Capitulo 20 plan en marcha y me gustas Sofía

Alessander 

Mierda.. lanzo mi vaso contra la pared lleno de furia, tirando todo lo que está en la mesa al suelo, golpeo la pared con mi puño. De la impotencia por lo que acaba de pasar, como una cena agradable, se convierto en un desastre todo por un mal entendido. No puedo creer que sea tan terca de no querer escucharme jamás me expresaría así menospreciando a la mujer, cuando es todo lo contrario. Me han enseñado desde pequeño a que somos iguales, que el sexo débil no existe, las mujeres de mi familia me lo han demostrado son claros ejemplos. Mi abuela se rebelo contra sus padres cuando quisieron casarla con un hombre que ella no quería solo por poder y dinero se fugo de su casa sin un centavo salió adelanté sola, hasta que conoció a mi abuelo quien la trato siempre con respeto e igualdad. Mi madre una empresaria que saco adelante una empresa casi en la quiebra, ahora mi hermana esta a la cabeza porque quiso.  En el ejército había de todo pero estuve al mando de mujeres liderando perfectamente un pelotón.

Ella también es uno tuvo el valor de venir a buscarme sabiendo quien soy, imponiéndose, con un plan de pago a un recuerdo ese día, como estaba sometiendo a ese sujeto que se paso de listo, puedo ver sus expresiones faciales, su postura, lo hermosa, ruda y sexi que se veía. Por eso más rabia me da que todo esto haya pasado estaba por volver a golpear la pared cuando suena mi teléfono.

-si qué pasa?-digo molesto

-señor, tenemos a Moleti, lo atrapamos en un sitio de apuestas, lo estamos llevando al galpón.-me informa uno de mis hombres, se dirigen a mi otro sitio, además del sótano del club, donde castigo a los que se atreven a desafiarme. Ese tipo me debe mucho dinero, es un perdedor que solo se gasta lo que tiene en apuestas, juegos de azar, mujeres, drogas. Sería una buena forma de desquitarme.

-okey voy para allá, preparen todo.-ordeno tomando mi saco para salir. No lo pienso mucho, usare a ese tipo para sacar toda lo que llevo dentro.

-de acuerdo jefe lo esperamos.-cuelgo la llamada. Tomo mis llaves y salgo de la casa.

Al salir me encuentro con algunos de mis empleados, les indico que saldremos. Subo a la camioneta, junto a un par de los hombres. Abren los portones y vamos rumbo al galpón.

En el camino pido a Matt que consiga los documentos de las propiedades del sujeto, y todo aquello que nos pueda servir. 

Minutos después nos encontramos en la puerta de nuestro destino. Bajo del vehículo, al adentrar me,  veo a mis hombres golpeando al sujeto que está colgado de los brazos por cadenas. Me acerco, hago señas para que lo dejen. Tomo una silla que hay allí, dejo mi saco en la mesa con utensilios. Me siento frente al hombre.

-así que pensaste que podrías burlarte de mi Moleti, te crees demasiado listo o eres más idiota de lo que pensé. Acaso no sabes lo que le sucede a los que me desafían?-pregunto apretando los dientes, el solo se remueve muerto de miedo, me encanta, que ese tipo de ratas tiemblen frente a mí.

-por favor señor no me mate, le pagare, se lo juro-dice suplicando, rio ante su pedido.

-crees que soy estúpido, ya dijiste eso antes y no has cumplido, piensas que caeré en eso. Pues me subestimas.-me levanto y lo golpeo en el rostro con fuerza, varias veces. El tose y escupe sangre, me alejo un poco y lo pateo con la respiración un tanto agitada. Se queja del dolor, voy a la mesa para tomar algo con que lastimarlo. Opto por una varilla que en la punta tiene un  circulo que presionas un botón y este comienza a calentarse, sería de esos  que marcan a los animales de granja, poniéndolos en las brazas para que calienten. Este es uno más moderno, y también agarro una navaja.  Regreso a donde está el sujeto con el quemador, ya caliente solo tarda unos segundos. En eso ingresa uno de mis hombres con la información que le pidió a Matt. Le paso el instrumento y leo la carpeta pero antes le indicio que mientras yo reviso el papeleo, el continúe con mi labor. Los gritos de dolor, inundan el lugar, dejando marcas imborrables en su cuerpo.

El informe dice que el muy bastardo tiene un casa que hipoteco para satisfacer sus vicios, y pagarle a más personas a las que les debe dinero. El que le di lo gasto no solo en eso sino que también en pornografía. Por lo que dice aquí le gustan las menores de edad al muy maldito, estuvo acosando a una de 14, es asqueroso. Y al parecer iba a esos lugares donde tiene esclavos sexuales.  Dejo la carpeta a un lado de la mesa y con más rabia de la que tenia decido acabar con él.  Estando frente a frente, tomo el quemador que tenia uno de mis hombres, lo tomo del cabello al malnacido.

-rata asquerosa te gustan las niñas, te daré una lección por ser una completa mierda-apoyo el quemador en su cuello, en su rostro. Apago el instrumento, pido que me traigan unas pinzas y un cuchillo que es tan afilado como el de un bisturí. Cuando me los traen, le pido que le bajen los pantalones, ellos obedecen. El hombre gritando y quejándose de dolor, al ver lo que tengo en mis manos más se asusta y comienza a temblar.

-que va hacer con eso?, por favor piedad, ya no me torture más,- pide. Rio con malicia.

-eso jamás, tu inferno  recién empieza, te daré  una pequeña probadita, hasta mandarte de por vida a donde perteneces- tomo con una mano las pinzas y las llevo a sus testículos, los extrajo haciendo que se retuerza, después los dejo presionados y con el cuchillo en mi otra mano se los corto. Este no deja de gritar, llorar y maldecir, hay sangre por todos lados.-no sé porque lloras, ni las usabas, tampoco eran la gran cosa.-digo burlándome,  las tiro en una bolsa que me acercaron. Dejo las pinzas y cuchillo en la mesa, tomo un arma ya me pudrí de esa basura.  Le apunto con el arma, él solo llora y me mira con terror.

-por favor ya me castigo déjeme ir-suplica

-ya cállate, perdiste tu oportunidad, es hora de que te reúnas  con tu creador, nadie te extrañara, mándale mis saludos-disparo en su frente y en el pecho. – Desháganse del cuerpo, limpien el lugar.-ordeno alejándome de el tipo ya muerto. Mis hombres hacen lo que les ordene, limpio mis manos con un trapo, tomo mi celular y llamo a Matt.