Es tan ruidoso el lugar, recuerdo que en París, no era tan ruidoso, tal vez son las culturas, este es mi último año, y habia decidido que terminaría aquí y que luego volvería a Paris a especializarme. Llegue hasta la oficina de la jefa de mi carrera, era rubia, con una sonrisa de modelo, debia tener casi 60 años, pero se conservaba.
Buenas días – dije sonriente – vine por la libreta de estudiante…
Nombre – dijo con un acento español.
Sophie Morini Lobret – dije sonriente.
Lobret? – la mujer me miro con sorpresa – tu madre es Rosse Lobret, la bailarina de ballet...
Si – respondí contenta.
Entonces serás mi alumna favorita – dijo contenta – admiró mucho a Rosse, era la bailarina más hermosa de toda Francia…
Aun sigue hermosa, solo que ahora le enseña a mis hermanos – conté recibiendo la libreta…
Tendrás clases cruzadas con los de Musicología – explico dando por finalizada la conversación.
Al salir vi como todos corrían a la sala de presentaciones, ya iba a empezar, tengo nervios, ni en Paris en mi primer año tenia tantos nervios.
Me quede de pie, a mi lado habia una chica de trenzas mellizas de ojos verdes, parecía una muñeca tierna y al otro…
Un chico guapo, parecía búho… su vista me recordaba, su mirada…
ERA JAYCOB!
Sentí presión y nervios, no oía a nadie, así que como pude salí de ahí, salí del edificio, me sentía cansada.
Estaba a mi lado – murmuré saliendo al patio – él no me reconoció…
Por un lado agradecí, lo asustaría, jamás cuando niños le conté que me sentía niña, a veces me vestía para jugar como niña con ropas de mi madre, cuando tenía 5 años, nos dimos un beso, dijo que quería probar que se sentía y luego solo me sonrió.
Me senté en el pasto y suspiré frustrada. Antes era una niña en el cuerpo de un niño. Mis padres me apoyaron, mis hermanos me quieren y me admiran, ellos son mi familia, tengo mucha suerte de quienes son mi familia, mis abuelos vivos me querían mucho, tengo la suerte que muchos jóvenes como yo no tienen…
Levanté la vista y lo vi, me mordí los labios, es que era tan guapo, tenía casi 8 años cuando lo vi por última vez y luego preferí no tener más contacto.
Hola, soy Jaycob – dijo sentándose, su voz era muy masculina.
H-hola – dije sonriente.
Te vi nerviosa y roja, creí que te sentías mal, ¿Eres nueva? – preguntó con ternura.
Odio los lugares cerrados – me digné a responder – soy Sophie Morini…
¿Morini? – me vio dudoso, me analizó con ternura - ¿Eres prima de Daniel Morini?
Dios me perdoné, solo sera una mentira...
Si – respondí queriendo sonreir.
¿Como esta?, ¿Sigue en Paris? – pregunto emocionado – yo… yo lo extraño mucho…
Si, te extraña – dije nerviosa, queriéndome alejar – debo ir a mi primera clases…
Espera – me tomo de la mano - ¿Te puedo acompañar?
Claro – debia estar cerca, debia acompañarlo.
Quiero decirle la verdad.
No me molestaría ser tu amiga – dije contenta.
Ni a mí tampoco – dijo caminando a mi lado – eres muy bonita…
Eres un búho – dije acariciando sus lentes.
Como cuando niño lo hacía, cuando era Daniel y Jaycob.
Ahora éramos Sophie y Jaycob…