Hoy vi migrando al sur tu amor acorozado con cristal brillante,
Era azul transparente, se veía puro, se sentía mágico, era radiante.
Dejó este puerto de sentimientos olvidados,
Donde se posaba a picotear mis amores y beber de mis lágrimas.
Se fueron sus huellas que el mar no quería borrar.
Voló tan al cielo que el océano dejo de observarla,
Ya sus aguas espumosas jamas la tocarán,
Ni la bañarán cálido bajo el mismo cielo al que ahora se dirige.
La vi migrando al sur, sin importarle este puerto,
Sin importarle sus huellas en la playa
Ni estas aguas benditas que le recordaban que el amor
No se vive solo en verano.