Por tus huellas

Atrapado en la oscuridad 

¿la oscuridad huele a.... rosas?

***

De nuevo, ese largo sonido... Me saca del abrazo del sueño, dejando sólo una habitación vacía y una sensación extraña. Abro los ojos. Me los froto, intentando averiguar qué hora es. Afuera aún está oscuro, pero ya siento el frío del amanecer en el aire. Son las seis de la mañana. ¿Qué diablos ha pasado?

¿Quizá he puesto mal el despertador? Este pensamiento es fugaz, porque el sonido es completamente distinto. Una llamada telefónica. En mi día libre. Alguien tenía mucha prisa.

¿Jake? Su rareza habitual, como: «Maddie, no creerías el hígado que tenía esa chica en la autopsia...» Pero no. Este es Maclean. El serio y siempre reservado Maclean. ¿Por qué llama tan temprano?

- ¿Maddie? ¿Puedes oírme?

- Sí, Sr. Maclean. Le escucho.

- Necesito que hagas las maletas. Estate en el lugar al que voy a enviarte en una hora. Es una emergencia.

Ni siquiera tuve tiempo de preguntar qué pasaba. No había duda en su voz. Era algo importante.

Una hora más tarde, estaba allí. El amanecer gris pintaba el parque de tonos fríos. Todo parecía familiar, incluso tranquilo, pero en el fondo algo susurraba que esta mañana todo cambiaría.

Tony me recibió en la entrada, envuelto en una cinta amarilla.

- «Por fin, Maddie. Empezábamos a pensar que no vendrías». - Dijo con un entusiasmo que me sorprendió....

- Lo siento, en cuanto me enteré, vine enseguida.

Bajamos a la depresión donde yacía el cuerpo entre las hojas y la tierra. A nuestro alrededor estaban las miradas silenciosas de forenses y funcionarios.

- «Entonces, ¿qué tenemos aquí?», pregunté, mirando el lugar donde estaba el cadáver. Tony dudó un poco, pero señaló la colcha.

- «Eche un vistazo usted mismo. Pero te advierto que es una visión... extraña».

Me puse los guantes y retiré lentamente el plástico.

- «Oh, Dios... -al parecer, era lo único que podía hacer...

- No, aquí no había ningún Dios en absoluto.... -le dirigí una mirada de sorpresa, pero él se limitó a encogerse de hombros y a sentarse más cerca de mi cuerpo.

Por mucho que no quisiera volver a él, me obligué a darme la vuelta de nuevo, poniéndome la máscara más fría posible sobre la cara

Había una mujer tumbada bajo la cubierta. Su rostro estaba pálido pero tranquilo, como si todo este horror no le estuviera ocurriendo a ella. Su pelo oscuro se esparcía alrededor de su cabeza como un halo negro. Pero eso no era lo peor. El pecho estaba abierto, con un corte uniforme que indicaba una mano hábil. Los músculos estaban separados, las costillas expuestas. Había una cavidad donde debería haber estado el corazón.

- «Mierda...» fue todo lo que pude decir.

- Este es definitivamente un psicópata. O un fanático. - Tony observó emocionado. Esa es la mejor manera de decirlo...

No podía apartar los ojos del cuerpo. Todo fue hecho con precisión, profesionalmente.

- «El asesino sabía lo que hacía», dije, intentando contener el escalofrío que me recorría la espalda.

- Tal vez un médico, o alguien con conocimientos de anatomía...

S-sí. El tórax fue abierto a través de una incisión torácica media. Se diseccionaron la piel y los tejidos subcutáneos para dejar al descubierto los músculos pectorales. Se separaron las costillas. Los órganos internos estaban parcialmente expuestos y el pericardio, la densa membrana serosa que rodea el corazón, era visible desde la cavidad torácica. Se abrió el pericardio para revelar la ubicación del corazón y se cortaron los grandes vasos, como la aorta, la vena cava superior e inferior y las arterias pulmonares, para permitir la extracción completa del corazón. Estos vasos suelen estar situados en la parte superior del corazón, donde se une al tronco vascular. El corazón se separó de los tejidos circundantes con gran precisión, teniendo en cuenta la ubicación de los vasos coronarios y el ápex del corazón. En lugar del corazón había una cavidad mediastínica llena de sangre que se había filtrado por los vasos. Los bordes de las incisiones parecían afilados y uniformes, lo que indicaba el uso de un instrumento afilado, probablemente un bisturí o unas tijeras quirúrgicas. Había visto todo esto antes, cuando aún me estaba formando como patólogo, pero después de..... ciertos acontecimientos, volví a formarme como científico forense.

- Es decir, podemos tratar con un médico...

- Sí, es muy posible... contestó Tony pensativo, metiendo el cuaderno en su bolso. «Pero me seguía preocupando otra cosa.

- «Escucha, ¿te has fijado en cómo está colocado el cuerpo?» Tony volvió a mirarle, como si por fin se hubiera concentrado.

- ¿Qué quieres decir?

- Bueno, cómo está dispuesto en general, colocado como si....

- ¿En exhibición?

- Sí..... Creo que deberíamos darle al Dr. Atkins las fotos del sitio.

- Sí, por supuesto... - Contestó y finalmente cubrió el cuerpo. Había estado soñando con hacer esto desde el principio. Pero de repente....

- ¡Para!» Detuve a Tony.

- ¿Qué?» Me miró sorprendido. Pero me acerqué y abrí la parte de su cuerpo que me había llamado la atención.

- ¿Qué ..... - dijo Tony sorprendido

- Sí, y esto es extraño, a juzgar por la profundidad, también se hizo a propósito....

- ¿Qué demonios? - Tony volvió a decir... - ¿Él... se perforó la pierna?

- No, no sólo le perforó la pierna, parecía que estaba intentando perforársela hasta la rodilla...

- Yo... yo - tartamudeó Tony... - No tengo palabras...

- Sí... Es extraño, pero no creo que tenga mucho peso...

Ojalá hubiera sabido lo equivocado que estaba entonces...




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