Porqué eres mía

Capítulo 23:

NARRA ARENEA.

 

Me siento rara, extraña, incómoda y disgustada.

Me desperte abrutadamente al sentirme de esa manera y me senté en la cama, rasque mis ojos para luego mirar mi lado derecho y encontrarme con Luis quién se encontraba durmiendo en con el ceño fruncido.

Moví mi nariz y comencé a olfatear a Luis...

Tenía el olor a esa Omega. A pesar de ser muy leve el olor, este sigue ahí.

Me levante rápidamente de la cama lo que provocó que Luis también despertara, lo miré con furia y enojo, Luis rasco sus ojos y luego me miró para sonreirme dulcemente, en cambio, yo, lo miraba hecha furia, ¿Por qué se tuvo que meter otra vez con ella?, ¿Acaso yo no era suficiente para él? o ¿La prefiere a ella que a mí?

Lo mire una última vez mientras él norraba su sonrisa para luego yo darme la vuelta y meterme al baño, Luis trato de alcanzarme, pero fui más rápida y cerré la puerta en su cara y con llave.

-Arenea... ¿Qué sucede?... Abreme, por favor... - Escuchaba como Luis tocaba repetidas veces la puerta.

Pero le abriré a ese infeliz.

-¡Vete a la mierda Luis! - Sin duda es algo que nunca me imagine decir y menos a él.

Hice todas mis necesidades en el baño y me vestí con la ropa limpia que se encontraba dentro, de vez en cuando Luis pronunciaba mi nombre o decía que le abriera la puerta. Me quedé sentada encima del retrete.

-Arenea, abreme. - Está vez su tono de voz fue diferente, está vez sonó más demandante, más serio.

-¿Y si no? ¿Qué? - Le respondí de misma forma.

-No estoy para juegos Arenea, sal de ahí y dime que te ocurré en este instante. - Alzó más la voz.

-No. - Fue lo único que respondí cuando escuche un fuerte golpe y la puerta del baño siendo lanzada asía el otro lado del baño.

Devolví mi vista por de dónde la puerta salió volando y vi a Luis entrary caminar a mi dirección, rápidamente me levante y traté de evitarlo, lo que duró unos cinco segundos ya que Luis logró alcanzarme.

Pataleé tratando de que me soltará, pero me es imposible por varias cosas obvias.

-¡Suéltame! - Le gritaba pero al parecer él no oía mis palabras. - ¡LUIS! ¡QUÉ ME SUELTES! - Le grite mucho más fuerte, unos segundos después fui bajada sobre la cama y sostenida por las cinturas con un Luis a mi derecha.

-¿Qué te sucede, Arenea? - Me miro preocupado.

No le creeré esa carita de perro mojado y abandonado.

-Pues sucede que mientras yo estoy aquí, esperandote, sola, tú te vas y ¡¡te acuestas con la zorra esa!! - Lo miré entre enojada y decepcionada. - Yo te esperé por más de un día pensando que solo tenía mucho trabajo, ¿Acaso no soy suficiente para ti? Abandone a mi familia por ti, te di todo de mí, ¡YO CONFÍE EN TI!... ¿¡POR QUÉ ME HACES ESTO!? - Me levanto fuertemente de la cama y salí de la habitación viendo como él no hace nada más que quedarse mirando la nada.

Corrí rápidamente para tratar de llegar a la puerta mientras que sentia mis ojos picar, ¡No!, No lloraré por él, lo juro.

Me di una pequeña bofetada y liempie mis ojos.

-¡Hola, Aren-... Arenea, ¿Qué ocurre? - Escuche la voz de la madre de Luis, no hice caso a nada y salíde la casa e irme corriendo a quién sabe dónde, simplemente quiero estar lejos de él, no lo quiero volver a ver, me engaño y eso no lo perdonare, no después de que le haya entragado todo de mí.

Escondí mi olor y corrí por las calles de está manada.

 

 

NARRA LUIS

 

 

-¿¡¡Qué has hecho qué!!?- Grito mi madre levantandose de su lugar y mirarme realmente enfadada.

-Tranquilizate mamá... No fue por qué yo quise, Marina me drogó- Traté de explicarle.

-No intereza que te hayan drogado hijo, deviste contenerte, ¿Tú acaso no piensas en cómo se sentira Arenea? Ella es una Omega y es muy debil, a causa de tu engaño ella sentira su lazo roto y ¡¡Puede morir, Luis!! ¿No piensas en las consecuencias? Estó es muy grave... - Mi madre de un momento se comenzó a desesperar y mi padre fue a traquilizarla y llevarla a otra hbitación.

-Tienes que ir a buscarla. - Me informo Diego. - ¿No has escuchado a tu madre? - 

-La conozco, ella volvera en cualquier momento y le explicare las cosas, ahora tengo mucho en la cabeza. - Me levante y fui a mi despacho con Diego detrás de mí.

-Piensa en ella Luis, Arenea no conocé la manada, puede estar perdida y le pueden hacer algo ya que nadie sabe que es la Luna Superlativa ¡Qué es tu Luna! - Lo interrumpí.

-¡¡Y si tanto te preocupa!! ¿¡¡Por qué no vas tú por ella!!? - No estaba pensando en ese momento. - ¡Quize explicarle todo, pero ella salió corriendo! ¿No tengo derecho a pensar en mí también? ¡Yo fui el drogado aquí! Yo no la engañe por qué quise, yo nunca haría eso, Arenea es mi todo... - Ahora me siento frustrado, enojado y desesperado.

-Eres mi amigo, pero, espero que Arenea no te vuelva perdonar, pero más espero que no se enteré de lo que me acabas de decir, por qué creeme que no te querra ver ni en pintura. - Me dijo en un tono que jamás escuche por parte de él, cuando me di la vuleta para encararlo ya no se encontraba ahí, golpeé la mesa molesto y comenzé a tirar todas las cosas que encontraba en mi despacho.

 

 

NARRA DIEGO

 

 

Salí del despacho de Luis y fui corriendo junto al primer guardia que me encontre para pedirle que mande al resto de los guardias a buscar a Arenea por toda la manada, él asintió y fue rápidamente a hacer lo que le dije.

Lo seguí y luego de unos diez minutos ya no encontrabamos buscando a Arenea por toda la manada, pero será realmente dificíl, ya que por lo que noté escondió su aroma.

Buscamos por toda la manada e incluso preguntamos a todos los que veíamos, pero nada.

Ahora estabamos en el bosque, nos dividivo en grupos de diez para ir a buscarla, nos pasamos un psr de horas buscandola includo nos encontramos con unos cuantos vampiros, cuando de pronto escuchamos unos sollozos leves.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.