Porqué eres mía

Capítulo 11:

Narra Luis

Después de hablar y conocernos un poco más en la sala la abuela de Arenea me invito a quedarme a cenar y acepte con gusto, ya en la mesa todos juntos empezamos a cenar tranquilamente hasta que se escucha un teléfono sonar.

-Yo voy… es mi teléfono – Dijo Arenea levantándose de la mesa e ir a la sala y desde aquí se podía escuchar todo lo que decía.

-Hola Julián! -  dice feliz? – No te preocupes estoy bien … Así es ¿Por qué? … ah, ok … ¡Claro que puedes, te espero mañana! … Bien, adiós – y se escuchó como corto y la verdad me sentía un poco celoso y cuando entro en el comedor la mire con el ceño fruncido y ella me miro igual y se sentó a mi lado con estaba antes y yo la seguía mirando.

- ¿Por qué me miras así? –

- ¿Quién era? – Pregunte un tanto molesto y celoso y Arenea empezó a reírse. - ¿Por qué te ríes? –

-Nada, solo me da un poco de risa que es Alpha Superlativo esté celoso no te preocupes era solo un amigo -Dijo Arenea entre risas y yo la miré serio. -Esta bien, ya! - Dijo sentandose a mi lado y tomando mi mano por debajo de la mesa.

 

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Después de haber cenado todo, nos levantamos y salimos afuera por petición de Arenea, pero simplemente yo y ella, al salir fuimos hasta donde empesaba el bosque y Arenea se detuvo y me miro.

- ¿Quieres correr? – Pregunto a lo que no podía ponerme más feliz y sonreí.

-Claro!... ¡Vamos! – Dije y me transformé tomando mi forma lobuna y Arenea se me quedó viendo un rato y luego ella se transformó en una hermosa loba blanca con los ojos azules, se veía realmente hermosa, ella no espero nada más y se fue corriendo y en unos segundos reaccioné y empecé a correr a tras de ella y ella solo me miraba.

Corríamos no tan rápido, pero yo apresure un poco el paso para quedar al lado ella, corríamos esquivando árboles, saltando piedras, mientras el viento chocaba con nuestro pelaje, se sintió muy bien estar así y con tu Mate, además, correr con la persona con la cual pasaras el resto de tu vida.

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Luego de haber corrido por un tiempo la noche callo sobre nosotros y dejamos de correr cuando vimos una enorme roca, nos subimos encima y admiramos el bosque bajo la luz de la luna y podría jurar que es la primera vez que veo a la luna brillar así de intenso, dirigí mi vista hacia Arenea, sus ojos brillaban con la luz de la luna, me acerque a ella y con mi cabeza acaricie la suya y me correspondió, ya que también me acariciaba mi cuello, realmente me sentía el hombre más feliz de la tierra ahora que encontré a la persona la cual había buscado por años.

Nos separamos un momento después y ella se me quedo viendo con sus hermosos ojos cuando se dio la vuelta indicando que había que regresar y la seguí, pero esta vez fuimos un poco más rápido ya que por las noches había vampiros.

 

Llegamos muy agitados y ella entro en la casa aún transformada, también entre y la seguí hasta su cuarto, al parecer entro al baño ya que no la veo por ninguna parte y efectivamente si entro al baño porque escuché que la ducha se abrió, me volví a transformar en forma humana quedando desnudo me senté en la cama mientras miraba la ventana, la Diosa Luna no pudo haber hecho más feliz que dándome a mi mate. Recordé todo lo que paso hoy y esbocé una pequeña sonrisa en eso escuché que la puerta se abre y vi salir a mi Luna con una toalla enrollada a su cuerpo, al parecer no se había fijado de que estoy aquí, se fue a su armario y saco unas cuantas ropas se dio la vuelta y me miro, su cara empezó a ponerse toda roja, se tapó su cara con la toalla rápidamente y entro al baño de nuevo, me empecé a reír.

Unos minutos después salió del baño ya toda vestida pero aun tapando toda su cara y salió de la habitación, ¿Por qué?, solo me quede ahí mirando el techo volteo la mirada a la puerta que se abre y por ahí entra Arenea aun tapando su cara y me extiende unas ropas.

-Ten – miró la ropa y la agarro – puedes darte una ducha y luego ponerte eso – Dijo dándose la vuelta y yo solo sonrío por su acción y forma de actuar, me levanto y me acerco a ella y la abrazo por la espalda y pongo mi cabeza sobre la suya.

-No tienes por qué avergonzarte, Arenea – con mis brazos rodee toda su cintura y entrelazando mis dedos. Ella no dijo nada y solo se dio la vuelta y me abrazo más fuerte y yo la atraje más asía a mí y nos quedamos unos momentos hasta que me separo de ella y beso su frente para luego mirarla.

-Voy a ir a bañarme- Ella solo asintió con la cabeza deje de nuevo otro beso en su frente y me separe de apoco de ella, su cara se puso rojo de nuevo y no pude evitar sonreír, ella solo bajo la cabeza y yo entre al baño.

 

Luego de unos momentos salgo y también ya todo vestido, miró la cama y ahí estaba Arenea sentada en la cama leyendo un libro, me acerco y me subo en la cama.

- ¿Qué lees? -  Pregunte agarrando la frazada y poder taparme ella me miro.

-Um… Estoy leyendo un libro sobre aventuras… Me gustan las aventuras solo que no tan extremas – Dijo agachando la cabeza y poner de nuevo su vista a su libro lo leyó un rato más, lo cerró y apago la luz y se acurruco entre las frazadas acto que también yo copie solo que agarré a Arenea y la apegue a mí dándole un abrazo la cual correspondió.

-Buenas noches- Dije mientras cerraba los ojos.

-Buenas noches- Me respondio y siento como levanta su cabeza y me besa solo la miro sorprendido mientrs ella solo baja de nuevo su cabeza y la esconde en mi pecho, con cuidado con mi mano tomo su barbilla y la atraigo asía de nuevo asía a mi y la beso con cariño, nos separamos lentamente y ella me mirá y sus ojos brillan de nuevo, la vuelvo a besar y ella lleva sus manos atrás de mi cabeza y empiesa y acariciarlo lentamente profundizando un poco más nuestro beso, nos separamos por falta de aire, ella se recosto en mi pecho y veo como cierra los ojos.




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