revistas.

-se llama Camila Anderson- me dijo Hellen a mi lado, refiriéndose a la voluptuosa rubia, notando que la estaba observando- eres nueva ¿cierto? - me preguntó.

- ¿se nota? - le dije bromeando.

-si no conoces a Camila definitivamente se nota que eres nueva por aquí- me dijo Hellen mientras se acomodaba las gafas. Llevaba puesto un jersey rosa que le quedaba un poco grande y pantalones de chándal grises que la hacían parecer como si aún trajera puesto el pijama, debíamos estar a unos veintiocho grados, ¿cómo es que no tenía calor con todo eso? podía ver que no llevaba nada de maquillaje ya que su piel se veía blanca como el papel.

Hellen debió pillarme observándola ya que la vi removerse un poco incomoda en su lugar, no pretendía ser grosera solo me parecía extraño que no fuera como el resto de las chicas que he visto en el campus, vestidas como si estuvieran en una pasarela de modas y no en la escuela.



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En el texto hay: misterio, romance, amor

Editado: 24.12.2021

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