Por ti

Capítulo 33

Me senté en el borde de mi cama, pasando mis manos por el rostro algo frustrada al recapitular las últimas horas, no podía creer como la vida podía cambiar de forma tan rápida, pero el ver a alguien a quien amo tan cerca de la muerte, me hizo darme cuenta de lo corta que puede ser la vida y como no debemos desperdiciarla siendo indecisos por el miedo que en ocasiones nos paraliza.

Vi a Jake sentarse junto a mí, no habíamos dicho nada desde que salimos del hospital, pero no hacía falta ninguna palabra era como si su sola presencia me ayudara a seguir manteniéndome de pie, era un sentimiento que incluso a mí me sorprendía.

Nos quedamos sentados mirándonos y podía ver la preocupación en esos ojos verdes, llevó su mano hasta mi mejilla acariciándola con su pulgar delicadamente, era una sensación que me decía que él estaba ahí para mí.

- ¿cómo estás? -preguntó sin dejar de acariciar mi rostro.

-me siento un poco más tranquila de saber que él está fuera de peligro, pero me sentiré mejor cuando lo vea-dije sin querer que dejara de tocarme, él era como una medicina que me ayudaba a mantenerme serena.

-pronto podrás verlo-me dio una media sonrisa.

-gracias-

- ¿por decir que pronto lo veras? –

-no, por estar en un momento como este, significa mucho para mí- confesé tomando su mano en mi mejilla.

Una sonrisa más amplia se formó en su rostro.

-lo que te dije en el hospital es cierto, siempre que me necesites ahí estaré para ti, aun cuando no quieras e intentes golpearme en el brazo como siempre lo haces cuando te molestas- no pude evitar reír, era cierto él normalmente tenía el hábito de hacer comentarios que me incomodaban y yo solía golpearlo para distraer mi vergüenza -y no quiero que pienses que estoy contigo en estos momentos solo para presionarte luego de nuestra platica anoche, porque no es así-

No lo dejé terminar y me aventuré a darle un beso, el definitivamente no se lo esperaba, pero pronto y sin perder tiempo sentí su boca moverse con la mía, era un beso dulce con el que ambos nos hacíamos saber que posiblemente estábamos jodidos en muchas maneras y teníamos un mundo de cosas en contra, pero que definitivamente no podíamos seguir luchando con la vida que nos seguía llevando en el mismo camino.

Solté un pequeño grito ahogado cuando me jaló hacia él para sentarme sobre su regazo, no puse resistencia así que envolví mis brazos alrededor de su cuello para seguir disfrutando de nuestro beso, él sabía tan bien, su boca era mi adicción personal y quería seguirla probando, necesitaba seguirla probando.

Nos separamos luego de un largo rato y observé su rostro sin importarme ser tan obvia, él me gustaba de una manera casi insana, y eso se quedaba corto con todo lo que él provocaba en mí, así que de una vez por todas debía tomar mi decisión, no quería que él tiempo siguiera pasando y continuar engañándome con algo que era más que obvio, yo lo quería a mi lado como algo más que un amigo y no podía dejar que el tiempo continuara corriendo, dejando que mis inseguridades tomaran el control de mi vida, posiblemente no era para nada el mejor momento tomando en cuenta los momentos llenos de desesperación y tristeza de las ultimas horas, pero era precisamente eso lo que me hacia darme cuenta de que la vida era demasiado corta como para desperdiciarla con indecisiones.

Lo miré a los ojos, dispuesta y segura de lo que le diría.

-primero soy una chica y no un objeto al cual reclamar y poner en medio de peleas para probar algún punto, segundo por nada del mundo van conmigo las relaciones abiertas y tercero necesito seguir conociendo lugares hermosos e ir a hacer cosas como vandalismo que, aunque me hace tener los nervios de punta, me fascinó hacerlo-solté, viendo sus ojos iluminarse esperanzados y algo confundido como si no estuviera seguro de lo que acababa de escuchar.

- ¿eso quiere decir que me darás una oportunidad? -preguntó queriendo confirmar mis palabras.

-si lo arruinas definitivamente te patearé en las bolas Lander- apenas terminé de hablar llevó su mano a mi nuca para sellar el momento con un beso, fue breve pero no me cansaba de probar su boca.

Sabía que me estaba arriesgando tal vez con mi decisión, pero me sentía agotada de querer reprimir mis sentimientos hacia él repitiéndome cientos de excusas, quería y necesitaba afrontar lo que él provocaba en mí de forma inevitable, no sabía si me arrepentiría en el futuro, pero posiblemente me arrepentiría aún más si no me arriesgaba.

-te mentiría si dijera que será perfecto, pero si puedo asegurarte que me esforzaré como nunca antes lo hice en mi vida-afirmó, provocando que las rebeldes mariposas en mi interior comenzaran a revolotear como locas.

Una sonrisa boba se formó en mi rostro, me parecía algo irreal que ese momento hubiera llegado, no cabía la menor duda de que esa frase “del odio al amor solo hay un paso” tenía mucho de cierto, bueno tal vez todavía no estaba presente la palabra amor, pero algo me decía que esa palabra no me bastaría para describir todo lo que él provocaría en mí, Alexandra Baker estás jodida pensé.

-me encanta escuchar eso- dije con sinceridad.

Nos quedamos en silencio, pero no era un silencio incomodo, era más bien como si solo quisiéramos disfrutar del momento y nuestra compañía, estando uno junto al otro, aceptando finalmente lo que nos sucedía.



#34087 en Novela romántica
#9183 en Thriller
#5253 en Misterio

En el texto hay: misterio, romance, amor

Editado: 24.12.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.