Por Tu Traición

Capítulo V ¿Consuelo de padre?

Damián estaba frente a su padre en una de las zonas más hermosas que algunas  veces visitó con Esther.

El señor Sotomayor se había mudado allí buscando la soledad después de un amargo divorcio y de haberlo intentado una y mil veces con otras mujeres buscando ser feliz nuevamente.

—¿Problemas con el trabajo? — preguntó el hombre muy risueño— es muy difícil verte la cara por acá Damián...

—Sin reproches padre, tu decidistes abandonarlo todo poniendo en mí todas tus responsabilidades y dejandome al frente de las empresas.

—Lo has hecho bien...veo que has crecido, entonces viniste por...

—Tengo serios problemas en mi matrimonio....solo me siento en la capacidad de hablarlo contigo.

—¡¿Qué pasa Damián?! —el señor Sotomayor arrugó el rostro llevandose las manos a la frente— ¿Le fuiste...infiel a Esther? 

—Solo  confío en ti padre... sí lo hice...y mi esposa me vió hacerlo.

—¡Damian por Dios, ¿acaso crees que he sido feliz que tomas mi mal ejemplo?! ¡Realmente estás en serios problemas!

—¡No acostumbro a eso, te lo juro! Si vine es porque no se que hacer...todo lo que hago es peor, papá, también pasastes por lo mismo y...

—Hijo, tú eres peor que yo, y me perdonas ¿no me explico cómo es que te metistes en semejante problemas con la niña de los ojos de tu madre? Un día te lo dije, no te cases con Esther, ésto es para problemas y ahora lo estás, tu madre es el diablo.

— Sé de lo que hablas, no se toca el corazón...ni porque soy su hijo, pero eso no es lo que me importa.

—Por eso nos divorciamos, nunca me vió follando con nadie pero estaba segura, y al darse cuenta de esa realidad me lo hizo con quién le dió la gana, aparte se quedó con la mayor parte de mi dinero, y lo peor es que me decía que tenía yo que agradecerle a ella porque iba a pulgar mis pecados con esa fundación que puso para mujeres que han recibido maltratos, y para el colmo me odia tanto que en la calle muchos de mis amigos se sorprenden de verme porque hasta luto se puso porque según ella estoy muerto.

— Papá — interrumpió Damián — no vine a escuchar tus traumas con mi madre, solo dime qué hago...

—No sé que decirte, convence como sea a esa mujer de tu arrepentimiento y cuidado vas a pasarle ninguna mujer por delante, práctica el celibato si es posible, y que tu vida sea tan clara como un cristal, arrodillarte,  y no dejes que ésto de tu traición ruede como pólvora...

—Ya en la empresa se habla, trate de convencer a Elías de lo contrario, si algo tengo claro es que Esther sufre, ya empiezo a sentirlo, nada más de ver qué quiere hacer lo que le da la gana aprovechandose de lo que pasó....

—De tu traición, dilo...

—¿Papá, tu me estás juzgandome? ¡Tú también eres un infiel de lo peor, tú si acostumbrabas a...

—¡Damián cállate! ¡ya te lo dije, eres peor que yo, tan mal ejemplo te di y tú sabías que era malo y lo copiaste, además eres calculador, egoísta con esa chica que es muy soñadora, y eres un machista celoso...

—Gracias papá, deberías de ser menos severo...

—¡Menos severo  no puedo ser, y te digo Damián, prepárate para lo peor porque si mal no recuerdo Esther odia al señor  Phillips por el daño causado a su madre, y tú no llevas su sangre!

—Osea, según tú que eres mi padre y que viviste tu vida traicionando a mi madre, soy el peor...

—Si Damián, y ahora hasta yo pagaré los platos rotos porque cuando el diablo ese que tienes por madre sepa lo que le hicistes a Esther vendrá aquí a menospreciarme y a seguir humillandome como si tú fueras un niño idiota que copió mi mal ejemplo.

—Entiendo, le temes a mi madre, por eso prefieres criticarme y hacer que yo me vaya y no cuente contigo como mi padre que eres...

—No hijo...

—¿Crees que soy un cobarde como tú qué lo perdiste todo y te quejas diciendo que mi madre es lo peor cuando sigues amándola en secreto?

—¡¿Qué dices Damián?! ¡¿Te has vuelto loco?!

—La amas pero realmente tienes razón, tú no eres como yo... jamás yo doy tregua a nada y verás que Esther volverá a mi, ¿sabes por qué? Porque no soy un cobarde como tú.

—¡¿Damián?! —su padre lo vió retirarse enojado— ¡Damián vuelve acá, hablemos! ¡Damián!

Damián Sotomayor se subió al auto dando la orden de arrancar, dejó a su padre preocupado pero él llevaba un infierno en su cabeza.

—Loco está mi padre, ¿cómo puede comparar a mi Esther con mi madre?! —de momento recordó  la realidad—¡Demonios, está con Mike, maldito libertino!

***

Esther y Mike tuvieron una noche de larga conversación y planificación de trabajo, ella descubría que era una forma de mantener su pensamiento ocupado y poder sobrellevar lo que le acontecía.

—Mike, me quedé dormida —dijo estando aún en pijama— ¿desayunaremos juntos?, necesito hacerlo, el día se me pasa volando y hasta lo olvido.

—Desayunaremos, claro que sí. —dijo Mike mientras le ponía una taza de café y besaba su mejilla.

— Café no, Mike...me encantaría comer fruta, muchas frutas...




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