Por ti

Capítulo 23

<<AMIGOS NUEVO CAPÍTULO, ESPERO QUE LO DISFRUTEN Y SI QUIEREN QUE LES SUBA EL SIGUIENTE DEJENMELO SABER EN LOS COMENTARIOS>>

Tomé un taxi hasta mi casa y en cuanto llegué corrí a mi habitación, tumbándome sobre mi cama y dejando salir el llanto, incluso el taxista me había preguntado si estaba bien, diciéndome que si ese chico no me valoraba no merecía ninguna de mis lágrimas.

Me acurruqué abrazando mi almohada rosa afelpada, a través de las lágrimas recorría con la mirada cada rincón de mi cuarto, pensando que posiblemente no regresaría, en algún momento consideré llamar a la policía, pero eso también me causaba temor al recordar el caso de Brooke y cómo la policía había dejado de investigar permitiendo que el mismo psicópata que ahora me chantajeaba continuara suelto ¡esto era una mierda!

Visualicé la foto arriba de mi buró en donde estábamos Josep, Care y yo alegres, el día que nos tomaron esa foto era mi cumpleaños número quince, la madre de Josep, la señora Jones me preparó un pastel y lo comimos en su casa, Care comenzaba a salir con Aaron y era la primera vez que ella lo invitaba a un evento familiar, él estaba tan nervioso que tiró el pastel por accidente sobre el vestido de Care. Tomé la fotografía con las manos temblorosas viéndola con nostalgia, dándome cuenta que estaba siendo una completa cobarde al querer entregarle en bandeja de plata mi vida entera a ese maniático, arrebatándome todo lo que tenía, definitivamente iría a mi cita esta noche y enfrentaría cualquiera que fuera mi destino, pero no sin antes tratar de dar batalla.

Me puse de pie, bajando las escaleras para dirigirme a la cocina, abrí todos los cajones encontrando un pica hielos, lo tomé apretando el mango con fuerza en mi mano, nunca antes había pensado si quiera en hacerle daño a alguien, pero esta noche debía hacer todo lo posible por mantenerme viva y trataría de defenderme hasta el último momento. Una imagen pasó por mi cabeza, imaginando ese pica hielos enterrado en mí, rápidamente traté de desechar esa idea, ese maldito no solo se había metido conmigo, sino que ahora también amenazaba lo que más amaba en esta vida, a mi familia.

Años atrás una profesora nos había preguntado a mis compañeros de clase y a mi qué es lo que haríamos si supiéramos que nos quedaba poco tiempo de vida, muchos respondieron que gozarían de sus últimos momentos en lugares paradisiacos, comprando ropa y cosas materiales, o viendo demasiada televisión, cuando fue mi turno de responder dije que solo quería estar con las personas que amaba, reír y disfrutar ese tiempo siendo feliz con ellos, la profesora me dijo que entonces había comprendido el ejercicio, que no importaba cuánto dinero gastáramos en la vida o todos los lugares que visitáramos, si al final habíamos tenido una vida llena de soledad, sin nadie con quien compartir risas y felicidad, porque esa satisfacción era la única que las personas se podían llevar al morir.

Me había pasado el resto de la tarde recordando todas las anécdotas a lado de las personas que amaba y que sabía que me amaban, cada abrazo que nos habíamos dado, sintiéndome demasiado triste al no saber si podría volver a verlos, pero a su vez sintiéndome agradecida con la vida por haberlos tenido siempre a mi lado. Vi la hora en mi reloj, faltaban cinco minutos para las seis, por mucho que me costara irme, debía hacerlo, el cine Mealer estaba como a cuarenta y cinco minutos de mi casa, era un cine abandonado en una zona llena de casas viejas, donde se sabía que algunos grupos de vándalos solían reunirse.

Me puse de pie, dándome un último vistazo frente al espejo de cuerpo completo intentado darme valor, tenía los ojos rojos e hinchados por llorar, a través del espejo vi la lata de spray para el cabello que Hellen me había dicho que llevara cuando tuve mi cita con Jake en Chuck.

Fui hasta donde estaba la lata, tomándola entre mis manos, recordando aquella ocasión cuando Jake se presentó frente a mi puerta por nuestra cita.

Jake, aunque nos conocimos relativamente hacia poco tiempo se había convertido en un personaje muy importante en mi vida, siendo un torbellino de emociones y provocando que me sintiera indudablemente feliz siempre que lo tenía cerca, aun con todo y sus comentarios molestos siempre lograba sacarme una sonrisa y no saber si volvería a verlo provocaba un gran dolor en mi corazón que ni siquiera yo podía explicar, sintiendo las lágrimas picando en mis ojos nuevamente para salir.

Agarré la lata de spray para guardarla en mi mochila, en cuanto la abrí encontré el cuadro con el dibujo que Jake me regaló, lo saqué viéndolo una vez más, lamentando que nuestra última platica haya provocado una pelea entre ambos. Dejé el dibujo sobre mi cama y guardé la lata de spray junto con el pica hielo, cerrando mi mochila para poder dirigirme a cualquiera que fuera mi destino en la próxima hora.

En cuanto llegué a la zona en donde se encontraba el cine Mealer pude percibir un cambio radical del resto de la ciudad, la mayoría de las casas estaban pintadas con grafitis, teniendo los cristales rotos y la maleza creciendo entre las paredes, se escuchaban algunos ruidos dentro de algunas casas, con luces reflejándose por los cristales, pareciendo que estaban habitadas, aunque por la fachada que tenían parecían que en cualquier momento podrían desplomarse debido a lo viejas que estaban.

Solo había venido pocas veces a esta zona, pero jamás a tan altas horas de la noche y siempre estando acompañada, en algunas ocasiones en el refugio se organizaban grupos de voluntarios para salir a las calles en busca de perros y gatos sin hogar. Aun cuando en el día se veía espeluznante como una escenografía sacada de una película de terror, por la noche se sentía aún más tétrico.



#34090 en Novela romántica
#9186 en Thriller
#5253 en Misterio

En el texto hay: misterio, romance, amor

Editado: 24.12.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.