Porqué eres mía

CAPITULO 34:

NARRA ARENEA.

 

 

-No dejaré que vayas con él, ya no. - Hablaba mi padre detrás de mi mientras caminábamos hacia a mi apartamento.

-Papá, solo será un momento, no te preocupes, además, solo estaré aquí en frente, no me ocurrirá nada malo. - Reclamaba.

-No me importa si será aquí en frente o a mi lado, no quiero que vuelvas con el, no quiero que te vuelva a ocurrir nada malo, ya sufriste suficiente ya no quiero verte triste, Arenea. Tu eres todo para mi y no me perdonaré si te ocurre algo malo. - Julián solo se quedaba en silencio.

-Lo se muy bien, padre. Pero... La Diosa Luna fue quien me puso a él en mi camino, en vida, el es mi mate, al menos debo escucharlo, además, tengo al futuro alfa en mi vientre, Luis ya lo sabe, y si no lo supiera cualquier día lo descubriría y vendrá a reclamarlo, al bebé y a mí. - Me detuve a mirarlo. -Te prometo que no me ocurrirá nada malo, papá. - Me acerque a el suplicándole con la mirada.

Suspiró pesadamente mirando de costado, volvió a suspirar y se despeinaba su cabello.

-Bien, pero ten en cuenta que los estaré observando desde lejos. - Advirtio.

-Gracias, papá. - Le sonreí. - Por cierto, Que haces aqui? - Comencé a caminar de nuevo hacia a mi apartamento.

-Pues a visitarte y asegurarme de que estabas bien, tu madre te manda saludos, no pudo venir por que tenía un proyecto que terminar para mañana, una boda. - Informo.

Hice una mueca por eso, suerte que mi padre no me está mirando, no me gusta que mi madre haga este tipo de proyecto, algunos Durán hasta días y ella siempre hace todos lo vestidos, trajes y todo tipos de ropas, y nunca duerme, me preocupa demasiado, y algunas veces ni siquiera come, se suele obsecionar con estas cosas.

-Bien. - Fue lo único que respondí.

Pasamos el resto de la mañana en mi departamento hablando de cosas triviales y almorzamos, luego llegó la tarde, no quiero hacer esperar demasiado a Luis y también quiero arreglar todo este asunto de una vez.

Avisé a mi padre que iría a ver a Luis, él aceptó con algo de enojo.

Suspiré tranquilizandome, la verdad no sé por qué estoy algo nerviosa, pero debo de tranquilizarme.

Salí del edificio y le Heche un ojo al restaurante del frente buscando a Luis, lo visualice cerca de la ventana bebiendo algo de un vaso.

Caminé hasta llegar frente a la puerta del restaurante y la abrí haciendo sonar una campanita llamando la atención de algunos empleados como la de Luis.

Me acerqué lentamente a Luis, espere unos segundos parada para luego tomar aciento.

-Hola... - Hablo él primero.

-Hola... Ya me habías explicado algo hace un tiempo de esto Luis, no sé qué más me quieres explicar. - Fui directo al grano.

-Entonces, que haces aquí? Si ya te lo había explicado. - Levanto ambas cejas.

"Según sabía no era muy listo" Pensé.

Suspiré acomodando me mejor en mi lugar.

-Ve al grano, que quieres en realidad?- Lo mire sin ninguna expresión, no quiero perder tiempo la verdad.

-Soli quería pasar tiempo contigo, hace muchh o que. No hablamos, además, quería pedirte perdón y... Pedirte otra oportunidad. - Se acercó un poco a mi. - Solo quiero tenerte de vuelta, Arenea, realmente estoy perdido din ti, ando borracho todo el tiempo, no hago mis deberes como Alfa de la manada, según mis padres arruinó el ejemplo de Alfa que debo ser, pero la verdad a mí no me importa eso, me importa tenerte a mi lado, ahora, tenerlos a mi lado. - Se acercó aún más.

Que debo responder? Solo vine aquí para escucharlo, al parecer esto fue toda una trampa por parte de él.

Aunque no puedo culparlo, admito que también quería verlo, en realidad, lo extraño, pero, creo que fuimos demasiado rápido al principio.

-Luis... Yo... Te daré una oportunidad, pero... No vallamos tan rápido, no quiero que termine como ahora, gánate mi confianza de nuevo, y la de mis padres, luego veremos si regreso contigo, el bebé, siempre será tuyo, no te quitaré derecho de nada, podrás verlo cuando quieras, podrás visitarme para ver cómo estamos y demás, pero no seas tan... Tan tu, está bien? - Hablé rápidamente mientras lo miraba directamente a los ojos al igual que el a mi.

No dijo nada por varios segundos, ya estoy empezando a pensar que no aceptará mi propuesta, pero claro, es Luis, que se puede hacer con él.

El se quedó observándome por varios segundos más, yo solo le seguía, y de igual forma, lo miraba.

Hasta que perdí la paciencia.

-haceptas o no? Vamos responde que no tengo tiempo. - Mentira, tengo todo el tiempo del mundo, solo que me colma el que solo se quede mirándome.

Varios segundos después el retrocedió un poco sin dejar de mirarme.

-Acepto, pero también quiero mis condiciones. - Alce ambas cejas, incrédula.

-Bien, dilas. - Respondí lentamente.

-Cuando yo lo desee, te abrazare. - Fue lo único que dijo.

-Eso es todo?- Asintió con la cabeza. - Esta bien, pero no te aproveches de esa condición. -Fue lo último que dije antes de marcharme.

 

 

 

*TIEMPO DESPUES*

 

 

-Que te dijo? De que hablaron?  Vamos dime Arenea.- Seguía insistiendo Julián.

-Nada tan interesante, además, lo sabrás pronto. - Hablé con mucha paciencia, ya que le había dicho lo mismo unas millones de veces, pero es insistente este.

Seguimos caminando por el centro comercial buscando cualquier cosa para distraernos y que el tiempo pasara rápido.

Estábamos tan aburridos que nos detuvimos en un pequeño restaurante a comer o beber algo que nos devuelva la energía para no seguir así.

Al entrar, sentí un olor tan exquisito que ni siquiera lo pensé y camine hasta ese olor, pasé por algunas mesas, estaba distraída y no me daba cuenta de nada.

Luego de unos segundos, sentí como un revuelo en mi vientre que me hizo sentir realmente bien.

Nunca antes esto me había pasado, que será?

Me detuve un momento a pensar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.