Por ti

Capítulo 37

Iba abrazada a Jake en su motocicleta de camino a mi casa, durante el almuerzo y cuando me acompañó a clases me preguntó una y otra vez si me encontraba bien y en cada ocasión sentía como una parte de mi se agrietaba queriendo contarle sobre el encapuchado enviándome el vestido para la fiesta de Halloween, al principio él pareció reacio ante mis respuestas sobre estar bien, pero luego lo dejó pasar convenciéndose de mi respuesta.

No quería mentirle pero sabía que decirle la verdad lo pondría en riesgo, si se enteraba que el encapuchado estaría en la fiesta era capaz de dejarme encerrada en casa mientras el iba a buscarlo y eso ocasionaría quizá más problemas, no dudaba que las amenazas del encapuchado fueran reales, lo demostró con el asesinato de Brooke y luego Malcolm, la desaparición de Sasha y el ataque a Josep, era un asesino sin reparos, además de que tenía múltiples cómplices, posiblemente si llegaba con Jake a la fiesta eso descontrolaría todo y el encapuchado mandaría a alguien a hacerle daño a Care, tenia demasiado poder como para intentar enfrentarlo.

Me aferré a la espalda de Jake, queriendo sentir su cercanía, recordar su olor, su cuerpo, la manera en la que me hace sentir, sin importar lo que sucediera esta noche, él fue la mejor casualidad que me pudo ocurrir, en medio de todo lo malo que llegó a mi vida cuando ingresé a CA y el desastre que ha causado el encapuchado, solo podía agradecerle que de alguna manera fue quien me llevó hasta Jake.

Estaba tan inmersa en los recuerdos de Jake y yo juntos que no me percaté cuando detuvo la motocicleta frente a mi casa, hasta que lo sentí moverse frente a mi hablándome.

-creo que alguien estaba disfrutando el viaje-habló trayéndome de vuelta a la realidad.

-no tienes ni idea-dije sonriendo, separándome de él para bajarme. El también se bajó, recostándose en la motocicleta mientras me observaba en silencio, yo peinaba mi cabello por el desorden que se formó luego de quitarme el casco.

-entonces ¿estarás toda la tarde ocupada en lo de tu hermana? -preguntó, un remolino de culpa se formó en mi interior por tener que mentirle, además de nerviosismo, le dije lo mismo que a Hellen, que debía hacer algunos deberes con Care, pero con él resultaba mil veces más difícil, sentía los nervios de punta porque fuera a descubrirme.

-sí, le prometí desde hace días que la acompañaría a comprar-afirmé, casi sentía mi ojo temblar y esperaba que él no lo notara.

Enganchó la parte debajo de mi playera con su mano, atrayéndome a su lado.

-es una lástima, podríamos haber ido a mi departamento y…-

- ¿y qué? -inquirí levantando una de mis cejas hacia él.

-ya sabes platicar sobre el problema del calentamiento global y esas cosas-dijo con una falsa seriedad.

-vaya no sabía que tenia un novio tan preocupado por esos temas-

Me crucé de brazos, mientras el colocaba sus manos a cada lado de mi cadera.

-lo sé, cada día que pasa te impresionas más y de seguro piensas que podría ser incluso irreal, pero estoy dispuesto a que explores todo de mi sin restricciones para que compruebes todo lo real que soy-me guiñó un ojo juguetonamente.

-pobre, todo lo que debes sacrificar- hablé con sarcasmo.

-soy un pobre chico intentando dar lo mejor para darle tranquilidad a su novia-

-pues lastimosamente en esta ocasión tendré que decir que no y dejarlo para otro día-pensar en hacer planes con él dolía un poco, ni siquiera sabía si habría un futuro para mí.

-mmm…esa idea suena fantástica- dijo besándome -y espero que en esas compras que harás hoy con Care esté algo sexy, aunque a decir verdad te preferiría al natural-solté una risa nerviosa y el calor se extendió por mi cuerpo al dejar que ingresara imágenes nuestras en situaciones excesivamente intimas, el calentamiento global se quedaba corto con lo que eso me provocaba.

No quería pensar que posiblemente esta fuera la última vez que escucharía sus comentarios lascivos y bromas hacia su ego, quería seguir conservando una infinitesimal esperanza de que todo saldría bien esta noche de forma milagrosa y volveríamos a estar así, abrazados.

- ¿y tú que harás esta noche? -pregunté, pasando mis manos por su hermoso rostro, no había una sola cosa en él que no me gustara, unos ojos que me hipnotizaban, su piel suave y recién afeitada, ese hoyuelo travieso que anunciaba peligro, sus seductores labios.

-vagar por las solitarias calles de la ciudad, pensando en que mi linda novia de cabello azul me botó en un viernes-

-definitivamente ella no te merece-arrugué la nariz, viéndolo a los ojos, su mirada repentinamente se volvió más seria.

-el problema es que creo que soy yo quien no la merece a ella-

Detuve el recorrido que hacia mi pulgar sobre su mejilla al escucharlo decir esas palabras.

-por supuesto que me mereces, deja de decir eso-

-yo sé que no lo hago, pero también sé que no soportaría estar lejos de ti, así que me aferro a mi egoísmo de no dejarte ir- un grueso y pesado nudo se formó en mi garganta, no sé en que momento pasamos de las bromas a esta platica que me hacía añicos el corazón.



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En el texto hay: misterio, romance, amor

Editado: 24.12.2021

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