Porqué eres mía

CAPITULO 33: Solo quiero tenerte a mi lado.

NARRA LUIS

 

 

En mi rostro, lo único que se reflejaba, era una sonrisa enorme llena de felicidad,  mi lobo saltaba de un lado a otro,  me sentía realmente feliz.

Ahí estaba, en frente mío, solo a unos metros de distancia.

Encontré a Arenea.

Quería correr a abrazarla y besarla, decirle lo mucho que la amo, permanecer a su lado por el resto de mi vida.

Pero, toda esa emoción de felicidad, se fue al ver como otro hombre la abrazaba, ahora simplemente quería romperle la caras ese. Ver cómo abrazaba por la espalda a Mi Luna, me llenaba de furia.

Aunque, creo haber visto a ese chico en algún lado, pero ahora no tengo tiempo para hacer memoria.

Trate de controlarme lo más que pude apretando fuertemente mis puños y cerrando mis ojos para no ir corriendo hasta ellos.

Volví a abrir mis ojos para encontrarme con los de aquel chico, me miraba seriamente, y de un momento a otro, se dió la vuelta para alejarse de mi, no, no otra vez. Ya la perdí una vez y juro por mi vida que cuando la recupere, no la volveré a perder.

Camine rápidamente hacia la dirección en la que el chico fue, evitando chocar con algunas personas, ingresé a lo que parece un hotel, buscando con la mirada por dónde continuo caminando aquel chico.

Cuando los visualice, estaban tomando uno de los tres ascensores que habían; corrí hasta otro de los ascensores y presione todos los botones, si tenía suerte, podré ver en qué piso o a qué habitación de metieron.

Con el segundo, tercer y cuarto piso, no obtuve ningún resultado, pero al llegar al quinto piso, pude ver cómo una de las puertas se cerraba bruscamente, sin puede tiempo, camine hasta aquella puerta y toque unas siete veces.

De esta a salió una mujer que parecía realmente enfadada.

-que mierda quieres Fernando?- Grito y si, realmente estaba enfadada. Al verme, la chica abrió sus ojos. -oh, lo siento tanto, creí que eras otra persona, lo siento.- 

-Descuida, adiós.- No quiero perder tiempo en otros lugares, realmente quiero encontrar a Arenea.

Con algo de decepción camine de nuevo hasta el ascensor y presione el botón, esperaré abajo hasta aquel ellos bajen.

Pronto, escuché el ascensor llegar, se abrieron las puertas y de esta salieron varias personas, cuando nadie más salió, levanté la vista.

Y sinceramente creo que hoy, la diosa Luna me ama demasiado o es pura suerte.

Arenea y el otro chico con el que estaba, están ahí, parados  dentro deo ascensor.

Rápidamente solo me fijé en Arenea, estaba hermosa.

Sus ojos de color azul brillaban más que antes, su cabello ondulado caía por detrás de su espalda haciendo resaltar más el color de sus ojos, sus labios gruesos de color rojo se ven más apetitosos y su panza... Creo que es la mujer más hermosa que había visto en mi vida.

Cuando puse un pie en el ascensor, Arenea retrocedió un paso, eso me destrullo por dentro, pero voy a demostrarlo, no hoy, hoy seré fuerte para recuperar a Arenea.

-Arenea.- hablé en tono fuerte. -Por fin te encuentro... - Comense a caminar hacercandome a Arenea. -No sabes lo mucho que te extrañe y lo mucho que te necesito. - Seré sincero con ella, ya no le ocultare absolutamente nada. - Estuve buscándote por todos estos meses, lo desesperado que estaba por tenerte cerca de mi, por que estés a mi lado. - Mire su panza con adoración. - Para que tu y mi cachorro se sientan a salvo... - Ella me miro más sorprendida. - Ya quiero que estés de nuevo conmigo, pero sé que tú, tal vez, ya no quieres verme, por eso quiero pedirte que me des una oportunidad más para ser tu Alfa, para ser yo quien esté a tu lado en las buenas y en las malas y me permitas ser yo quien ocupe de nuevo tus pensamientos y tu corazón, por favor... Me darías una oportunidad más? - Me detuve a dos pasos de ella y espere a que me dé una respuesta.

-Luis... Yo... - su voz, anelaba tanto escuchar su voz.

Pero desgraciadamente todo tuvo que acabar muy rápido.

-Alejate de mi hija en este momento. - Escuché la voz del padre de Arenea detrás de mi, voltee a mirarlo, su esposa venía con el.

-Señor, solo quiero hablar con Arenea un momento, si me permite- Me interrumpió.

-No. No hablaras con ella, ni con nadie de esta familia, tuviste mucho tiempo antes.... Aléjate. -Me ordenó.

Ya no quiero pelear, solo quiero que todo esto acabe.

Asentí mientras me alejaba de Arenea.

-Bien. - Caminé hasta alejarme completamente de Arenea. - Arenea... - Volteé a mirarla. - Quiero hablar contigo, quiero explicarte todo y si no quieres hablarme, al menos escuchame, si después de eso no quieres seguir conmigo, lo entenderé, pero al menos escuchame, estaré en la cafetería de enfrente. - Sin más me di la vuelta y baje por la escalera de emergencia a pesar de que pude haber tomado el otro ascensor.

Mientras bajaba, pensaba en comí comenzaría a decirle y explicarle todo y que nada salga mal o que no diga algo incorrecto que me haga quedar mal.

Y como le dije a Arenea, fui a esperarla a la cafetería de enfrente.

Bien solo queda esperar la y de ser necesario, me quedaré aquí día y noche esperándola.

Ya dentro de la cafetería tome asiento en una esquina en una de las mesas vasias que había, segundos después un chico se acercó a tomar mi orden, solo pedí un baso con agua, solo quiero hablar con Arenea.




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