P.O.V Donna:
Saqué mi llave y abrí la puerta, el cuadro que se veía era como de unos policías comenzando a interrogar a un ladrón.
-¿se puede saber a dónde rayos te fuiste?- dijo primero mi hermano- Haces que mis padres se preocupen por ti- el estaba realmente enojado, yo no dije nada para defenderme porque él tenía razón, lo que yo hice no estaba bien, aunque debo confesar que no me arrepiento
- Nicolás, ve a tu habitación- ordenó mi madre
- Pero má- dijo quejándose mi hermano mientras yo solo agachaba la cabeza
- Obedece Nicolás- soltó mi padre
Mi hermano subió a su habitación, aunque estoy segura de que mas tarde también me regañaría
- Siéntate Donna- dijo mi padre muy enojado apuntando el sillón frente al que estaban sentados mi madre y él
- ¿Tienes idea de la hora que es?- preguntó mi madre, yo estaba por hablar pero rápidamente ella continuo- son las 10:30 de la noche ¿Crees que son horas para que estés en la calle? ¿En qué estabas pensando?- estaba muy alterada y alzaba la voz muy fuerte lo que realmente provocó un escalofrío en mí.
Yo no sabía que decir, simplemente esperaba escuchar lo que me dirían
- Sabemos que no estabas sola- dijo mi padre mirándome
- Yo...- en serio no sabía que decir, pero esto apenas comenzaba pues mi celular comenzó a sonar, revelando el número de Manuel que seguramente me llamaba para avisar que había llegado a su casa, solo cerré mis ojos en respuesta a lo que me venía ahora.
Mi papá tomó el celular y vio el nombre de la persona que estaba llamando- ¿Quién es Manuel?¿Estabas con él?
- Papá, el es, él, bueno, si, hoy salí con él- dije yo mientras el celular seguía sonando
Mi padre deslizó su dedo para contestar la llamada,
Bien ahora si estoy acabada esto cada vez se ponía peor,
- ¿Quién eres tú?- preguntó mi padre mientras yo rogaba para mis adentros que esto pare ya- Y para que quieres hablar con mi hija ¿Qué eres para ella?- seguía mi papá, yo no lograba escuchar lo que Manuel decía pero la mirada de mi padre se clavó en mí- ¿Cómo?, eres un completo desconocido- cada silencio que había era un martirio- Espero que no te vuelvas a acercar a ella, ¿me escuchaste?- mi padre sonaba realmente furioso, y después de decir eso colgó la llamada.
- Papá- traté de comenzar a hablar y explicarle todo
- ¿Acaso estás loca?, ¿Cómo va a ser el tu novio si es un completo desconocido?- preguntó mi padre a lo que mi madre se sorprendió por la parte de "novio"
- No es un desconocido, no para mí
-Tu padre tiene razón, ese muchacho acaba de hacer presencia en tu vida ¡es un desconocido!, o dime ¿conoces a su madre o a su padre?- dijo mi madre apoyando la idea de papá
- Hoy se me confesó, antes éramos solo amigos, y si él fuera una mala persona no estaría conmigo- dije seria,
Todo sería diferente si lo conocieran
- Y ¿Quién te dio permiso de salir con él o de ser su novia?- preguntó mi padre
- Ya no soy una niña chiquita...
- No, no, no, aquí no vengas con esas tontas excusas que tu sabes perfectamente lo que opinamos al respecto
- ¿Y si al menos lo conocieran?
- Ja!- dijo mi padre fingiendo una sonrisa- ¿Qué lo conozcamos? ¿Enserio?, él te ayudo a escapar ¿Qué se puede esperar de un tipo así?
- A él no lo metan en ese asunto, él no me obligó a nada, y si lo hice fue para distraerme un momento, ustedes saben que no me gusta estar rodeada de tanta gente.
- No, claro entonces es nuestra culpa- dijo mi madre sumándose a la discusión- Además las personas que vinieron en la tarde no son desconocidas
- Ya lo sé, pero aún así me siento incómoda, en especial por la presencia de Daniel
- A Daniel le gustas, y el viene de una familia que es conocida y de confianza- contraatacó mamá
- ¿Es enserio?, Daniel, no me cae bien, pero ese no es el tema de conversación en el que estamos- dije tratando de calmarme para no decir algo de lo que después me arrepienta
- Elizabeth, déjame un momento a solas con Donna- dijo papá, a lo que mamá se levantó y fue a la habitación
- Papá, enserio, Manuel es increíble, al menos dale la oportunidad de conocerlos
- No lo sé, Donna, no esperaba esto de ti- su mirada me rompía el corazón, era de pura decepción y tristeza- por ahora vas a estar castigada, no esperes salir mañana a ningún lado y te retiraré el celular.
- Papá...
- NO, no trates de convencerme, en algún momento me lo vas a agradecer- dijo finalmente levantándose del sillón y subiendo las escaleras
A mi realmente no me importaba no tener el celular o no salir a alguna parte, pero quería hablar con papá, este no era el momento, el se sentía dolido y es entendible. Sé que lo que hice no esta bien pero al hacerlo no hice nada malo con Manuel.
Me quedé sentada en el gran sillón un momento y cuando al fin tuve el valor de levantarme lo hice, quise hablar con papá pero debía esperar así que fui a mi habitación.
Me recosté sobre mi cama y al cerrar los ojos la mirada de decepción de mi padre me atormentaba, estaba contra la espada y la pared.
¿Qué se supone que debo hacer?, mi padre es muy importante para mí, el fue clave en mi recuperación, pero Manuel ahora es también quien me ayuda cuando me siento derrotada, esta situación es difícil.
Toc toc
- ¿Quién es?- pregunté desanimada
- Soy tu madre, ábreme por favor- su voz sonaba mas tranquila, me levanté y abrí la puerta
- ¿Qué pasa?- pregunté sin ganas mientras caminaba a mi cama y mi madre me seguía
- Necesitamos hablar- dijo aun tranquila
- Ya lo hablamos- respondí
- Lo sé, pero siento que tu y yo a veces somos lejanas, abajo tal vez no te escuché pero ahora estoy dispuesta a hacerlo- esas palabras hacían que mi corazón se rindiera y solo bajé la cabeza- Dime ¿Qué sientes?- esas eran exactamente las palabras que necesitaba escuchar.
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Editado: 12.01.2022