Por ti

Capítulo 32

Seguía sin tener muy claro como llegamos hasta ese punto, pero no podía negar lo bien que me hacía sentir tenerlo cerca, recordé sus palabras minutas atrás “porque no me dices tu quien soy yo en tu vida” ¿Quién era Jake Lander en mi vida?

Durante mucho tiempo he intentado recalcarme que él solo es mi amigo, aunque luego de nuestra pelea en The Fancy, eso quedó en duda y ahora después de que prácticamente devoré su boca y teniéndolo tan cerca de mí, no creía que la palabra amigo fuera la que lo definiera precisamente.

Por fin tenía que destapar esa parte dentro de mí que ha luchado inevitablemente por salir y que arrastré hasta lo más profundo de mi ser, posiblemente era una de las locuras más grandes y vaya que tomando en cuenta los sucesos que me han ocurrido en el último tiempo es bastante que decir, pero de una vez por todas podía aceptar que Jake me gustaba y demasiado, incluso eso se quedaba corto en comparación con todos los sentimientos que me provocaba.

No pretendía realizar comparaciones entre Evan y Jake, pero cuando conocí a Evan sentí una atracción física y después con sus atenciones era algo muy bonito, pero eso se quedaba demasiado corto con todo lo que Jake representaba, no solo me gustaba físicamente, aunque eso contribuía demasiado, el hombre era una de las cosas más perfectas que había visto en mi vida, debía reconocer que cuando Dios lo hizo, contrató a los mejores ingenieros, no pude evitar traer a mi mente las imágenes de la noche en casa de su familia cuando lo vi quitarse la ropa quedando solamente en boxers. Basta, me estaba convirtiendo en una pervertida acosadora.

Luché intentado dispersar mi mente del recuerdo de su cuerpo prácticamente desnudo, para regresar a lo importante, mis sentimientos hacia él, como bien lo establecí ya, él no solo me atraía, las emociones que él me provocaba eran una revolución, queriendo tenerlo cerca a cada instante, preocupándome sobre lo que hacía sin poder sacarlo de mi cabeza como si estuviera tatuado ahí, me derretía cada vez que daba sus comentarios lascivos, sonrojándome y acelerando mi pulso de forma descontrolada, además de la insana necesidad de querer besarlo desde la primera vez que probé su boca. Estaba más que jodida.

- ¿en qué piensas? -preguntó, sacándonos de nuestro silencio.

-cosas- respondí vagamente, no sabía que decir, tenía miedo de que si le decía que me gustaba saliera huyendo como lo hacía normalmente con las chicas.

- ¿me estabas imaginando desnudo? -cuestionó, elevando una de sus pobladas cejas y causando un ardiente sonrojo en mis mejillas.

-claro que no- bufé velozmente, aunque no estaba muy alejado de la verdad.

-no tienes solo que imaginar, recuerda que puedes vivir la experiencia completa cuando tú lo desees- me guiñó un ojo, haciendo que el calor en mi cuerpo se hiciera diez veces más grande.

- deja de decir eso-musité, hundiendo mi cabeza en su pecho como un avestruz en un hoyo, queriendo ocultar mi vergüenza.

Su pecho se movió debido a su risa. Era un tonto, se divertía con mi vergüenza.

Ahora que la cordura comenzaba a caer de a poco en mí, no quería mirarlo nuevamente, no tenía la menor idea de lo que pasaría luego de nuestros descontrolados besos.

- oye ¿estás bien? -sentí su mano en mi barbilla, separándome de su pecho para que nuestros rostros estuvieran frente a frente. A esas alturas ya esperaba que hubiese salido corriendo o que dijera algo sobre que solo existía una especie de deseo entre ambos, pero que jamás sucedería otra cosa, aunque eso no llegó, solo me observaba con tranquilidad, teniendo una pequeña sonrisa alegre.

-sí, estoy bien, es solo que no estoy segura sobre lo que acabamos de hacer-agregué dudosa.

-se le llama besarse- bromeó. Le di una mirada en advertencia por querer tomarme el pelo, haciendo notorio que yo hablaba enserio- oye, no soy la mejor persona expresando lo que siento y creo que lo que me dijiste antes es verdad, he sido muy egoísta durante mucho tiempo, pensando solo en mí, pero puedo jurarte que desde que te conozco hiciste que algo cambiara, no sé qué clase de brujería vudú me lanzaste, pero me importas y todas las veces que te lo he dicho han sido verdad, me he equivocado y he actuado de forma impulsiva y lamentó haberte lastimado, solo no sé cómo actuar contigo, es algo demasiado nuevo para mí, pero nunca fuiste ni serás un juego, eres lo más valioso que la vida me ha dado-

Las traidoras mariposas en mi estomago revivieron, revoloteando como locas en medio del tsunami que provocaron las confesiones de Jake en mi interior, quería subirme a la cama a nuestro lado y brincar como una niña de cinco años con toda la alegría en mi interior.

Pero aun con todos esos sentimientos explotando en mi interior, debía mantenerme serena, aunque sus palabras me hacían volar en las nubes, me traje de regreso a la tierra, sin saber exactamente si él me estaba diciendo que sentía algo más por mí, no quería crearme historias ficticias para luego caer de sentón con la desilusión.

- ¿y cómo sé que es verdad lo que me estás diciendo? -inquirí frunciendo el ceño, él en repetidas ocasiones me dejó muy en claro que no creía en el amor y no quería que me estuviera diciendo todo eso solo para que yo lo perdonara.

Sonrió comprendiendo mi desconfianza, pero sin parecer querer retractarse por lo que dijo.



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En el texto hay: misterio, romance, amor

Editado: 24.12.2021

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