El día que llegué a amarte.
Como podría explicarlo:
Ni el mismo cielo llenaba mi corazón,
Allí cabía todo, menos la tristeza.
El palpitar de mi alma se volvió sublime,
Era tu bella imagen, en frente mi chiquillo corazón.
Pero lo sentía.
Lo sentia como agua callendo en fuego,
Apagando lentamente mis ganas de partir.
Lo sentía como fuego derrintiendo el muro de hielo,
Aquel que nunca pensé destruir.
Lo sentia como si fuera hielo congelando los hilos de mi voluntad.
Y para que necesitaba voluntad, Estabas tu allí.
Estabas allí en las nubes, te veía tan dulce, tan bella, tan única.
El día era aquel, aquella eras tú.
La que llegó con vida regalándome luz,
La que llegó con alas enseñándome a volar,
La que busco en mí, algo que creí perdido.
Era tu bella imagen y era mi chiquillo corazón.