Por ti

Capítulo 27

El sonido de algo golpeando repetitivamente provocó que abriera los ojos, parpadee sintiendo mis ojos pesados con sueño, cerrándolos nuevamente casi en automático, pero el sonido era persistente, así que trate de aclarar mi mente para averiguar qué estaba pasando.

Me removí en mi lugar, sintiendo a Jake durmiendo a mi lado, tenía mi cara sobre su pecho y su brazo me rodeaba en un abrazo, nos habíamos quedado dormidos luego de que él me cantara algunas canciones de cuna cual bebé, aunque escuchar al chico tatuado, con reputación de mujeriego coreando ese tipo de música, solo hizo que me diera un enorme ataque de risa, además de que ni siquiera se sabía las letras y empezó a improvisar con algo que más que parecer canción de cuna era como un rapeo de Snoop Dogg.

Volví a escuchar el sonido que me despertó y me di cuenta de que provenía de la puerta, alguien estaba tocándola con persistencia para que le abriéramos, no tenía idea de quien podría ser, pero tenía demasiado sueño para levantarme. Jake se movió envolviendo su otro brazo sobre mi cuerpo, dejándome atrapada.

-Jake, están tocando la puerta- me quejé, moviéndolo para que despertara.

-mjm- se quejó. Intenté moverme para tratar de liberarme de su agarre y poder ir a abrir la puerta, pero él era como un enorme tronco a mi lado. El sonido en la puerta se calmó y pensé por un momento que quien estuviera tocando se había rendido, pero después de unos segundos volvieron a dar tres fuertes golpes.

- ¡Jake! -le hablé tratando de que saliera de su profundo sueño, pero eso tampoco logró despertarlo, levanté la mirada encontrando su rostro con demasiada paz, no pude evitar prestar atención a cada una de sus facciones, tenía unas largas pestañas, que combinaban con esos ojos verdes que no podía ver en estos momentos, pero que recordaba a la perfección, algunos mechones de su cabello negro caían sobre su frente y distinguí una leve barba sin rasurar, no podía negar que sus padres habían hecho un gran trabajo.

-debo admitir que es excitante tener una mañana así, abrazados y tu observándome- habló sin siquiera abrir los ojos, ¿Cómo rayos lo hacía? -no me gustaría que te quedaras con ninguna duda, así que posiblemente quieras examinar cada parte de mi cuerpo para corroborar que soy real- dijo mientras una sonrisa peligrosa se asomaba en sus labios. Me sentí algo incomoda por ser descubierta como siempre.

-están tocando la puerta- dije, moviéndome para que quitara sus brazos de mi cuerpo, evitando responder sobre mi acoso hacia él, aunque el sonido en la puerta se había detenido.

Él se movió permitiendo que me levantara a abrir y ver quien tenía tanta urgencia por hablar con nosotros, pero cuando abrí solo me encontré con la pared frente a mí, al parecer se habían rendido. Asomé mi cabeza en busca de alguna persona, viendo a Delia de espaldas, caminando por el pasillo hacia las escaleras.

- ¿Delia? -le hablé, mi voz se escuchaba estrangulada, por lo adormitada que estaba aún.

Ella volteó, pareciendo sorprendida de que la hubiera llamado.

-oh, señorita Alex, disculpe, no quise causarles molestias, es solo que la señora Clarise y el resto de la familia se encuentran en el jardín para el desayuno y ella me mando para pedirles que bajen, ya que le gustaría que todos pudieran desayunar juntos- me explicó, viéndose apenada por despertarnos.

- ¿Qué hora es? -le pregunté desconcertada.

-las once de la mañana señorita- aunque sentía demasiadas ganas de seguir durmiendo, escuchar la palabra desayuno, hizo que mi panza anhelara comer.

-gracias Delia, bajamos en diez minutos- ella me dio un asentimiento de cabeza, dando la vuelta para continuar con su camino.

Entré nuevamente a la habitación, Jake ya se había despertado y no tenía ninguna sábana sobre su cuerpo, dándome nuevamente esa vista de él solamente en boxers, desvié la mirada evitando caer en la tentación de observar su cuerpo como él me sugirió.

-Tu abuela quiere que bajemos a desayunar con el resto de la familia-mencioné inclinándome junto a mi mochila, revolviendo mi ropa para encontrar algo que ponerme, aunque no era como si trajera cientos de prendas para elegir, solamente necesitaba tiempo para atreverme a verlo a los ojos, no quería escuchar uno de sus chistes que me hacían poner ruborizada.

-no, mejor quedémonos aquí, estaba durmiendo exquisitamente- sugirió en un quejido.

-ya es hora de levantarnos- le dije, poniéndome de pie para ir al baño, evitando el contacto visual- le dije a Delia que estaríamos listos en diez minutos, así que levanta tu trasero Lander-

Estaba a punto de abrir la puerta del baño, cuando lo escuché hablar.

-hablando de mi trasero, no creas que no me di cuenta de cómo lo mirabas anoche mientras me desvestía- me paralicé con esas palabras, quedándome estática en mi sitio ¿él se dio cuenta? Pero ¿cómo?

- ¿cómo me di cuenta? Hay un espejo justo en esa pared- ¿acaso podía leer mi mente o como lograba adivinar mis pensamientos? Esperaba no hablar en voz alta sin darme cuenta.

-creo que lo alucinaste- y con eso me encerré en el baño, evitando que pudiera decirme algo más. Si que era una reverenda tonta, estaba adormitada y no pude notar que había un espejo delante de él, a través del cual pudo verme dándole miradas poco aptas hacia su trasero.



#34087 en Novela romántica
#9183 en Thriller
#5253 en Misterio

En el texto hay: misterio, romance, amor

Editado: 24.12.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.