El viaje duro unos cuarenta minutos aproximadamente hasta la casa de su familia, aunque ni siquiera había sentido el tiempo ya que Jake y yo nos pusimos a corear algunas de las canciones que sonaban en la radio, provocando que quedara algo ronca por estar cantando y riendo cuando lo escuché cantar una canción de Ariana Grande, no hubiera imaginado que con esa pinta de chico rudo se supiera esas canciones.
Cuando estuvimos en la entrada vi una enorme L, era exactamente igual a las que estaban grabadas en las paredes y en las toallas en el campamento, un gigantesco portón negro se abrió permitiéndonos pasar y un señor salió de una pequeña caseta acercándose al auto, Jake bajó el cristal para poder hablarle.
-bienvenido señor Lander- lo saludó amablemente el señor.
-Gracias Adam- le dijo Jake, continuando nuestro camino hacia la casa.
Pasamos por un camino con grandes arboles de cada lado, hasta que pude distinguir lo que podría describir como una mansión, cuando su abuela mencionó que era una casa de campo imaginé que sería grande, con un gran patio, pero esto estaba más allá de lo que pude haber pensado, había un enorme terreno cubierto de hermoso pasto verde, con demasiados árboles y flores plantadas que lucían colores muy bellos, a la distancia se encontraban algunos establos con caballos que parecían tener un cabello mejor cuidado que el mío, la casa era como una inconmensurable cabaña, posiblemente su tamaño abarcaba toda mi cuadra y la siguiente, en las paredes tenía algunas enredaderas con flores.
Debía parecer una idiota viéndolo todo con los ojos y la boca muy abiertos, pero esto lo ameritaba.
-llegamos- me dijo Jake deteniéndose en la entrada.
Un muchacho me abrió la puerta del auto, ayudándome a salir, Jake le entregó las llaves del auto y luego una señora con un traje café pulcramente planchado se acercó a nosotros.
-Joven Lander, sea usted bienvenido- le habló a Jake con una sonrisa.
-hola Delia ¿cómo estás? -la saludó el.
-muy bien señor gracias, si me permiten los ayudo con su equipaje- se apresuró a tomar nuestras cosas.
-gracias- le dije ofreciéndole una sonrisa a lo cual ella me dio un asentimiento de cabeza.
- ¿ya llegaron todos? -le preguntó Jake con una mueca.
-solo falta su padre, todos los demás ya se encuentran instalados-
-bien, terminemos con esto-bufó Jake tomándome de la mano para entrar, llevé mi mirada a nuestras manos entrelazadas, no sabía cómo interpretar eso, pero tal vez era una manera en la que él trataba de encontrar valor, así que no protesté.
Me quedé perpleja admirando cada uno de los detalles dentro de la casa, debido a que, si por fuera lucia maravillosa, por dentro era como algo irreal, contaba con acabados de lujo, teniendo muchos cuadros y candelabros que parecían pertenecer a la realeza, Jake prácticamente me iba arrastrando ya que yo quería ver todo lo posible en mi recorrido sin perderme nada.
-perdone joven, ¿el equipaje de la señorita lo ponemos en uno de los cuartos para huéspedes o estarán juntos en su recamara habitual? -preguntó Delia, era curioso que llamara equipaje a mi vieja y desgastada mochila.
Antes de que Jake pudiera responder, escuchamos la voz de una mujer.
-por supuesto que estarán en la misma habitación, ella debe ser el nuevo juguete de mi querido sobrino, hay perdón, quiero decir su nueva compañía- habló una señora, era un poco más alta que yo, llevaba su cabello negro intenso en una coleta baja, vistiendo pantalón de vestir rojo y una blusa holgada color blanca, combinado con una bisutería a juego, caminaba hacia nosotros haciendo sonar el tacón de sus zapatillas negras, pude ver en su rostro un maquillaje perfectamente cuidado.
-Susan- balbuceó Jake sin ninguna emoción por ver a quien ahora sabia se llamaba Susan.
-así que ¿quién es tu…amiga? -le preguntó, escudriñándome de pies a cabeza, mirándome con desdén. Solo llevaba unos segundos de conocer a esa señora y podía decir que oficialmente no me caía nada bien.
-eso no te importa- le refutó Jake, dándole una mirada retadora.
-tienes razón, ni siquiera vale la pena memorizar su nombre, ya que seguramente no demorarás mucho en desecharla- abrí mi boca en sorpresa por lo maleducada que era, hablaba de mi como si yo no estuviera presente y eso me enfurecía. Iba a darle la respuesta que se merecía, pero Jake fue más rápido.
-te equivocas, Alex no es cualquier chica, ella es mi novia, así que va a estar aquí por mucho tiempo y aun cuando acaba de llegar, ella tiene mejor posición que tú en esta familia o ¿se te olvida que todo lo que tienes no es porque te lo haya dado tu patético esposo? sabes perfectamente cuál es mi lugar aquí y cuál es el tuyo, así que mantén tu puta boca cerrada, a menos que se la vayas a mamar a otro rico idiota para tratar de atraparlo y casarte con él-no sabía si estaba más sorprendida por el hecho de que me hubiera presentado como su novia o por la forma en la que prácticamente la humilló, pero ella parecía sacar fuego por los ojos, dando un suspiro sin decir nada ante las palabras de Jake.
- ¡ya basta! No puede ser que acaban de llegar y ya están peleando -habló la abuela de Jake, bajando las enormes escaleras para dirigirse a nosotros -este fin de semana es para poder pasar tiempo de calidad en familia, no para devorarnos unos a otros-los regañó, viéndolos a ambos, aunque Jake no se mostraba nada arrepentido de lo que acababa de suceder.
Editado: 24.12.2021